MADRID. (EP) Aunque el contacto entre los más pequeños y los gérmenes sea inevitable, los padres se plantean si en realidad existe alguna razón probada por la que se deberían evitar las guarderías y mantener a los niños en casa con medidas de higiene protectoras. "Cada vez que tengas un grupo grande de niños, tendrás gérmenes", señala Amy Sniderman, pediatra de la Clínica Cleveland desde la web de esta institución médica estadounidense.
Incluso en los centros infantiles más limpios, los niños de forma inevitable se llevan las manos sucias y los juguetes a la boca, frotan sus ojos o de cualquier manera cogen cualquiera de las enfermedades más comunes en las guardería.
Según señala Sniderman, estas infecciones más comunes son los catarros e infecciones de las vías respiratorias superiores, la conjuntivitis, la gastroenteritis (cuyo origen puede estar en una variedad de virus y bacterias) y la enfermedad de manos, pies y boca, que suele afectar a niños menores de 5 años y que incluye fiebre, erupciones y llagas en la boca.
Sniderman contesta desde esta plataforma digital dirigida a la población a las tres cuestiones que más plantean los padres en consulta:
1. ¿ENFERMAN MÁS LOS NIÑOS QUE VAN A GUARDERÍAS?
"Podría parecer así, al menos al principio", señala la doctora Sniderman, "pero la mayoría de los niños cogen los mismos gérmenes en un momento u otro".
Según un estudio del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos, hasta la edad de 3 años los niños que van a guardería enferman más a menudo que los niños que se quedan en casa. A partir de esta edad las tasas de infección se igualan.
En la educación infantil y en primaria, las tasas de infección en los niños que han ido a guardería podrían incluso bajar en relación a las tasas de aquellos niños que se quedaron en casa, que podrían entrar en contacto con ciertos gérmenes por primera vez.
"Desde mi experiencia, parece que los niños que no fueron a la guardería se ponen enfermos más a menudo cuando empiezan la escuela", señala la doctora Sniderman.
2. LA EXPOSICIÓN A LOS GÉRMENES A EDAD TEMPRANA ¿FORTALECE EL SISTEMA INMUNE?
En teoría, así es. Una vez que el niño ha estado expuesto a un virus, su sistema inmune está programado para combatirlo la próxima vez. El niño desarrolla anticuerpos para combatir esa variedad del virus en particular. Sin embargo, cada virus tiene múltiples e incluso cientos de variedades. Por este motivo, pillar un resfriado no evita coger otro más tarde, advierte Sniderman.
3. ¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES PARA QUE LOS NIÑOS DEJEN DE ENFERMAR?
La mejor opción es lavarse las manos. "Hay que animar a los niños a lavar sus manos, en especial antes de comer, después de utilizar el aseo o tras un cambio de pañal y tras tocar alguna cosa en un lugar público", señala Sniderman.
Las vacunas también son importantes, añade la pediatra. No evitarán los virus comunes pero pueden proteger de enfermedades graves como la meningitis y algunos tipos de neumonía. Las vacunas de la gripe pueden mantener a raya esta infección y la vacuna del rotavirus evita al menos una clase de gastroenteritis.
"Pero los niños se pondrán enfermos en algún momento. Los padres deben aceptar que no pueden proteger a sus hijos de toda enfermedad, estén o no en la guardería", concluye la doctora Sniderman
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