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VALENCIA. La nostalgia por el siglo XX, su moda y sus bicicletas  se dan cita el próximo domingo en la ciudad de Valencia. Con salida en las Torres de Serrano y llegada en el Puente del Mar, el paseo en bici con vestimentas de época cruzará las emblemáticas calles de la Plaza, San Vicente o Conde Salvatierra y sus organizadores esperan algo más de 300 participantes.

El encuentro no tiene ánimo competitivo y se inicia a las 11 de la mañana con 14 categorías en premios para fomentar el carácter estético y lúdico de la jornada. Entre estos ‘galardones', se encuentran el de la mejor indumentaria femenina y masculina y bicicleta, pero también al mejor grupo temático, bicicleta mejor restaurada, mejor bigote (que puede ser auténtico o postizo) y hasta mejor ‘pareja classic', entre otros.

Esta será, de hecho, la segunda edición en la que la ‘Tweed Ride' pasa a llamarse ‘Clàssic Ride' por una cuestión de registro de marcas. En esta segunda edición una preinscripción previa evitará que el reparto de dorsales retrase el inicio del paseo. A partir de ahí, las bicis de hasta los años 80 (incluidas) recorrerán 23 calles de la ciudad de Valencia y a la que también están invitadas las personas con movilidad reducida que pueden utilizar sus propios vehículos.

En el jurado concurrirán dos de los mayores coleccionistas de la ciudad en materia de bicis clásicas, Marcelino Ora y Francisco Pons. Además, la diseñadora de moda y experta en historia de la indumentaria Virginia López ayudará en los criterios más estilísticos de la jornada y los restauradores profesionales Ramón Navarro y Ramón Lloria (a la izquierda en la foto superior) también aportarán su criterio para los 14 premios. Lloria asegura que la intención de la organización es la de "perfilar cada vez más las categorías para generar un evento cada vez más interesante".

Lloria tiene uno de los seis establecimientos que están ligados a este encuentro, La Drasiana. El valenciano asegura que "la nostalgia está muy por encima de la moda en este movimiento. Le pedimos a la gente que por un día recupere el estilo de sus abuelos o sus padres, pero no con el ánimo de que se disfracen de nada, sino de que disfruten a través de este evento clásico".

La Petite Planèthè, El Artesanario, BR Bikes, Bicípolis, Bicicletes Restore-It y la citada La Drasiana son los talleres y tiendas en los que todavía se puede hacer la preinscripción para el evento. El coste es de 3 euros e incluye el dorsal, la chapa, una horchata a mitad de camino y un obsequio para el que han colaborado hasta 20 iniciativas privadas más.

Aunque Lloria reconoce que el evento ayuda a dinamizar el sector de la restauración y la compra-venta de estas bicicletas, "el camino por el cual llegamos a comprar estos vehículos interesantes es distinto", apunta Lloria. Aunque reconoce que desde la pasada ‘Tweed Ride' de 2013 ha notado "un aumento de movimiento en los talleres".

De hecho, Valencia, según Lloria, ha motivado "desde siempre el uso de la bici. Es plana y solo el puente de Giorgeta en el centro de la ciudad se eleva. Además, está el clima, que es inmejorable, y toda la tradición de l'Horta Nord y l'Horta Sud. Durante el siglo XX se han acumulado un sinfín de bicicletas de varilla, que son las que nosotros trabajamos, y que la gente restaura para encontrarse de alguna forma con su pasado".

De hecho, el restaurador instalado en la calle Poeta Altet del barrio de Benimaclet asegura que no le interesa "restaurar una bici que no pertenezca de alguna forma a quien la tiene. Me gusta trabajar con los vehículos que se vinculan personalmente a estas personas". Aun así, añade que quien las deja en desuso sufre también las inclemencias del clima valenciano "que las convierte en chatarra". No obstante, asegura que "no siempre hace falta una reparación integral, sino que muchas veces basta con una puesta a punto".

En este sentido, para Lloria el negocio online corre en una dinámica distinta: "de hecho, tiene una filosofía totalmente distinta. Nosotros necesitamos entender la historia que hay detrás de cada bici, recuperar las piezas necesarias y provocar ese disfrute que tenemos durante las concentraciones". De hecho, esas concentraciones suceden durante todo el año, aunque el próximo domingo será la que más personas concentre en la ciudad.