VALENCIA. Finalmente la producción de Manon Lescaut, de Puccini, que hubo de ser suspendida la pasada temporada por los problemas con el revestimiento del trencadís del exterior del Palau de les Arts de Valencia ha abierto la temporada 2014-2015. Se trata de la de mayor escasez presupuestaria hasta la fecha, tras los grandes recortes en personal y en dotación económica que han sucedido en esa casa a los tiempos de abundancia que hicieron posible la Tetralogía wagneriana de La Fura dels Baus y otros grandes éxitos.
En cualquier caso, los problemas del edificio eran manifiestos, pues los asistentes debían entrar con un gigantesco decorado de andamios y materiales de construcción. No sé si contagiado por el ambiente de escasez o retraído por el precio de las entradas, el público no llenaba la sala, que presentaba importantes claros en el patio de butacas. Aunque aplaudió con frecuencia los dúos de la pareja protagonista, algunas arias y el preludio del tercer acto, estaba relativamente frío y las ovaciones fueron cumplidas, pero siempre lejos del arrebato de las grandes noches.
UN GRAN MÚSICO
Plácido Domingo, al frente de la orquesta titular, volvió a demostrar que es un gran músico y que es capaz de hacer una versión interesante desde el foso de una obra que conoce sin duda en profundidad por haberla cantado en numerosas ocasiones. Dirigió con gran entrega y haciendo gala igualmente de excelente forma física, aunque quizá se echó en falta una mayor tensión orquestal en algunos momentos. El público se mostró cariñoso con él y le aplaudió especialmente el preludio del tercer acto.
En cuanto a las voces, la soprano uruguaya María José Siri hizo gala de potencia y buena técnica en el difícil papel de Manon, que encarnó con intensidad y fue muy recompensada por los aplausos del público. En cuanto al tenor portorriqueño Rafael Dávila, en el papel de Renato des Grieux, empezó algo inseguro y con problemas en los agudos en el primer acto, pero mejoró sensiblemente a partir del segundo y cantó con bello timbre su papel, que brilló en solitario y en los repetidos dúos con Manon.
Buen nivel en las otras voces, entre las que destacaron Stephen Milling como Geronte de Ravoir, sobriamente actuado, y Germán Olvera como Lescaut y Matthew Peña como Edmondo. El coro que dirige Francesc Perales brilló con su alta calidad habitual y no desmereció el ballet de Inmaculada Gil-Lázaro.
Lo menos atractivo fue la producción del Teatro Regio di Parma, con una dirección de escena funcional pero algo rutinaria de Stephen Medcalf y escenografía triste y en ocasiones desangelada de Jamie Vartan. Un poco sorprendentes los espejos ahorcados del segundo acto y cuanto menos extraña la tumba automática que se abre en el desierto para engullir a Manon.
Giacomo Puccini
Manon Lescaut
María José Siri, Germán Olvera, Rafael Dávila, Stephen Milling, Matthew Peña, Luigi Roni, David Astorga, Mariam Battistelli, Ernesto Petti, Valentino Buzza, Francesco Salvadori
Dirección de escena: Stephen Medcalf
Escenografía y vestuario: Jamie Vartan
Producción del Teatro Regio di Parma
Ballet i Cor de la Generalitat Valenciana
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Director: Plácido Domingo
9 de diciembre de 2014. Palau de les Arts, Valencia
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