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VALENCIA. La galería 7 del IVAM saluda al visitante con el sonido de un campo de minas. El ruido es como una alarma de guerra, un desagradable anuncio del tema central de la exposición Tristes Armas, que contrapone la obra de dos artistas en apariencia diferentes, el valenciano Josep Renau (1907-1982) y la estadounidense Martha Rosler (1942).

Dos obras que tienen mucho en común, como admitía este miércoles la propia artista, quien señaló que aunque no conocía previamente la obra de Renau, ha identificado en ella varias de las preocupaciones que también residen en su producción. "Ambos somos personas de izquierdas y tenemos un compromiso con nuestro tiempo", dijo.

Rosler se encuentra en Valencia para inaugurar este jueves esta exposición que reúne más de 90 obras de Renau y de ella a modo de conversación para invitar a reflexionar sobre el fenómeno de la guerra y su actualidad. El director del IVAM, José Miguel G. Cortés, presentó esta muestra con el comisario, Juan Vicente Aliaga, y la artista. "Aunque se han organizado muchas exposiciones sobre Renau", dijo Cortés, "faltaba una visión distinta, de ahí que esta muestra presente un diálogo entre el artista valenciano, poco reconocido fuera de su tierra pese a su gran calidad, y una creadora internacional de gran proyección como Rosler".

Tristes Armas toma su título de un poema de Miguel Hernández, ‘Tristes guerras'. "Tristes guerras/ si no es amor la empresa./ Tristes, tristes./ Tristes armas/ si no son las palabras./ Tristes, tristes./ Tristes hombres/ si no mueren de amores./ Tristes, tristes." Se trata, según Aliaga, de "una exposición sobre la guerra" pero sobre todo "contra las guerras", que habla de macropolítica, de historia, de medios de comunicación y de feminismo.

Aliaga subrayó durante la presentación que la obra de ambos artistas no deja de estar de actualidad debido a los conflictos bélicos que permanentemente se suceden en diferentes partes del mundo, y destacó que la elección de estos dos artistas para este primer diálogo intergeneracional se debe, en primer lugar, a que ambos tienen una clara visión crítica de la guerra y un compromiso político; en segundo lugar, porque ambos manejan la técnica del fotomontaje, lo que les permite extraer aquello que les llama la atención para crear una nueva realidad; y, por último, porque no hay tantos artistas que se posicionen sobre el tema de la guerra y pongan su arte al servicio de la denuncia contra sus horrores.

Estructurada "de forma cronológica" aunque con alguna ruptura, recorre algunos de los conflictos bélicos que han marcado el siglo XX, desde la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial hasta llegar a los campos de batalla más cercanos en el tiempo como Afganistán o Irak. Así, incluye piezas de la etapa valenciana de Renau (hasta 1939), de su exilio en México (1939-1958) y de su etapa en el Berlín comunista (1958-1982), que se relacionan con trabajos de Rosler sobre la Guerra de Vietnam (1967-1972) y los conflictos de Afganistán e Irak, entre 2004 y 2008, cuando la estadounidense quiso volver a denunciar que se estaban cometiendo los mismos errores que en Vietnam.

En la galería se ha habilitado también un espacio en el que se proyectan los fragmentos de una selección de películas sobre la guerra, pero en las que el comisario ha querido "huir de ese cine bélico caracterizado por el machismo y que es un canto a la testosterona". Además, a la entrada, se ha instalado una mesa con una selección de textos procedentes de los fondos de la biblioteca del IVAM en los que también se pueden encontrar diferentes reflexiones sobre los conflictos armados.

Con motivo de la inauguración este jueves, el comisario conversará con la artista en el salón de actos del museo a las siete de la tarde. Asimismo, el sábado 7 de febrero se ha organizado una visita guiada especial a cargo del comisario. La muestra se podrá visitar hasta el próximo 5 de julio.