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VALENCIA. Llega la revista ¡Hola! a Valencia y yo con estos folios (en blanco). El 8 de septiembre de 1944 salió a la venta el primer número de la revista y están festejándolo con una exposición itinerante que reúne sus más famosas portadas. En la muestra, que se expone en el Palau de la Música hasta el 10 de diciembre, está una jovencísima Elizabeth Taylor, los bellezones protagonistas de Los Ángeles de Charlie, el matrimonio del Príncipe Rainiero y Grace Kelly, la subida al trono de España de Don Juan Carlos I, la boda de Lady Diana con Carlos de Inglaterra y hasta la boda de Lolita, sin duda, mi portada favorita. Eso sí que fue un hito de la cultura popular española. Sobre todo, cuando la gran Lola Flores inmortalizó la frase de "Si me queréis algo, irse" después de que 5.000 personas se colaran en la iglesia para ver de cerca a los novios.

Con motivo de la exposición, la revista organizó un cóctel en el Palau de la Música. Y, claro, allí estábamos todas. Huelga decir que yo soy muy fan de la revista. Gracias a ¡Hola! me he mantenido informada durante años de los usos y costumbres imperantes en los bodorrios de abolengo: trajes a medida palabra de honor, diademas en la cabeza, fincas rurales y toreros y marquesas arropando siempre a los contrayentes. También me aprovecha mucho ver las fotos que publica de la realeza en ejemplar armonía y sonriendo amablemente. De tanto mirarlas he llegado a aprender cómo hacer correctamente una reverencia real: hay que adelantar un pie, mientras el otro queda un palmo atrás, y descender sin perder la verticalidad, como si llevara unos televisores en la cabeza (o unos libros, si no hubiese más remedio).

Aunque después de 20 años de fiel lectura, mi sección favorita es la que se presenta bajo el epígrafe ‘Casas con estilo'. Me fascinan esas mansiones repletas de columnas barrocas, dorados y brocados, cornucopias, moquetas de pelo largo y camas con baldaquines tallados en mármol travertino. Todavía sufro convulsiones cuando recuerdo el dúplex de Donald Trump y los once cuartos de baño de Isabel Presyler. Años más tarde ha sido el piso de su hija Tamara en París el que me ha proporcionado espasmos oculares, y más al leer comentarios como "estoy engordando porque la cocina está muy cerca del salón". Esta chica es toda una eat girl.

Ni Isabel Presyler ni Tamara Falcó estuvieron en el cóctel. Una pena. Lo que hubiera dado yo por ver de cerca la cara de la filipina sin el photoshop que le mete ¡Hola!. Ni nadie de los Colonques, de Porcelanosa, por lo que me quedé con ganas de pedir que me incluyeran en la próxima excursión VIP a la campiña inglesa. Ese viaje en el que ejerce de anfitrión el Príncipe Carlos y no faltan invitados de postín como Cayetano Martínez de Irujo o Cristina Macaya.

A falta de Isabel Presyler, las estrellas fueron Juan Roig y Hortensia Herrero. A los mandamases de Mercadona los invitados los contemplaban como se miran los escaparates de Tiffany's, sin entrar... hasta que Mayrén Beneyto se acercó y les saludó con soltura. A partir de ahí todos se los rifaron. Como son simpáticos y discretos, caen bien (bueno, a mí por lo menos me caen bien). Y es que la fiesta de aniversario de ¡Hola! logró sacar de sus cuarteles de invierno a gente que se prodiga poco en las fiestas como el dueño de Melones Bollo, José Vercher, el notario Alfonso Maldonado, el chef Ricard Camarena, Mayre Girona, Menchu Trénor y Maity Moróder abrigada con una capa roja muy llamativa.

Cerca del photocall, que reproducía una portada de la revista para que los invitados se sintieran por un día famosos, se concentró un triunvirato de elegantes formado por la condesa de Altea, Carmen Topete, Mª Isabel Aliño y Charo Font de Mora.  Más invitados: estaba la diseñadora de moda Marta de Diego, el empresario Vicente Lacomba y su mujer Amparo Morte, Laura Fitera, Sonsoles Gómez-Torres, Ana Brugger, Rocío Andrés, la estilista María Cosín, la diseñadora de joyas Sally Corell y una buena representación del sector masculino como el notario Carlos Pascual, el interiorista Carlos Serra. En resumen, un fiestorro divertido con decoración floral de La Tartana, catering exquisito de La Sucursal, gente guapa, carne de crónica, bulto y frufrú.

EXPOSICIÓN DE MARISA CASALDUERO

Y de la crónica de ¡Hola! salto rauda y veloz a la presentación de la exposición sobre Marisa Casalduero en el Centro del Carmen. Una muestra que ha sido posible gracias al trabajo de la comisaria Marisa Giménez y de Juan Ramón Bertomeu, viudo de Marisa Casalduero, que han organizado una retrospectiva que recorre tres décadas de andadura artística de esta pintora, nacida en Valencia en 1961 y fallecida en agosto del pasado año.

Además de pinturas, lo que predominó en la noche de inauguración fue el calor. Calor ambiental y calor metafórico gracias a los aplausos que el público le dedicó a Guillermo Serrano, el hijo de Marisa Casalduero, que leyó un emotivo discurso. Guillermo estuvo arropado en una noche tan especial por su padre, el notario Chimo Serrano y su mujer Sarah Guazo, además de un montón de amigos entre los que se encontraban los abogados Francisco Vallés y Francisco Soler, el economista Fernando Giner de Casa Caridad y su mujer Merche, la diseñadora de joyas Sue Ibars y su marido Mario Ruiz, los doctores Chimo Xisiona y José Vicente Giménez Lorente con sus esposas, además del ingeniero Pepe García de la Cuadra, el interiorista Salvador Villalba, Raúl Poveda, Miguel Arnedo, Mónica Vives, Carmelo Coll, Coté Soler, Inma Villar, Patricia de Wit y Amparo Berenguer.

También asistió el dueño del Café de las Horas, Manuel Castillo, y un nutrido grupo de artistas entre los que se encontraban Rosa Padilla, Aurelia Villalba, Luis Armand, Fernando García del Real, Javier Chapa, Carmen Ortiz, Quique Marzal y Felicia Puerta.

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