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VALENCIA. El periodista valenciano Jorge Quintana (Torrent, 1976) ha publicado su primera novela, una obra titulada Cuervos y palomas. El libro es una novela negra y tiene como hilo conductor el deporte profesional y su lado más oscuro: el dopaje. Por su experiencia como periodista, puesto que durante media docena de años fue director del semanario de ciclismo Meta 2MIL, Jorge Quintana conoce a la perfección el lado con menos glamour del deporte profesional.

En Cuervos y palomas surgen muchas de las grandes dudas que todo aficionado se ha formulado en más de una ocasión: ¿Por qué a cambio de un pedazo de gloria y un suculento contrato los deportistas están dispuestos a poner en riesgo su propia vida?; ¿por qué los médicos colaboran con estas prácticas?; ¿hay ahora más o menos dopaje que hace unos años? La novela es muy crítica con lo sucedido en el pasado reciente del deporte profesional pero por contra es optimista al analizar la realidad actual.

Para redactarla Quintana se ha basado en sus propias experiencias, si bien como él mismo matiza no es estrictamente una historia real. "Cuando uno tiene que hablar de un tema como el dopaje siempre hay situaciones que conoces como periodista, pero no tienes todas las claves para poder contarlas con el rigor que se merece", comenta. De este modo, apoyándose en la ficción, Quintana ha rellenado los huecos que a veces dejan los hechos reales para ir a la médula del problema.

El uso de la ficción también le ha permitido ahondar más que con una mera exposición de hechos. Y es que, apunta, hay "muchas ideas "que quería transmitir, porque "el dopaje es un problema complicado que no tiene solución sencilla". "Como novela me resultaba más fácil explicar la hipocresía que rodea al dopaje. Ahora tenemos a todos los Gobiernos preocupados, cuando hasta hace cuatro días todos lo usaban políticamente. Ahí están los casos de las dos Alemanias en los Juegos Olímpicos durante la Guerra Fría", recuerda.

"¿QUIÉN SE RESISTE A LA TENTACIÓN?"

En este sentido comprende perfectamente las declaraciones de Lance Armstrong, quien ha asegurado que si volviera atrás en el tiempo y volviera a encontrarse en la misma situación volvería a doparse. "Cuando Armstong pasó a profesionales tenía la certeza científica de que no existía forma de que te pillasen si tomabas esas sustancias. Y cuando sabes que mucha gente las usa, que tus competidores las emplean, ¿quién se resiste a la tentación?", se pregunta en voz alta.

Sin embargo, Armstrong ha asegurado también que ahora no lo haría. Y es que, como explica Quintana, hoy día la situación es muy diferente. "Entiendo al atleta que se dopaba antes. Hace unos años era una víctima. El que se dopa ahora no es comprensible, es un tramposo puro y duro, porque el ambiente es muy distinto. Hace diez o quince años cualquier sponsor pedía resultados. Ahora las marcas piden que se les honre y se van del ciclismo, del atletismo, si se hacen trampas. Ya no piden victorias, piden que la gente dé de sí lo que pueda", explica.

Cuervos y palomas comienza con la muerte de un atleta en Valencia. Los primeros datos de la investigación apuntan a que el deportista ha fallecido mientras se sometía a una transfusión sanguínea para mejorar su rendimiento deportivo. A partir de esa trágica noticia, arranca una investigación policial que recae en el inspector Marco Klein, quien en el pasado fue un destacado especialista en correr maratones. Junto a él, también investigará la subinspectora Magda Ramírez, quien es absolutamente ignorante del mundo del deporte de elite.

Los dos policías recorrerán media España (Granada, Valencia y Mallorca) en un viaje en el que irán descubriendo los entresijos del deporte de máximo nivel y la peligrosa conexión que existe con el dopaje. Además, la investigación también les permitirá conocerse y su relación pasará por altibajos profesionales, pero también personales.