MADRID (EP) La epilepsia es una enfermedad cerebral caracterizada por una predisposición a presentar crisis epilépticas pero también por las consecuencias sociales y cognitivas que causa a los afectados. Aunque la epilepsia se puede presentar a cualquier edad puede ser más común entre niños y ancianos.
Según explica el doctor Francisco Javier López, secretario del grupo de estudio de epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se calcula que en España existen ocho casos de epilepsia por cada 1.000 habitantes, lo que supone que unos 400.000 españoles podrían padecer el trastorno. "Entre un 3% y un 8% de la población padecerá una crisis epiléptica en su vida", aclara el especialista.
En la mitad de los pacientes se desconocen sus causas (epilepsia idiopática), aunque puede intervenir los factores genéticos, y en la otra mitad los casos de epilepsia proceden de lesiones producidas durante el parto, traumatismos, tumores o infartos cerebrales. Entre los adultos las causas más comunes son estas tres últimas. En los países del tercer mundo es más frecuente la etiología infecciosa.
"Cualquier patología que afecte al cerebro puede generar lesiones capaces de producir epilepsia", apunta el neurólogo responsable de la Unidad de Epilepsia Refractaria del Hospital Clínico Universitario de Santiago.
En las crisis epilépticas tónico-clónicas generalizadas se produce pérdida de conciencia, rigidez de todo el cuerpo (fase tónica) y después movimientos de brazos y piernas (fase clónica); puede haber mordedura de lengua y pérdida de control de esfínteres (incontinencia). Al final de la crisis la persona se va recuperando poco a poc. En algunos casos pueden pasar desapercibidas en niños en edad escolar, dando lugar al fracaso escolar. Otras crisis generalizadas son las mioclónicas en las que no existe desconexión y sí movimientos involuntarios de piernas y brazos.
En las crisis parciales, la descarga epiléptica comienza en una zona concreta de la superficie del cerebro y sus manifestaciones derivan de su origen. Pueden presentar signos motores, sensitivos o síntomas psíquicos (como el 'deja vu' en el que se tiene la sensación de haber vivido una experiencia) o autonómicos, que no alteran la conciencia. En las crisis parciales complejas la persona desconecta de su entorno y realiza conductas automáticas habituales como comer o salir a la calle.
AVANCES EN EL TRATAMIENTO DE LA EPILEPSIA
Se acaban de cumplir cien años del primer fármaco antiepiléptico, el fenobarbital, y desde entonces se han desarrollado más de 20 fármacos para la epilepsia, en mayor medida para las formas focales que para las generalizadas. "En esta pasada década se ha desarrollado una tercera generación de fármacos entre los que destacan varios por su reducidos efectos secundarios para el paciente", señala el portavoz de la SEN.
En un 70% de los pacientes la enfermedad se controla bien con fármacos mientras que para el 30% restante se presentan resistencias farmacológicas o bien sus peculiaridades impiden el tratamiento por lo que la cirugía se plantea como una opción entre los afectados.
El avance también se ha hecho patente en los métodos de diagnóstico que permiten la búsqueda del foco cerebral causante de las crisis epilépticas que aportan una mayor precisión para la cirugía y una mayor posibilidad de curación. "En la actualidad existen 8 unidades de cirugía para la epilepsia en el sistema nacional de salud, tres de ellas incorporadas de forma más reciente", aclara el neurólogo.
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