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MADRID (EFE). El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que no adelantará las elecciones generales que prevén celebrarse a finales del próximo año y ha asegurado que él volverá a ser el candidato a la Presidencia del Gobierno si el PP quiere.

Rajoy ha hecho estas afirmaciones en una conversación informal con periodistas durante la recepción ofrecida en el Congreso con motivo del acto de conmemoración del 36 aniversario de la Constitución.

El jefe del Ejecutvio no ha avanzado nada respecto a los candidatos del PP en Madrid y la Comunitat Valenciana, un asunto que ha dicho que no le ocupa en este momento.

Ha subrayado que sus prioridades para 2015 van a estar dirigidas hacia la situación económica y social, la lucha contra la corrupción y la respuesta del Gobierno al desafío soberanista encabezado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

El presidente del Gobierno ha adelantado que el nuevo portavoz del grupo popular tras la salida de Alfonso Alonso para ocupar la cartera de Sanidad se nombrará en la reunión que mantendrán los diputados populares el próximo 16 de diciembre.

Rajoy ha asegurado que no tiene previsto hacer cambios en la dirección del partido ante las próximas citas electorales, pero ha recordado que se tendrá que nombrar a un comité de campaña encargado de dirigir la estrategia del PP ante esas convocatorias a las urnas.

Después de que esta semana avanzara que habrá una mayor presencia en los medios de comunicación de ministros y dirigentes populares, hoy ha rechazado que esa línea de actuación sea una respuesta al auge de Podemos.

Ha expuesto que la actual legislatura ha sido muy dura, "en la que el Gobierno ha trabajado catorce horas" al día para adoptar decisiones y reformas, y, ahora, hay que explicarlas.

Respecto a la reforma de la Constitución que proponen los socialistas, ha insistido en que lo importante es que digan qué es lo que quieren modificar.

Tras calificar de "increíble" la actuación del PSOE en este asunto, ha reiterado que en este momento no es prioritaria una reforma constitucional y ha subrayado que hay dos cuestiones innegociables: la soberanía nacional y la defensa de los derechos fundamentales.

"Es una broma" a su juicio, que el PSOE plantee ahora una modificación del artículo 135 de la Constitución (que fijó la estabilidad presupuestaria de las administraciones) después de que se pactara al final de la pasada legislatura por los socialistas y el PP.

Para él, con esta posición del PSOE, se está dando una imagen "patética" fuera de España.

Rajoy ha insistido en la buena evolución de la situación económica del país y ha confiado en que contribuyan a ello los precios del petróleo y los tipos de cambio.

Si es así, se ha mostrado convencido de que la situación será "mucho mejor de lo previsto".