VALENCIA. La polémica por la supresión de la sala dedicada a Miquel Navarro en el IVAM puede tener sus días contados. Tanto el director del instituto, José Miguel G. Cortés, como el escultor de Mislata han evidenciado en las últimas horas un acercamiento de las posturas. Tras la bronca inicial, Cortés se mostró este viernes predispuesto a tender la mano y cerrar así el primer conflicto público que ha tenido desde que hace dos meses fuera elegido nuevo director tras concurso.
En declaraciones a ValenciaPlaza.com, Cortés aseguraba este viernes noche que estaba a favor de "buscar un acuerdo". En este sentido, el responsable del instituto dedicado al arte moderno dijo estar "dispuesto a buscar una solución para que todo el mundo esté contento". Así, remitió a la reunión del consejo rector que se celebrará el próximo jueves, y que ha sido convocada por la consellera María José Català con carácter extraordinario. "Hasta entonces", dijo, "no habrá más noticias".
Por su parte, Navarro también admitía que su deseo último es que su donación permanezca en el instituto ya que considera que es el sitio natural para que sea expuesto. "Yo la entregué con ese objetivo, que pudiera verlo la gente", afirmaba el artista, premio nacional de Artes Plásticas. "Yo no quiero llegar a tener que sacar del instituto las obras. Parece ser que puede haber una entente cordial", comentaba.
Con un tono poco o nada beligerante, tanto Cortés como Navarro abogaron por separado por resolver un conflicto que se desató el pasado martes cuando el director del IVAM anunció por sorpresa que iba a retirar la sala dedicada a Navarro en la galería 1. Dicha sala es la más importante del museo valenciano, se ve desde la calle, y es la que habitualmente se emplea para las exposiciones temporales más destacadas. Cortés sabe que cuenta con el apoyo de los conservadores del instituto, quienes consideran que ese espacio debería estar dedicado sólo a grandes muestras temporales tanto por su emplazamiento como por sus dimensiones.
A CATALÀ LE LLEGA EL CONFLICTO SIN SU VALEDOR EN MADRID
Gran parte de la polémica se ha suscitado porque ni en el proyecto que presentó en el concurso que ganó, ni en la presentación de la programación que hizo el pasado lunes al consejo rector, hizo mención a esta clausura. En la larga reunión que se celebró esa tarde se hablaron de muchas cosas, "la mayoría intrascendentes o burocráticas", según relata uno de los miembros del consejo rector, pero no se comentó nada del cierre de la sala.
El consejo rector estuvo además marcado por una ausencia destacada, la del hasta hora subdirector general de Museos Estatales, Enrique Varela. El alto funcionario de un tiempo a esta parte se había convertido en uno de los grandes valedores, sino el que más, de la consellera María José Català.
Varela habría sido sustituido en la Subdirección General de Museos Estatales por Miguel Ángel González Suela, si bien el nombramiento aún no es oficial. La ausencia llamó la atención de los miembros del consejo rector habida cuenta la importancia que había tenido Varela en el proceso de selección de director del museo.
Català es consciente de que no puede imponer nada al IVAM, ya que su director es completamente autónomo y por eso se ha ofrecido para "mediar" en este conflicto, ya que Cortés es el único que tiene capacidad para proponer cuál es el discurso museístico. Así, el malestar de la consellera no es tanto por la decisión en sí, según fuentes consultadas, sino por las maneras con las que se ha actuado. Igualmente, desde su departamento consideran que sería "un error" perder la donación de Navarro, de ahí que hayan lanzado propuestas encaminadas a encontrar una salida airosa para todos. Y Cortés estaría dispuesto a aceptar esa salida.
LA INFLUENCIA DE CONSUELO CÍSCAR
La situación en cierta medida recuerda al conflicto que se produjo ahora hace quince años, cuando Juan Manuel Bonet se opuso a la instalación de una escultura de José Sanleón en la explanada del instituto. Se trataba de la obra El esclavo. Sanleón decidió finalmente destruir la pieza en una actuación polémica y que acabó forzando la marcha de Bonet del museo valenciano al Centro Nacional Reina Sofía.
Según distintas fuentes, la ex directora del IVAM, Consuelo Císcar, ha sido en parte instigadora de un conflicto que se ha generado por los modos abruptos de Cortés. Para ello ha aprovechado la precipitación del nuevo director, quien no avisó a Navarro de su decisión con el debido tiempo ni buscó alternativas, que las hay, como resituar la donación en otra sala u ofrecerle una compensación simbólica como rebautizar una galería con su nombre. El ascendente de Císcar en todo este debate es notorio y el propio Cortés no tuvo reparos en señalarla directamente en el duro comunicado que emitió este jueves, en el que llegó a afirmar que el IVAM es "víctima de la anterior dirección".
A Císcar no le han gustado las declaraciones de Cortés el martes, quien afirmó que retiraba una de las muestras programadas por la anterior directora porque su coste cercano a los 300.000 euros es, dijo, "inmoral". Igualmente, le han irritado las críticas a su gestión que vertió el nuevo director del instituto, quien ha aprovechado que no hubiera ningún acuerdo cerrado legalmente para retirar, por ejemplo, la muestra dedicada al pintor valenciano Uiso Alemany. Cortés acusó a Císcar de "no ajustarse a Derecho" con su gestión.
Si bien existe cierto consenso en que retirar por completo a Navarro sería injusto e inadecuado, ya que se perdería una donación valorada en millones de euros, igualmente existe unanimidad en reconocer que el director es quien tiene derecho a decidir qué exposiciones se hacen y cuáles no.
La propia Català lo admitió implícitamente este viernes al recordar que en el consejo rector celebrado en abril de este año, en el que se trató el cese de la anterior directora del IVAM, se decidió también que la programación "quedaba sujeta a la decisión última del director" que saldría del comité de expertos. Es decir, era potestad de Cortés decidir si se mantenían o no las muestras apalabradas. Y más cuando no existían contratos.
LOS EX DIRECTORES PIDEN CALMA Y QUE VUELVA LA PAZ
El conflicto ha sorprendido a los ex directores del IVAM, algunos de los cuales manifestaron su preocupación. El exdirector y catedrático de Historia del Arte, Kosme de Barañano, pidió este viernes que se le diera a Cortés "confianza" y solicitó que "no se muevan más batallas".
Por su parte, Tomás Llorens, apuntó que "tener una actitud bélica no es lo que le conviene al IVAM tras todo lo que ha pasado estos años". "Hay que cerrar viejas heridas, no abrir nuevas; hay que aplicar un bálsamo que cure", dijo. Y añadió que a título personal le "entristecía" que se haya producido este "desencuentro".
Un conflicto que, en virtud de lo manifestado por los propios protagonistas, puede estar más cerca de su fin y convertirse al final en una mera anécdota. Al menos esa es la salida por la que todos abogan.
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