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VALENCIA. El hispanista británico Paul Preston ha considerado este martes que "si hay dos Españas hoy en día es la España de los que viven bien y los que viven mal, la de los que todavía tiene fe en la clase política y la de los que se dan cuenta de que por inercia, incompetencia y corrupción poca fe se puede tener en la clase política".

Preston, con motivo de la conferencia que pronunciará en Valencia para presentar su último libro El final de la guerra. La última puñalada a la República en la Fundación Cañada Blanch, ha anunciado que su próximo trabajo se centrará en "la incompetencia y la corrupción de la clase política" en España. Al respecto, ha apuntado que esta misma división sucede en la sociedad británica y en toda Europa donde "esta gran división está creando una situación que podría explotar y pasar cosas dramáticas".

Así, se ha referido a la situación generalizada de paro juvenil, de empleo precario, de recortes en los servicios básicos que "no serían necesario si los que tiene que pagar sus impuestos los hubieran pagado" y a la distribución actual de la riqueza actual que ha llevado a que 85 personas "tengan una riqueza personal igual al resto del mundo". "No digo que vaya a pasar algo mañana, ni mucho menos, pero es una situación potencialmente explosiva", ha advertido.

En esta línea, ha evidenciado que en "casi todos" los países europeos tenemos una clase política "tan autocomplacidos y contentos de sí mismo que alucinas", y de hecho ha considerado que el auge de Podemos es "un síntoma de la frustración de la gente con esa autocomplacencia, incompetencia, arrogancia y corrupción de los políticos".

Asimismo, este estudioso de la República y la Guerra Civil ha señalado que también le "indigna" que haya familias españolas que todavía no puedan exhumar los restos de sus familiares, como el caso de Teófilo Alcorisa, conocido como 'el padre del Guerrillero', ahorcado en 1947 y enterrado en una fosa común del cementerio municipal de Valencia. "Las razones que se dan suenan a excusas. El coste siempre es una buena excusa", ha constatado.

Al respecto, ha apuntado que para el Gobierno actual la falta de fondos es "muy buena excusa" para restringir las exhumaciones y ha cuestionado que ofrezca "mucha colaboración" a la Justicia argentina en los crímenes del franquismo. Además, ha apuntado que "todo lo que pueda pasar legalmente" gracias a la ley de memoria histórica "está controlada" por la Ley de amnistía del 77. Con todo, ha destacado: "el tiempo lo soluciona toda".

"EL PEOR FINAL POSIBLE"

El director del Centro Cañada Blanch de la London School of Economics ha presentado en Valencia su última obra en la que desgrana minuciosamente los últimos meses de la Guerra Civil y analiza el golpe de Estado del coronel Casado en marzo de 1939 contra Juan Negrín, presidente del Gobierno de la República, y que llevó "al final peor posible" de la contienda, de "un final evitable que costó muchos de miles de vidas y arruinó decenas de miles más".

Preston ha narrado que lo "más doloroso" de revisar esta historia, además de las tragedias humanas a las que ya tuvo que hacer frente en El holocausto español, fue "darse cuenta de la falta de moralidad y de la calidad humana que buscaron "el salvase quién pueda".

Así, en sus más de 300 páginas revisa al denostado históricamente Juan Negrín, quien retrata como un dirigente de "una talla humana increíble" que pese no haber querido meterse en política "creó el Estado republicano por sus aptitudes como gestor frente al Ministerio de Hacienda".

El profesor explica que el último presidente del Gobierno republicano, el socialista Juan Negrín, trató de ganar tiempo para poder negociar "una paz sin represalias" e idear planes de evacuación. Pero, "el cinismo, la arrogancia y egoísmo" del coronel Segismundo Casado le llevó a acordar con el franquismo "acabar cuanto antes" e impidió una organización para la evacuación. "Casado trabajaba para Casado", ha afirmado Preston ante las sospechas que siempre ha habido de que fuera un "agente británico" ante "el retiro dorado" que le dio Londres.

El último personaje del trío que centra este estudio es Julián Besteiro que al actuar con "una asombrosa ingenuidad" no impidió que el resultaron de la Guerra Civil fuera "una catástrofe humanitaria y pero final posible para la tragedia que fue la guerra de España". "Todas las Guerras Civiles siempre acaban mal. lo que une al bando vencedor y lo que desune al perdedor es la búsqueda de culpables", ha señalado.

En cualquier caos, ha apuntado que, como giri inocente, le "alucina" cuando gente de este país "aún defiende que el régimen de Franco era legítimo" y ha señalado que en Alemania "nadie se atrevería" a defender así al régimen de Hitler ni a sus actuaciones. Al respecto, ha señalado que el Franco impuso "una de las dictaduras más crueles y sangrantes y que proporcionalmente no iba a la zaga en cuando a Hitler respeto a población represaliada". "Franco está en el top ten", ha constatado.