VALENCIA. Entre los músculos de Madonna, ver a Lady Gaga escupiendo sangre en la entrega de los MTV o los estilismos drag queen de Cher, me quedo con Alaska. Como icono gay me inspiran más sus disfraces de Morticia Adams que una legión de maricas con uniforme de Gucci. Que no hay color. Puede haber photoshop pero color, no. Alaska es grande. Mitad pop, mitad folclórica, arrasa en los share y gasta amores con Mario Vaquerizo. Actualmente, ejerce de discjockey y tiene más poder de convocatoria que Melchor en la cabalgata de Reyes.
Perdonen que hable de Alaska, pero es mi debilidad. Este miércoles estuvo en Valencia para pinchar en la fiesta de inauguración de la nueva joyería de Aristocrazy. Para situarnos: Aristocrazy es la línea de la joyería Suárez de precios asequibles, algo así como el prêt-à-porter en joyería, con piezas que van desde 30 hasta 1.000 euros. Ya tiene un córner en El Corte Inglés, pero ahora un grupo de socios se lanza a inaugurar una franquicia en la calle Jorge Juan.
Visto que la convocatoria de la apertura iba a superar los cuatrocientos invitados, la organización decidió trasladarse al restaurante del chef Ricard Camarena del mercado de Colón. Y en una esquina oscura, con vestido ajustado, auriculares en las orejas y adornada con los mejores abalorios de Aristocrazy, Alaska animó el festorro en su DJ Set con temas ochenteros. Como el ‘Amante Bandido' de Miguel Bosé, clásicos de Michael Jackson o Raphael. Lo que demuestra, definitivamente, que los ochenta fueron un peligro, y no sólo por la guerra de las galaxias de Reagan y las pegatinas de Teleindiscreta. Sí, ya sé que lo de Teleindiscreta me ha delatado. Una comprueba lo mayor que es cuando sus amigas empiezan a tener hijos.
El caso es que los fans de Alaska se contaron por decenas y todos revolotearon alrededor de la diva. Otros hicieron cuerpo junto a Juan Suárez, Asistente Ejecutivo de Aristocrazy, y Emiliano Suárez, Director de Marketing, que ejercieron de anfitriones junto a los cinco socios de la nueva flagship store: el interiorista Carlos Busutil y la arquitecta Arancha Pérez del Estudio En Blanco, su hermano Daniel Pérez, y Noemí y Tamara Suárez que, aunque comparten apellido con el clan de los joyeros Suárez, no les une ningún lazo familiar.
Entre la riada de invitados fiché a Patricia Moreno Barberá, Sonsoles Gómez-Torres, María Cosín, Marina Arnal y su hija Marina, Bárbara Jiménez de la Iglesia, Rocío Andrés y Ana Brugger. En el capítulo moda saludé a los diseñadores Adrián Salvador, Lucas Zaragosí, Nancy Tarraso y Marta de Diego, los fotógrafos Misael del Rosario y Mara Cózar, las modelos Tamara Caravaca y Araya Frasquet, José Morales y Carola Castelos que presentará próximamente su nueva colección de joyas. Los ex directivos de Bancaja Julio de Miguel y su mujer Mª José Vilar Sancho, Vicente Montesinos y Fernando García Checa con Amparo Pous formaron pandilla.
Emergiendo por encima de la cabezas vi a Alfonso Roig y su mujer Patricia Bonilla, fresca y como recién duchada, charlando con Elena Ravello. No fueron las únicas que brillaron. Ahí estaban Rosana Oliver, Marta y Paula López, Elena Meléndez y Lucía Morales, con look en paillette total.
En la barra coincidí con el arquitecto Ramón Esteve, José Tamarit de la tienda Chapeau y su mujer Ana Varela, los odontólogos Alberto Cabo y María Muñoz, Julio Pascual y Paula Bernal, José Luis de Quesada, Javier Aguirre y Bárbara de Quesada, Marta Lozano, Teresa Andrés y Silvia Vilar de las peluquerías ‘Oh My Cut' con un peinado de trenzas muy a la moda. No faltaron tropocientas blogueras y cantidad de gentío juvenil. Lo que deja claro que las convocatorias ya no sacan de sus cuarteles de invierno a los padres, sino a sus hijos. A veces también hasta a los nietos.
Y paren máquinas: cómo nos lo pasamos en la fiesta de presentación de los nuevos modelos de los Smart. Los chicos de CuldeSac organizaron un festorro a lo grande en la antigua Imprenta Vila, una edificación industrial construida en 1908 que ha servido de escenario para películas y series (aquí rodó Berlanga 'Blasco Ibáñez'). Gran puesta en escena, decoración a base de cajas de cartón Rajapack, catering de Grupo El Alto, concierto del grupo valenciano Polock y, para terminar, musicón de los djs Kaspar & Hauser que pincharon subidos a una grúa.
Entre los asistentes, las bloggers Macarena Gea y Greta Borrás, Elena Jiménez de Juan Vidal, Juanma e Ismael de la Galería Espai Táctel, Vicent Molins, José Miguel Piquer, el arquitecto Álvaro Navarro, Isabel Aliño, los chicos de los estudios Sputnik y EstudiHac y Toni Calero, promotor del proyecto del Marina Beach Club. Además de nerds con zapatos caros, hispters con ropa vintage y muchos modernos que saben que la barba tupida ya no se lleva.
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