VALENCIA. En el imprescindible De cine (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2013), el filósofo Eugenio Trías repasaba y defendía el cine de autor. Independiente en gran medida, este tipo de cine suponía una porción del pastel interesante para un ramillete de productoras que sostenía una oferta plural que, sobre todo, contaba con un público fiel que sostenía en gran medida tanto la producción como la carrera de sus creadores. De hecho sostenía algunas salas alternativas que durante los 90 y la primera década de los 2000 desapareció en Valencia.
Los nombres que surgen del libro citado son los de Andréi Tarkovski, Stanley Kubrick o David Lynch, entre otros, tótems del cine cuya carrera ahora tendría que competir con una caída de los ingresos directos por consumo de cine (aunque en 2014 el número de espectadores haya repuntado tras años de caídasl). Sin embargo, la crisis de los formatos, la piratería y la realidad de una oferta de audio y vídeo para los hogares de muy alta calidad a precios asequibles, amenaza en mayor medida a exhibidores frente a las grandes productoras.
El primer objetivo de las salas a la búsqueda de ingresos alternativos ha ido surgiendo en los días entre semana, adaptando las tarifas a las primeras horas o a las últimas y fidelizando poco a poco a un público con inquietudes culturales en paralelo.
ÓPERA, BALLET, TEATRO Y CONCIERTOS
La oferta de ópera y ballet parece haber llegado hasta los cines valencianos para quedarse. ABC Park, Yelmo, Heron City y Lys cuentan con programación permanente con directos y grabados de The Metropolitan Opera, Bolsoï y Royal Opera House. "En cuatro años hemo conseguido fidelizar a un público y tener una programación que pasó de mensual a ocupar prácticamente todas las semanas del año", apunta Silvino Puig, gerente de los cines Lys.
Los programadores apuntan a un mayor éxito de venta de entradas en las seiones en directo. Una de las entradas para los directos de ópera y ballet rondan los 20 euros, mientras que en diferido están en torno a los 10. En el caso de los cines Lys hay una programación no periódica pero sí recurrente de conciertos. Suelen ser conciertos de boysband, como es el caso del que está programado para el próximo 26 de febrero a las 20h: retransmisión en directo de la actuación de los Backstreet Boys Show'em What You're Made Of.
En el caso de Yelmo, además, cuentan con directos y grabados del National Theatre Live de Londres, posiblemente la programación escénica más puntera de la actualidad.
CINE CLÁSICO Y DE REESTRENO
Pero la búsqueda de nichos también tiene cuenta al espectador de cine clásico. La ciudad de Valencia tan solo cuenta con un cine de reestreno, el Cinestudio D'Or, que mantiene una buena entrada durante los fines de semana. Sin embargo, algunas salas han ido abriendo la mano puntualmente a las reposiciones. Otras de forma regular. Es el caso de Yelmo ha abierto su Cine Club, que todos los viernes a los 20:30h y por 4,50 euros programa este tipo de films. La próxima será Thelma & Louise (Ridley Scott, 1991) y el ciclo temático del mes lo ocuparán los ‘Juegos Prohibidos', con títulos como Lolita, El último tango en París, Eyes Wide Shut y El imperio de los sentidos.
Por supuesto, una apuesta por los clásicos se proyecta en versión original. En los ABC Park, con una regularidad mucho más libre, también hay sorpresas de este tipo. Por ejemplo, el próximo 19 de febrero se proyecta A hard day's night (Richard Lester, 1964) en versión original y con la efeméride de su 50 aniversario como excusa. Es un caso similar al de los cines Lys, que ocupa los huecos de la citada ópera y ballet con clásicos. De hecho, hace algunas semanas rozó el lleno con una sesión de Desayuno con diamantes (Blake Edwards, 1961)
De otro lado, Ocine Aqua mantiene en este momento una amplia oferta de las películas estrenadas hace meses pero de actualidad por las entregas de premios cinematográficos. Por ejemplo, El Gran Hotel Budapest o La isla mínima, ambas muy bien posicinadas para 'oscars y goyas' ya están entre la oferta de estas semanas.
LOS OTROS PRECIOS DEL CINE EN VALENCIA
El cine es caro se repite como un mantra, pero lo hace especialmente entre los espectadores menos habituales a las salas. En todas ellas, de la capital y metropolitanas, hay descuentos y precios reducidos (en cualquier día que no sea el del espectador), vinculados a tarjetas de socio o de establecimientos anexos. En el caso de MN4, las tarjetas de La Caixa (Nómina multiEstrella), Ikea Family y el abono de temporada de Valencia Basket Club a 5,50 euros el precio de la entrada. Un precio que se repite en prácticamente todos los cines con distintas vinculaciones, como el caso del Pack Familia en Cinesa Bonaire, entre otros.
EVENTOS
Aunque todas las salas de cine cuentan con diferentes ofertas vinculadas a cumpleaños y eventos (también con el alquiler a empresas para presentaciones de producto y cursos, especialmente en los cines del centro de la ciudad), destacan opciones como 'Ladies at the movies' lanzado por Heron City. Esta idea, importada de las salas Kinepolis en Europa, ofrece "una tarde original" con amigas que incluye preestreno de una película, cóctel y regalos. Más habitual, aunque algo más asequible, es una fórmula similar y con merienda para cumpleaños infantiles que sí se repite especialmente en las salas que no se encuentran en el centro de la ciudad.
EL HORARIO CAMBIA EL PRECIO
Otro cambio que se ha consolidado durante los últimos meses es el de mantener un precio distinto para toda la cartelera según el horario. En MN4, por ejemplo, la primera sesión cuesta cinco euros excepto en el día del espectador y los Lys, entre otros, también la mantiene algunos días de la semana para las primeras proyecciones del día. En los cines ABC El Saler y Gran Turia, ese precio se fija para la sesión golfa (a partir de las 00:00 horas del sábado y el domingo), una estrategia que parece extenderse a los multicines poco a poco y que revierte en salas visiblemente más llenas aunque con un margen de beneficio mucho más arriesgado para los empresarios.
"La prioridad sigue siendo y será el cine. Es a lo que nos dedicamos, aunque no es menos cierto que este tipo de iniciativas están ayudando a mejorar el rendimiento de unas instalaciones que están preparadas para albergar otro tipo de usos. Eso sí, siempre vinculados a la cultura y a la línea de ocio que nos ayuda a mantener una vinculación con los espectadores", se explica Silvino Puig, el gerente de los cines Lys.
Para muestra un botón: los exhibidores trataron de aprovechar el Mundial de Sudáfrica de 2010 para testear el negocio de visionar de forma colectiva los partidos de fútbol. Económicamente no generó un retorno excesivo, pero tampoco el feeling pareció convencer a estos empresarios que, en este caso, no encontraron una vía alternativa de ingresos. Huelga decir que, los años de campeonatos de fútbol internacionales es la taqulla una de las principales afectadas y que La Liga, ocupando los fines de semana, tampoco sirve precisamente para ocupar las lagunas de rentabilidad que con la oferta descrita parece mucho más encajada.
Con el precio de las entradas de cine tendría merito
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