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VALENCIA (CP/EFE). Es uno de los más grandes pintores británicos de la historia. J.M.W. Turner (1775-1851) está considerado como un genio inigualable, el gran paisajista. Sin embargo, pese a su relevancia y trascendencia, su figura apenas había sido tratada en el cine. Hasta ahora. De la mano del aclamado cineasta británico Mike Leigh llega esta extraordinaria aproximación a la genialidad y el dolor, Mr. Turner, que ofrece una panorámica por los últimos 25 años de vida del pintor. 

Profundamente afectado por la muerte de su padre y querido por un ama de llaves a quien subestima y de quien ocasionalmente se aprovecha sexualmente, la película muestra como Turner intima con la dueña de una casa de huéspedes junto al mar, para acabar viviendo con ella de forma secreta en Chelsea, donde acabará sus días. Durante estos 25 años, Turner se dedica a viajar, pintar, pasar temporadas con la aristocracia en la campiña inglesa y frecuentar burdeles. En una ocasión, se hace atar al mástil de un barco para poder pintar una tormenta de nieve. Como miembro popular y anárquico de la Real Academia de las Artes es celebrado y denigrado por el público y la realeza.

Leigh captura "lo sublime y anárquico" de Turner en una cinta de 149 minutos. Con una laureada obra que incluye Secretos y mentiras, El secreto de Vera Drake o Happy: Un cuento sobre la felicidad, el cineasta explora la personalidad "compleja y contradictoria" del artista londinense, a quien admira desde que era estudiante de arte en los años 60, confesaba recientemente en una entrevista con Efe.

Ya en 1998, cuando hacía Topsy-Turvy, su otra película histórica, se le ocurrió contar la historia de Turner, "un gigante entre artistas, decidido y prolífico, revolucionario en su punto de vista y clarividente", explicaba. Sus lecturas iniciales le confirmaron que el pintor fascinado con la luz tenía una personalidad digna de ser examinada, con el reto de contraponer su carácter "anárquico, errático y vulnerable, egoísta y a veces insincero" con la belleza "épica y sublime de su obra".

Esa tensión nunca abandona la pantalla en Mr. Turner, el filme que se estrena este viernes 19 de diciembre en España y que es firme candidato a los Bafta británicos y a los Oscar. La película, con un reparto estelar de actores "de personaje, que no se interpretan a sí mismos", tal y como matizaba el director, cubre el último tramo de vida de Turner, cuando, entre otras cosas, pintó The Fighting Temeraire (El 'Temerario' remolcado a dique seco), para muchos su obra maestra.

Una escena en la Real Academia en que la reina Victoria describe una de sus obras como "caos sucio y amarillo" está basada en hechos reales, al igual que el resto de la película, que Leigh define como "una evocación responsable pero imaginativa" de la vida del artista y su época. "Lógicamente, no es un documental, es una dramatización", precisa, y asegura que el guion, que también escribió, se basa en las rigurosas investigaciones de la historiadora del arte Jacqueline Riding, contratada expresamente para supervisar el filme.

Timothy Spall, uno de los actores preferidos de Leigh, ofrece una encarnación magistral de Turner que ha sido ya premiada en Cannes, y refleja con sutileza esa mezcla de sensibilidad y egoísmo que define al protagonista, al que presenta a menudo inmerso en su mundo y con una marcada tendencia a los gruñidos. Junto a Spall, completan el reparto otros actores habituales en las producciones de Leigh, como Dorothy Atkinson, en el papel de la sufrida Hannah Danby, Marion Bailey como la Sra. Booth, Paul Jesson como el padre de Turner o Ruth Sheen como Sarah Danby.

Pese a versar sobre una figura histórica, el galardonado director de 71 años considera que Mr. Turner "es completamente consistente" con su trabajo anterior: "comparte las mismas inquietudes sobre la vida y la muerte, las relaciones entre hombres y mujeres y entre padres e hijos, o el paso del tiempo", señala. Y como en sus otras películas, Leigh experimentó al filmar esta cinta "un viaje de descubrimiento", que concluyó con la sensación que puede compartir el espectador de "haber aprendido mucho". En este sentido aseguraba que quizás ahora mira el cielo "de otra manera". "Creo que ahora aprecio más la luz", reveló.