VALENCIA. Las enseñas de la Valencia a lo hype cambian a la velocidad del neutrino. Esas pequeñas trazas que generan ensoñaciones chungas (como creerse que estamos en Copenhaguen) se renuevan que es un primor. Novedades en la era valenciana de 'La Más Bonita'. Lugares que declaran su amor al café, cafés vinculados a Benetton y garitos que son bici-cafés. Es noviembre y han entrado en el top 10 de la escena.
Hipsterófobos abstenerse. Si por ver unos paraguas colgando del aire, una bici sostenida en la pared o unos mapas colonizando la sala vas a poner el grito en el cielo, atrás. Que tampoco es para tanto y a nadie le viene mal una cierta dosis de placer culpable. Si bien nos solidarizamos con su posible hartazgo.
Últimas novedades en el campo de la modernor urbana, en las que suena el radar al activar el Tinder/Grindr de los apeaderos de hoy. Las nuevas hijas de esta generación. Pura carne de Pinterest. Detrás de ellos, tipos que volvieron tras viajes iniciáticos o que directamente eligieron Valencia llegando de latitudes distintas. Una ciudad abriéndose en canal a la influencia de sus nuevos habitantes jóvenes. Nombres comerciales en inglés y, sobre todo, una declaración casi editorial de intenciones. No basta con abrir un café; debe contar cosas.
En un territorio arábigo, con la legendaria Boucherie Al Rahma, el súper árabe, sirviendo de paso fronterizo en la calle Sueca, se llega a la de Buenos Aires, todo un corralito de colmados. En el número 3 estaba la tetería Ain Al Russafi, pero cerró. Su zaguán, su patio y su salón se abren hoy para recibir a Bluebell Coffe Co., un acto de devoción por el café, tratado con solemnidad. Aquí los cafés, pídalos sin edulcorante. "Lo que nos produce más subidón es que nos pidan espressos sin azúcar", reseña Marián Valero. Un devoto sudafricano en sus vacaciones en Valencia estuvo visitándolos cada día, afectado por una evolución del síndrome de Stendhal: "Era un amante del café. Nos encontró por internet y el primer día que vino apareció con una pierna escayolada y nos dijo que había estado andando con sus muletas durante 3 horas hasta llegar a nuestra cafetería. En los días siguientes, mientras su familia e hija visitaban la ciudad, él pasaba entre 3 y 4 horas en Bluebell comiendo y bebiendo café con nosotros".
Bluebell huele a la Marzocco, máquina mitológica de hacer espressos. El patio, como el de las casonas viejas donde se jugaba a la vida, es el corazón de esta tierra. Atienden las hermanas Valero, Marián y Yolanda, el francés Erwán, Laura, Agnés, el polaco Wojtek, barista que vino de Cracovia y que cada café lo cuenta como si estuviera escribiendo una novela. "No te pongo azúcar porque...". En un viaje a Montana, cuando Marián vivía en los USA y cabalgaba a lomos del blues, probó el café definitivo. "Lo tuestan sabiendo bien qué hacen, lo preparan de una manera extraordinaria. Al volver a casa las hermanas descubren que a los cafés, como a los humanos, no conviene tratarlos a todos por igual. Y se ven inmersas en el movimiento cafetero la "Tercera Generación".
Desde que fue abierto, hace unos meses, el 70% de la clientela son extranjeros que "teclean en Google cafeterías Third Wave". El idioma más hablado es el inglés. Aunque ahora hay una pareja en la mesa de mi lado debatiendo en castellano sobre cómics. Estoy por llamar a Javi Cavanilles para que baje a dar una lección. El barista Wojtek me habla de la preparación del café con métodos alternativos: Chemex, V60, café al vacío... Un señor lee el periódico y pide su espresso al otro lado. "No te pongo azúcar porque...".
Más hermanas, más influjo USA, más diferenciación para que el negocio vaya sobre ruedas. ¿Os acordáis cuando se estilaban las librerías café? En el área Mestalla, cerca de los Babel, calle Antonio Suárez, abrió en junio DandyHorse y los vecinos se empezaron a hacer preguntas: "¿es una tienda de bicis o es una cafetería?". Y resultó que las dos cosas. Las hermanas Amador de Bernardo, Sara y Celeste, cuando buscan camareros necesitan que sean también técnicos de bici. O al revés. Como Eliseo. Rememoran aquella tarde donde "nos vino una mujer que quería vender una bici y un hombre que quería compra una. Les introducimos y ahora son algo más que amigos". Ir al taller y cafetear ahí mismo. "Quienes vienen nos dicen que no han visto nada igual". Normal.
Es aparcamiento, es taller, es punto de venta. Sara y Celeste son un dúo que ha vivido en Houston, Italia, México, Portugal o Baréin (donde daban clases en una escuela británica), hasta llegar a Valencia con su Dandy Horse, el nombre del primer vehículo de tracción humana inventado en 1817 por el barón Karl Christian Ludwig Drais von Sauerbronn. Les vieron a unos amigos ingleses su bici café en Serbia y quisieron tener uno. Llamaron a su tío Juan Carlos, que barajaba abrir un taller de bicis. Seis meses después, el Dandy abría. Mecánica y comida, tartas y cadenas. Bienvenidos al 2014.
Y volver a la calle Denia. Chris y Marcos, Marcos y Chris, se plantaron en la ciutat hace tres años por una Séneca, uno desde Gran Canaria, el otro desde Mallorca, y se hicieron fuertes entre nosotros hasta alumbrar un destino capital de la nueva hornada. Hay muchas bombillas, como gusta en este destino (hola Rus), estructuras de palé que no falten y un patio de posibilidades selváticas con cubierta de paraguas. Cualquier hogar con buen patio es automáticamente un bonus en nuestro cajón de afectos. Esto es Unhate Café.
Los dos futuros empresarios andando juntos se apuntaron al concurso Unemployee of the year, de la fundación UNHATE (perteneciente a la marca italiana Benetton). "Sustentará 100 proyectos presentados por jóvenes sin empleo de todo el mundo", les dijeron. Y fueron uno de ellos. "Había que subir un proyecto a la página de la fundación, que generase empleo y estuviera estrechamente ligado a los valores de la fundación (ir en contra de la intolerancia, discriminación...)", cuentan Marcos y Chris.
Si para una web el tiempo de permanencia es el dorado, en esta alcoba del ocio es la norma. "Todos nuestros clientes suelen quedarse horas en nuestro local". En uno de los rincones se acumulan postales enviadas por los visitantes al Unhate, dando continuidad a su visita, alargando el contacto. Marcos y Chris contestan a cada una de ellas. "Unhate post you". Decíamos en la entrada que no basta con abrir un café, que hay contar cosas...
Bluebell Coffe Co., Dandy Horse y Unhate Café. Nuevas muescas en la Valencia de la modernor. Porque en ocasiones necesitamos sentirnos golpeados por las olas de lo cosy.
ESTA TODO MUY BUENO.. SON MUY AMABKES¡¡ MUY GUAPOS¡¡¡ ES MULTINACIONAL¡¡¡ SE HABLAN TODOS LOS IDIOMAS¡¡
Me encanta el artículo, y como el barrio de Russafa, en el que vivo va cobrando cada vez más vida con estos locales!!! Como siempre Vicent Molins nunca defrauda! :)
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