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GIJÓN (EP). El cineasta Luis Marías dirige a los actores José Coronado, Aida Folch y Leire Berrocal en Fuego, un thriller que aborda una venganza irreal contra un etarra que, tras su paso por el Festival Internacional de Cine de Gijón, se estrena este viernes en todo el país.

El protagonista es un policía que inicia una venganza contra la familia del terrorista que acabó con la vida de su esposa y que dejó en silla de ruedas a su hija, tras colocar una bomba en su coche. Según destacó Coronado durante una entrevista concedida a Europa Press, ha interpretado este papel con "respeto" por la "complejidad del personaje" y por el "telón de fondo".

Tal y como describe, esta película es "síntoma" de que esos "tabús" se están empezando a "derribar" y de que se pude hablar de un "conflicto que está en vías de superarse". Eso sí, con "todo el respeto de los protagonistas de esta película, que son las víctimas de la barbarie", aunque con "un optimismo" de que existe "un sentir popular en la calle que es muy diferente al que se vivía hace diez o quince años". "Hay muchas ganas y posibilidades de pasar página", señaló el actor en referencia a la violencia de ETA.

El intérprete está "convencido" de que la película será "bien recibida", puesto que es "objetiva e imparcial, y está contada por un bilbaíno de pura cepa". "Siempre habrá descerebrados extremistas tanto de un lado como del otro, que pondrán pegas, pero eso siempre se ha sabido y se sabrá", admitía. Esta no es la primera vez que Coronado participa en un filme sobre ETA y por ello se ha documentado "hasta la saciedad". Ya llevaba la "lección aprendida", aunque aquí además ha tenido a un director que "conocía el tema perfectamente". Aunque tuvo "libertad absoluta" para desarrollar al personaje, tuvo que seguir ciertas pautas: "Contención y mostrar solo ciertos matices".

El director de Fuego, Luis Marías, indicó por su parte que su "principal reto" con esta cinta había sido "entender a todos los personajes que aparecen en la película", aunque no compartiera "sus creencias". "La esencia de la película era plantar una historia en la que el espectador se pudiera situar en el papel del otro", dijo Marías, algo para lo que opina que el cine es "muy útil": "Te sientas en una butaca, las luces se apagan bajas la guardia y te metes en otra historia".

Marías señaló también que "la violencia terrorista ha terminado", pero era consciente de que "quedan muchas heridas abiertas". Así opinó que "mirando al futuro, que es adonde dirige la mirada esta película, se necesita aceptar el dolor del otro", algo que hasta ahora, a su juicio, "no ha ocurrido".

Para Aída Folch, quien interpreta a la hija del protagonista de Fuego, el reto físico de "no tener piernas" fue lo más complicado de este rodaje. "No sabía que se siente al levantarte y verte así, cómo funcionan las prótesis, de la silla de ruedas, como es tu vida, lo que se te complica y lo que dependes de los demás", dijo. Para ello, estuvo practicando con gente que le ayudó a aprender a andar y a abordar la "dimensión psicológica" que supone vivir sin las extremidades inferiores.

"El personaje es una persona muy frustrada que no se acepta a sí misma, que tiene una relación con su padre enfermiza, que de algún modo buscará la supervivencia, una vida mejor. Al contrario que su padre, una persona llena de venganza, e rabia y rencor, ella tiene esperanza", destacó.