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VALENCIA. Tras cien años de historia y un largo recorrido de fusiones bancarias, en 1975 nació como denominación la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, una de las primeras marcas diseñadas a partir del símbolo de una hucha y con tipografía moderna que daba el salto a un lenguaje más actual.

Con este cambio, la banca en general iniciaba un tiempo de comunicaciones más llanas con sus clientes y ello se vio reflejado en el uso de diseños que rompían con un histórico de escudos heráldicos. Pero no es hasta finales de los ochenta cuando nace el famoso círculo naranja. Fue entonces, en 1988, cuando la CAAM pasó a ser CAM en lo que supuso un nuevo rumbo con el que la entidad unificaría al fin toda su red de oficinas.

Por aquel entonces, el departamento de imagen y comunicación de la CAAM convenció a la directiva de que la imagen de la caja carecía de unidad en sus aplicaciones y que un cambio sería bueno. Fue así como la necesidad de una cohesión llevó a la demanda de algo que ya sonaba en el mundo empresarial de entonces: una identidad corporativa.

El equipo que lideró la búsqueda de un profesional para acometer el encargo lo formaron Jorge Abad, Toni Gil y Demetrio Mallebrera, quienes tras tantear a empresas nacionales e internacionales (entre las que figuraban las encargadas de la estrella de La Caixa y las marcas de Deutsche Bank y Banesto) se decantaron finalmente por la agencia catalana Taula de Disseny, dirigida por Josep Maria Civit.

El círculo y las formas geométricas del logo anterior permanecieron en la nueva propuesta de Taula de Disseny, con colores que inspiraban al sol y al mar Mediterráneo. Implantaron así la nueva denominación CAM que, suprimiendo la doble A, resolvía a su vez un problema de pronunciación.

Quedaba así configurado un símbolo contundente y moderno, minimalista y formado a partir de figuras geométricas básicas que evocaban valores estables y firmes, conjugados con una combinación de colores con reminiscencias del Grupo Memphis. Es por todo esto por lo que funcionó tan bien en los noventa, resultando totalmente innovador en el sector a finales de los ochenta.

A finales de 2011, 23 años después de nacer en un despacho de la Plaça de Sant Jaume de Barcelona, la CAM era intervenida por el Banco de España y la entidad y su círculo naranja fueron vendidos por el simbólico precio de 1 euro al grupo bancario catalán del Banco Sabadell.

(Artículo publicado en el primer número de la revista Plaza de noviembre de 2014)