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VALENCIA. Hace poco más de un año el Gobierno autonómico de Alberto Fabra orquestó una reunión de "la sociedad civil valenciana". Ninguno de los allí encontrados es el foco de un objetivo entre lo documental y lo artístico en el que trabajan Vicent Molins y Eva Mañez, ambos colaboradores habituales (como periodista y fotógrafa) del grupo Ediciones Plaza, S.L., que edita este diario digital.

La iniciativa fotográfica surgida del habitual trabajo conjunto de estos dos profesionales se cuela entre los surcos de los barrios más agitados de Valencia. "Es la sociedad civil más de andar por casa", en palabras de Molins, que asegura que el proyecto ‘Qui és qui' "quiere que los barrios se vean en el espejo".

En referencia a lo fotográfico, Mañez trata de capturar en un instante el estado de ánimo de estos personajes. "Hacemos preguntas a bocajarro, sin previo aviso", apunta Molins. Es en ese momento, cuando se genera una grieta en la personalidad a retratar, cuando la cámara se dispara y captura la genialidad de una ciudad con grandes historias que contar, pero con un importante déficit de las mismas en los medios tradicionales.

De hecho, el proyecto reivindica también ese conocimiento popular de los personajes más urbanos: "la mayoría nunca tendrán repercusión pública y corren el riesgo de quedar encapsulados en su entorno". Además, ‘Qui és qui' entronca con un momento de actualidad para la ciudad que Molins destaca: "cada barrio intenta tejerse su visibilidad". Molins incide en que tanto él como Mañez perciben "una ciudad que tiene ganas de verse las caras, de conocerse mejor y reconocer vidas de novela que nos rodean como intuimos".

En este sentido, el proyecto también corre en contra de las herramientas de las que se aprovecha: las redes sociales, en el sentido de esa percepción perdida del entorno por la comunicación instantánea y online y el encanto creciente que -también se percibe en los medios- van sumando los barrios y sus gentes, toda vez que los cierres de comercios locales y la gentrificación se aceleran.

DE LO ‘ONLINE' A LA CALLE

Si la calle es la localización que ofrece la materia prima del proyecto, a los dos responsables de ‘Qui és qui' les preocupa mucho que éste tenga "escapadas físicas". La primera de ellas será el certamen artístico-urbano Intramurs: "con la vocación de que para todos sea una manera de vernos las caras, de verle el rostro a Valencia", añade. Pero quizá su primer impacto, el más inmediato y contagioso llega gracias a "la capilaridad online, porque ‘Qui és qui' tiene continuidad diaria en Internet".

Molins se mueve entre las bambalinas de la escena. Lleva el grueso del cuestionario y se queda con las frases que generan la instantánea. También se ocupa de seleccionar a buena parte de los personajes, aunque Mañez y su habitual trabajo de campo en las calles de la ciudad también nutren a una ‘cantera' que parece no tener límites por el momento. Aun así, todos los personajes son seleccionados por diferentes motivos: "admiración, pistas previas, misterio...".

El proyecto tiene una regularidad ambiciosa: "un personaje por día. Por el momento, en Intramurs expondremos las fotografías de 100 y la idea es que bascularemos en torno iniciativas expositivas en los barrios para atender a sus personajes", apunta Molins. Personajes que, por la fórmula en la que son presentados, distorsionan la realidad de clases y de roles: "hoy es un señor que vende máquinas de coser desde hace 20 años en el Carmen y mañana es Román de la calle".

Además, los personajes se presentan sin apellido, ‘desclasificados' en este sentido, pero sin olvidar que "es gente protagonista por algún motivo que en gran medida queremos que también sea descubierto por sus convecinos". Molins reconoce que ‘Qui és qui' también tiene carácter de juego urbano. Juego altruista, por cierto, ya que ambos creadores consideran que el enriquecimiento personal a través del proyecto bien paga el camino.