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LOS LIBROS DE @CORAZONRURAL

¡Vended vuestras islas!: Alemania y su sensacionalismo contra Grecia

ÁLVARO GONZÁLEZ. 15/12/2014 Dos periodistas económicos alemanes critican uno por uno todos los titulares sensacionalistas de la prensa de su país sobre la situación de Grecia 

MADRID. El título del libro, ¡Vended vuestras islas, griegos arruinados!, es un simpático titular del diario Bild, el más leído en Alemania, "la voz del pueblo llano", según se autodefine. Y la obra recoge los mejores de este tipo que se han publicado en este país. Mentira chovinista tras mentira chovinista hasta conseguir que la opinión pública crea que los griegos, también los españoles y los portugueses, son vagos, vividores, personas que no saben ahorrar y los culpables de la crisis.

En sus páginas hay un momento "niña de Rajoy" a la alemana que no puede resultar más elocuente. Angela Merkel en Stuttgart, en diciembre de 2008, afirmó que un ama de casa de Suabia le había dicho "con la sabiduría que da la vida real", que "no se puede vivir permanentemente por encima de tus posibilidades". O más directamente manifestó en 2011 Alexander Dobrindt, secretario general de la CDU: "No puede ser que los griegos se nieguen a ahorrar y sin embargo el contribuyente alemán ahorre para Grecia".

Todo descripciones de los pueblos, países o estados, en este caso el griego, en términos absolutos peyorativos, la retórica del nacionalismo. Un lenguaje no muy dado a surgir por un afán filantrópico. Y que rinde. De hecho, en el prólogo del libro se cita un sondeo elaborado en Alemania en el cual un 77% de los encuestados piensa que España es un país "no moderno" o "premoderno" y 4 de cada 10 alemanes opinan que "los españoles son ociosos y perezosos y no les gusta trabajar".

No obstante, Stephan Kauffman e Ingo Stützle, un periodista económico y un politólogo  ambos de la Fundación Rosa Luxemburgo, se han dedicado en este trabajo a derribar todos los estereotipos que se han vertido sobre Grecia al tiempo que se la obligaba a tomar medidas económicas suicidas. Las condiciones de la tristemente célebre Troika que, de la mano de la crisis, han logrado reducir el PIB del país en una quinta parte. "Una destrucción sin precedentes en tiempos de paz", advierten en la introducción.

Una de las mentiras más llamativas es la de que los griegos "tienen muchas vacaciones". Los autores explican que, de acuerdo con la agencia europea Eurofound, los trabajadores griegos tenían antes de la crisis un promedio de 23 días de vacaciones por año, mientras que los propios alemanes disfrutaban de 30, los que más de toda Europa. Con las fiestas de guardar el resultado sería el mismo. Sin embargo, Angela Merkel manifestó en mayo de 2011:

"No podemos tener una moneda común si unos disfrutan de una gran cantidad de festivos y otros de muy pocos"

Otra joya fue "Estamos pagando las pensiones de lujo de los griegos". Pero según la OCDE, antes de la crisis, la pensión media griega era el 55% del promedio de las pagadas en la zona euro. "Dos terceras partes de los pensionistas griegos llegaban a fin de mes con menos de 600 euros". Con el rescate todas las pensiones bajaron. Y en 2011, Merkel declaró:

"Es importante que en países como Grecia, España y Portugal no puedan jubilarse antes que en Alemania"

Lo mismo servía para los sueldos. Grecia, siguen los autores, tenía un salario medio que era un 73% de la media de la zona euro. Una cuarta parte de los empleados griegos ganaban menos de 750 euros al mes. Los maestros, tras quince años de experiencia, ganaban un 40% que su igual en Alemania.

Y la palma se la lleva "El estado griego está demasiado inflado". Grecia, su gasto público en relación con el producto interior bruto, era del 48%, mientras que en Alemania era del 44%. Los funcionarios griegos representaban un 7,9% del total de empleados del país. En Alemania, la tasa es del 9,6%. La media de los países desarrollados, un 15%.

Más adelante, Kauffman explica el que a su juicio es la clave del éxito alemán, que, con su contención salarial, logró crecer mientras los demás se hundían:

"Esto dio como resultado [los reducidos aumentos salariales] altos excedentes para la exportación en Alemania y excedentes elevados para la importación en países como Grecia, Portugal, España o Irlanda. El éxito alemán fue solo un reflejo del fracaso de la periferia del euro: sin déficit en Grecia, España o Portugal, no habría exportaciones alemanas. La capacidad exportadora de Alemania se rehabilitó a expensas de sus vecinos. Entre 2000 y 2009 Alemania logró en el comercio con Grecia, Portugal, España e Italia un superávit de casi 500.000 millones de euros" 

Sin embargo, el diario Bild habló del triunfo alemán por "sus empresas más en forma cuyos productos son demandados en todo el mundo". Y, al entrar el sur en crisis, sentenció: "Hemos pagado la factura mientras otros sinvergüenzas lo celebran a nuestra costa".

Con respecto a las famosas cuentas griegas maquilladas para entrar en el euro, los autores sostienen que unos hicieron como que engañaban y otros como que se dejaban engañar. Es decir, el objetivo no era otro que incorporar el máximo número de países para darle a la moneda "mayor impacto económico". Por eso, los rescates no tienen la más mínima intención de "rescatar" a los países, sino que tratan de "proteger al resto de la zona euro". Según el propio Ministerio de Finanzas alemán, "las medidas de emergencia son para asegurar la estabilidad en la zona euro".

Además, concluye, el gobierno federal alemán no toma el dinero de los rescates del contribuyente, sino que lo pide prestado a un 1 o un 3% de interés y lo envía a Grecia a un 4,2%, un 5,8% a Irlanda y un 6% a Portugal. De modo que el autor sentencia: "Sucede justo al revés. Es Grecia quien, a fin de cuentas, paga a Alemania".

¡Vended vuestras islas, griegos arruinados!

Stephan Kauffman e Ingo Stüzle

Editorial Hoja de lata

108 páginas

Primera edición: 2011

Edición española: 2014

Precio: 9.95 euros

 

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2 comentarios

collier escribió
22/12/2014 22:26

Esas noticias sensacionalistas lo único que hacen es generar odio entre los países. Así es como comienzan las guerras, generando odio, culpando a uno de los problemas del otro. En lugar de buscar las faltas que todos tenemos incluidos los alemanes, deberíamos buscar lo que nos une, ya que todos somos humanos con problemas e inquietudes, y nadie es mejor ni peor que nadie por vivir en un sitio u otro

Currante escribió
22/12/2014 11:29

Dicen los alemanes que a los españoles no nos gusta trabajar... A mi NO, desde luego, no sé si a vosotros os gustará o no...

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