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MADRID (EFECOM). Alierta ha hecho estas consideraciones en una mesa redonda "Competitividad y crecimiento en España", organizada con motivo de 25 aniversario de A.T Kearney, en la que también han participado el presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.

En su intervención, Alierta se ha referido a las reformas y ha dicho que España "no se puede quedar dormida, las reformas son continuas y eso es fundamental para sobrevivir". El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha comentado que lo que diferencia a unas empresas de otras es el coste tecnológico y la innovación.

En el campo laboral, Brufau ha afirmado que España compite razonablemente bien en Europa y está mejor que Francia o Italia, y también en los referido a los costes de capital gracias a la caída de la prima y a una banca reformada.

Ha reconocido que hay "un antes y un después" a partir de 2009 cuando se empezó a destruir empleo de forma acelerada y "desgraciadamente" se ganó competitividad, y un "antes y después" desde la reforma laboral de 2012, que hizo más flexibles a las empresas.

Sin embargo, a nivel energético, cree que Europa ha perdido competitividad frente a otras economías, lo que puede conducir a la deslocalización de las empresas.

De hecho, el coste del gas natural en Estados Unidos es 3 veces menor y el de la electricidad 2,5 veces en relación con Europa. También ha reclamado esfuerzos contra el cambio climático y más colaboración de otros países.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado durante su intervención que las condiciones de financiación tienen que ser excelentes pero sanas, ya que se viene de una crisis de sobreendeudamiento, y ha precisado que "el proceso de desapalancamiento debe continuar".

Asimismo ha indicado que España tiene un esquema de financiación demasiado dependiente de los bancos y que es bueno un proceso de desintermediación que lleva tiempo, al igual que lo son todos los avances de cara a la unión bancaria.

Además, ha sostenido que la reestructuración del sector bancario debe continuar y ha defendido el crecimiento de la generación de nuevo crédito y la necesidad de un sistema financiero cada vez más potente.