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VALENCIA. Es el estudio 3.047 realizado por el por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y se efectuó el pasado mes de diciembre. Se hizo a partir de 2.500 entrevistas con adultos en 237 municipios y 49 provincias y es el que contiene preguntas sobre hábitos lectores. Con malas noticias. Un 35% de la población asegura que no lee nunca o casi nunca.

La cifra es alta pero además se enmarca dentro de una tendencia: Es sensiblemente mayor que la registrada en el mismo estudio realizado por el CIS en febrero de 2003, hace casi doce años. Entonces el porcentaje de españoles que no leían nunca o casi nunca ascendía al 24,5%. En poco más de una década el porcentaje de iletrados ha crecido en diez puntos y medio porcentuales.

Más malas noticias. El principal motivo por el que no se lee es, simple y llanamente, porque, dicen los encuestados, no les interesa la lectura. Y aquí el porcentaje de nuevo ha aumentado. Sin en 2003 un 34,2% de las personas que aseguraban no leían decían que era por este motivo, en 2014 la cifra ha crecido hasta el 42%. Hay, pues, un 7,8% de la población más encantada de su ignorancia.

Si usted lee todos o casi todos los días, forma parte del 29,3% de la población. Y si ha leído más de un libro al mes, forma parte del 14,1%. Es una excepción, una rara avis en un país en el que más de la mitad de los ciudadanos no ha comprado ni un libro en el último año.

CÓMO SON LOS QUE SÍ QUE LEEN

Los que sí que leen prefieren el género de la novela y los ejemplares en papel, frente a los e-books. A la hora de decidir qué libro leen, más de la mitad de los lectores sigue su propio criterio (58,4%) teniendo en cuenta principalmente el género o el tema (64,3%), y sólo una cuarta parte (27,1%) atiende a las recomendaciones de familiares o amigos. En concreto, el 68% de los preguntados prefiere la novela, y especialmente la histórica.

A pesar de que un 84,7% de los encuestados dice haber oído hablar sobre el libro electrónico, un 66,3% de estos reconoce que nunca ha leído parcial o totalmente un libro de estas características. Asimismo, tres de cada cuatro admiten que no disponen de ningún ejemplar digital. Sobre el futuro de los mismos, casi la mitad (42%) de los encuestados que los conocen creen que en el futuro convivirán con los libros de papel, y uno de cada tres (33,2%) augura que la mayor parte serán en formato electrónico y habrá muy pocos en formato impreso en papel.

La encuesta también revela que una cuarta parte de los españoles no se ha conectado a Internet en el último año. Del 73,4% que sí lo ha hecho, la mayoría (77,9%) asegura usar la Red a diario.

Respecto a la compra de libros en los últimos doce meses, tanto lectura de tiempo libre, como de trabajo o estudio, y en cualquier soporte (digital o papel), la mitad reconoce haber comprado alguno y de ellos, la mitad dice que adquirió de dos a cuatro ejemplares. En cambio, un 61,1% lamenta que en los últimos doce meses no le han regalado ningún libro.

TAMPOCO PRENSA, NI EN PAPEL NI EN FORMATO DIGITAL

En cuanto a otros hábitos de lectura, cuatro de cada diez españoles lee periódicos todos o casi todos los días (41,1%), mientras que el 19,3% lo hace una o dos veces por semana. El formato preferido, según los encuestados, sigue siendo el papel (63,9%), frente al digital que admiten utilizarlo el 28,2%. Sólo el 7,6 leen los dos por igual. Sobre las revistas, el hábito de lectura no es tan asiduo como el de los periódicos y apenas un 19,7% admite leerlas alguna vez al mes y principalmente en papel (87,3%).

En este ámbito el descenso en los hábitos lectores es aún más acusado. Así, si en 2003 sólo el 13,2% de los encuestados no leía nunca o casi nunca diarios, en 2014 esa cifra ha incrementado hasta el 30,9%. Igualmente sucede con las revistas. El 53,3% de los ciudadanos no las lee nunca o casi nunca, tanto da si es en papel o en formato digital, gratuitas o de pago; en 2003 eran el 36,3%. En once años, 17 puntos más de no lectores.

Asimismo, siete de cada diez entrevistados reconoce que no ha ido a una biblioteca en los últimos doce meses, que se convierten así en las grandes desconocidas. De los que sí han acudido, lo han hecho mayoritariamente para el préstamos de libros impresos en papel (69,3%).

UN PAÍS MÁS ILETRADO

La instantánea que se adquiere de la comparación de estos dos barómetros evidencia cómo la lectura ha retrocedido en los últimos años de manera progresiva e imparable. Somos un país cada vez más iletrado.

Curiosamente, no es la impresión que tienen los encuestados. La mayoría creen que los índices de lectura son iguales o mayores que en el pasado. Así, un 3% cree que se lee ‘mucho más'; un 26,3% asegura que ‘bastante más' y un 26,5% que ‘más o menos igual'. Por el contrario, sólo un 30% de los encuestados es consciente de que se lee menos que hace 10 años.

La lectura pues retrocede en todos los ámbitos en una sociedad que se aproxima más a la distopía de Ray Bradbury Farenheit 451, aquella en la que los bomberos quemaban libros porque leer estaba prohibido por el Gobierno, que a los sueños de Jorge Luis Borges.