MADRID. (EP) Restringir el acceso a los alimentos a entre ocho y 12 horas en lugar de permitir acceder de forma constante a la comida puede ayudar a prevenir e, incluso, revertir la obesidad y la diabetes tipo 2, según dos estudios que sugiere que comer con restricción afecta el equilibrio de las bacterias que se encuentran en el intestino.
Los autores del trabajo, publicado en 'Cell Metabolism', también encontraron que "días tramposos" ocasionales durante los fines de semana no deshacen los beneficios de una alimentación a tiempo restringido en los ratones en los que se probó este tipo de dieta.
En sus nuevos estudios, los científicos evaluaron la alimentación de tiempo restringido en ratones bajo diversos retos nutricionales. En los ratones alimentados con una variedad de alimentos de alto contenido en grasa y alto contenido en azúcar, la estrategia podría ayudar a prevenir el desarrollo de problemas metabólicos y sus beneficios fueron proporcionales a la duración del ayuno en los animales.
Anteriormente, estos investigadores, dirigidos por el doctor Satchidananda Panda, del Instituto Salk para Estudios Biológicos en La Jolla, California, Estados Unidos, encontraron que este tipo de alimentación de tiempo restringido puede ayudar a prevenir la obesidad causada por dietas ricas en grasas, pero no estudiaron sus efectos frente a otros desafíos nutricionales o la obesidad preexistente.
Curiosamente, los efectos protectores se mantuvieron incluso cuando los ratones tuvieron un "día del tramposo", es decir, cuando la alimentación de tiempo restringido se interrumpe temporalmente al permitir a los roedores el libre acceso a los alimentos durante los fines de semana, un protocolo que parece particularmente relevante para los humanos.
SE INVIRTIÓ LA PROGRESIÓN DE ENFERMEDADES METABÓLICAS
Por último, la alimentación de tiempo restringido detuvo o invirtió la progresión de enfermedades metabólicas preexistentes en estos animales, como la obesidad y diabetes tipo 2.
"Hemos visto que los animales alimentados durante entre ocho y 12 horas tenían una serie de beneficios de protección de la salud y terapéuticos en comparación con los que se les permite comer la misma cantidad de calorías de la misma fuente de alimentos en cualquier momento", resume Panda.
En un segundo estudio, los expertos examinaron los efectos de diferentes patrones de alimentación en las bacterias que residen en el intestino, que constituyen lo que se conoce como el microbioma intestinal y se sabe que afectan a los procesos metabólicos del cuerpo.
Panda y su equipo halló que el microbioma intestinal es muy dinámico, exhibiendo diariamente fluctuaciones cíclicas de las proporciones de las diferentes bacterias. La obesidad inducida por la dieta perturba muchas de estas fluctuaciones cíclicas de las bacterias, que fueron, sin embargo, parcialmente restauradas por la alimentación de tiempo restringido.
"Para los biólogos, esto ofrece un nuevo paradigma para comprender la etiología de las enfermedades metabólicas y el microbioma intestinal indeseable en los estilos de vida modernos marcados por patrones de alimentación irregulares", resalta Panda.
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