VALENCIA. El próximo anuncio del Suzuki Vitara se ha rodado en Málaga. La ciudad andaluza no fue la inicialmente elegida por la agencia de publicidad. La primera opción era Valencia. El rodaje iba a tener un presupuesto de más de 200.000 euros e iba a dar trabajo a cerca de una veintena de profesionales de la industria audiovisual valenciana. Sin embargo, la agencia desestimó Valencia ante las trabas burocráticas que planteaba el Ayuntamiento.
Así lo relata el productor valenciano Vicente Artal, que iba a formar parte del equipo de rodaje del anuncio. Habían seleccionado tres localizaciones: Plaza Collado, Calle Navellos y Plaza de la Reina. Según relata, a la agencia le daba miedo que no se pudieran cambiar las localizaciones en el último momento, una práctica bastante habitual en este tipo de trabajos.
"Es por un tema de iluminación o por un criterio de dirección, pero se suele modificar una localización por otra de un día para otro. Preguntamos en el Ayuntamiento qué sucedía si teníamos que hacerlo y nos dijeron que debíamos comunicarlo con 15 días de antelación. A la agencia aquello le dio miedo. Cuando se lo explicamos a los funcionarios municipales, nos dijeron que trajéramos al director 15 días antes", relata.
En esa tesitura, la agencia de publicidad desestimó Valencia y prefirió rodar en Málaga, donde no encontraban tantas trabas. "El problema", explica Artal, "es que los cortes de calle dependen ahora del departamento de Vía Pública y nos tratan a los rodajes como si fuéramos un puesto de churros".
UNA NUEVA SITUACIÓN
La situación es nueva. Si bien nunca ha habido una Film Office que funcione de manera regular en la ciudad, "más o menos habíamos avanzado algo", comenta Nacho Sánchez de La Quadra. "La ventanilla había estado cambiando en los últimos años constantemente, pero habíamos conseguido que el personal del Ayuntamiento aprendiera a trabajar con nosotros [la industria audiovisual]".
Sin consultar con nadie el consistorio cerró la ventanilla de rodajes y trasladó las competencias a Vía Pública, explican los profesionales consultados. Un cambio burocrático que les ha sorprendido para mal y que se produce además en un contexto en el que, como comenta Xavi Crespo de Dacsa Producciones, resulta muy difícil conseguir atraer rodajes a Valencia. "Con lo mucho que nos cuesta que encima no podamos hacerlas...", se queja.
En este sentido, Crespo se muestra muy crítico con el comportamiento del consistorio valenciano. "Es que no entiendo esa burocracia, no sé a qué viene; entiendo que haya una normativa, pero la publicidad normalmente suele ser de un día para otro. Nosotros acabamos de rodar en Madrid y en cinco días nos han dado todos los permisos. En Valencia nos piden hasta un mes de anticipación. En algunos casos muy concretos puede ser, pero en otros es imposible", explica. "Yo entiendo que la Plaza del Ayuntamiento en cinco días no es suficiente, pero hay otras muchas localizaciones que podrían ser más flexibles", añade.
Ya ha tenido sus consecuencias en la de por sí maltratada industria audiovisual valenciana. Un grupo de productores que han creado una nueva asociación han previsto comunicarle el problema al director de CulturArts, José Luis Moreno, según desvelaba este miércoles el productor Ramiro Acero, ante el miedo que la situación vaya "a peor" y se puedan hasta perder rodajes de película. Quieren que interceda ante el consistorio para que se solucione un cambio administrativo que lo único que ha hecho es perjudicar a los profesionales.
"Nosotros nos hemos adaptado a la situación", explica Sánchez, "y en los últimos trabajos hemos buscado localizaciones que no nos obligarán a realizar trámites burocráticos. Pero eso no siempre es posible". La estimación que maneja es que en los meses que han pasado desde que se realizó el cambio administrativo se han perdido producciones por valor de más de medio millón de euros, un dinero que no se ha quedado en la ciudad.
Es el claro ejemplo de las Administraciones Valencianas. Si les sacas de 2+2, se hacen un lío y pueden tardar 2 ó 3 meses en darte respuesta. Y ante la duda, o esconden la cabeza o lo deniegan todo. Pero claro, si fueran amigos de algún político, tendrían hasta escolta.
Es que no saben hacerlo. Hay que hacer un registro de asociaciones (tramite rápido y sencillo, por internet) y darse de alta como asociación cultural fallera. A partír de ese momento todo serán facilidades. Podrán cortar calles; ensuciar, romper y quemar cosas, hacer mucho ruido, y la alcaldesa y su equipo estarán encantados de escucharles y atender sus demandas.
¡Hay que erradicar la industria audiovisual valenciana!, lo poco que quede ¡hay que quemarlo!.....Total, ¿a quién le interesa que se vea Valencia en televisión y en el cine?. Pandilla de inútiles....
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