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VALENCIA. Como lo lees, cada vez es más frecuente ver comercios amigos de lo verde en la ciudad. En realidad es algo muy antiguo, nuestros abuelos no conocieron otras verduras y frutas que las de su campo, pero ahora la ciudad y sus grandes superficies comerciales lo han decidido empaquetar todo, cortarlo en trocitos y hacerlo apto para meter en el microondas. Comodidad y precios bajos han sustituido a sabor y saludable, así que ahora toca volver a la huerta a cosechar las cestas de la compra.

Si buscas sitios en los que las verduras no están aderezadas con eau de plástico, haz caso a Josele M y pásate por El Patio de Ruzafa: "Su nombre viene del pedazo de jardín interior que tiene, que es lo que te enamora a primera vista de este local atípico. Todas las semanas se organizan cenas culturales y étnicas o se monta algún espectáculo de teatro, conciertos, flamenco, noches temáticas, etc. Los domingos suele haber mercadillo ecológico y artesano, con productos directamente de la huerta". A todo esto hay que añadirle que entre semana tienen un menú de cocina popular casera por 6 euritos, lo que venían siendo "mil pelas". 

Otro lugar que siempre está buscando soluciones para la salud integral de las personas es La Remolatxa, en la menos mencionada zona de Benimaclet, allí tal y como el Yelper Gonzalo M indica, "puedes encontrar legumbres y cereales un tanto diferentes, como es el caso del azuki, el bulgur o el trigo sarraceno, pudiendo recurrir también, si lo tuyo no es innovar o descubrir cosas nuevas, a lo más clásico: lentejas, garbanzos y arroz. Y si te gusta hacer tu propio pan, ¡no dudes en echar un vistazo a las harinas, también de varios tipos!". Desde luego, hacerse uno su propia hogaza asegura que ésta no llegue a la mesa cargadita de excesiva sal  o de grasas indeseables o de las las dos, en el peor de los casos.

Hablando de panes, otra joya de la corona ecológica y hecha desde el amor y el cariño es Pan Creativo Artesano, un negocio familiar de un gallego afincado en Valencia del que uno puede hacerse seguidor incondicional sólo por su aroma al pasar. Cuando Mario G empezó a trazar su comentario sobre el lugar, en vez de palabras escribió: "Sdafasdfn sdafldsfljsa saksjdskjalkasd.... Lo siento, se me ha caído la baba por el teclado de pensar en el increíble croissant con chocolate de este horno y lo estaba limpiando.

El local está genial situado muy cerca del Mercado Central y la atención es excelente. Los productos se nota que son naturales y ya sólo el tacto y el peso de la masa te llevan a pensar que estás ante unos productos de una calidad sobresaliente. A mí casi siempre me ha atendido el hombre, ataviado con un uniforme de ‘panadero moderno' y la sonrisa es una de sus armas más empleadas, ¡qué tío más majo!". Para que luego digan que ser vegano, como algunas de sus deliciosas tartas, es aburrido, ¡ja!

Esta vía verde por la ciudad se acaba con un punto de venta directa sin intermediarios y con fruta y verdura ecológica certificada en pleno centro de la capital, Punt de Sabor. Allí, Alice B invita "a los más escépticos a que se pasen y comprueben de primera mano que es un mito eso de que todo lo ecológico es un bulo, cuando coges una manzana y huele a manzana, te das cuenta de que a lo mejor pagar unos pocos céntimos más por saber lo que te estás metiendo en el cuerpo, pues no es tan descabellado". Desde luego, suena muy bien eso de que lo que te vas a comer huela a lo que realmente es. ¿Lo recuerdas?

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María Quesada es la responsable de Yelp Valencia