VALENCIA. Fue un día rojo. Rojo de verdad. Como los de Holly Golightly, pero sin el escaparate de Tiffany's. El IVAM enrojeció con el desfile Sangre Inédita, organizado por la agencia de comunicación NIL, en el que participaron los diseños de treinta modistas españoles. Una oda al color rojo sangre que interpretaron, cada uno a su manera, desde Amaya Arzuaga a Etxeberria, pasando por Virtudes Langa, Álex Vidal, Miguel Vizcaíno, Roberto Diz, Patricia Adam o Jaime Piquer. Con propuestas arriesgadas como la capa torera de cuero de Leandro Cano. Otras preciosistas, como el vestido con aplicaciones de Juan Vidal. Algunas novedosas, como el diseño con tejido de neopreno de Adrián Salvador para Siemprevivas. Y con las modelos maquilladas con la frente teñida de rojo. Como ‘Carrie' en la escena del baile de graduación cuando le cae el cubo de sangre encima.
No sé si la serie de vampiros True Blood o Halloween tienen algo que ver con la manía que les ha dado a los que dictan la moda de ensangrentarse. Quizá haya que remontarse a La matanza de Texas como referencia seminal. Sin irnos tanto en el tiempo, también Lady Gaga fue instigadora de la tendencia sagnant cuando apareció en los Premios MTV, apoyada en unas muletas, a la vez que la sangre empapaba su vestido blanco.
Aunque es verdad que en el desfile del IVAM lo más perturbador sólo se sugería. La sangre no llegó al río. Ni siquiera a la primera fila, donde se sentó la consellera Mª José Catalá, que se perdió las primeras salidas del desfile. Muy cerca estuvo el doctor Juan Antonio Murgui y Amparo Lacomba, que sacó su cuerpo serrano argentino de paseo. O la impecable Encarna Roig, con un bolso de la colección de Acosta. Casi tan bonito como el vestido de la diseñadora de Cayomalayo, Ana García-Rivera (rojo, por supuesto), o el de Ángela Plá, con un conjunto granate. También anoté la presencia del presentador de tv Ximo Rovira, la Secretaria Autonómica de Cultura, Julia Climent, Alfredo Esteve, Mª Dolores Climent y Maribel Vilaplana.
Y del rojo sangre al verde botella, el color de la fiesta que organizó la cerveza Alhambra Reserva 1925, una de las marcas icónicas de Mahou San Miguel. Un afterwork semiclandestino que se celebró en el Edificio del Reloj del Puerto de Valencia, junto al pantalán de los megayates (que yo sepa, nadie cayó al agua). Digo semiclandestino porque apenas unas horas antes descubrí el lugar exacto en el que tendría lugar el evento. Ya en la puerta, tuve que identificarme como miembro del Club AMMGP (A Mí Me Gusta el Pipiribipipi) y susurrarle al portero la contraseña: "Gregorio Samsa" (mi pequeño homenaje a Kafka).
Verónica Jordá y Regina García, que mediaron en la organización, recibieron a los invitados, un variopinto grupo de empresarios, gente del mundo de la moda, la televisión y el deporte. Porque no hace falta ser una pija con sobredosis de Sexo en Nueva York para disfrutar del afterwork. Este gran invento anglosajón, consistente en tomar algo al salir del trabajo, cuenta cada vez con un público más amplio en Valencia. Es lo que toda la vida hemos denominado ‘ir de tapas'. Pero ahora se sustituyen las mesas con manteles de papel y la atmósfera de merendero por locales bonitos, cervezas en botellas de diseño y música ambiente. En este caso, fue el grupo "Sweet Wasabi", liderado por la actriz Laura Pamplona, el que animó la velada con influencias de jazz, bolero y bossa nova. Y es que en días de feroz competencia, el éxito de las marcas y los establecimientos no sólo pasa por facturar bebidas y tapas que sepan bien. Para destacar hay que ofrecer emociones.
La convocatoria reunió al piloto y aspirante a F1, Roberto Merhi, al arquitecto Ramón Esteve, a empresarios como Moisés Juanes, Coqui Vallés, Pepe Parés, Juan Llorens y Borja Amigo, además de un buen listado de abogados como Javier Edo, Jesús Feliú y María Gómez-Polo. Vi entrar al notario Chimo Serrano con Sarah Guazo colgada del brazo y a los interioristas Francisca Casañ y a Vicente Montañana cogidos de la mano. En las conversaciones se habló mucho de ‘La Pechotes' y se decidió señalar la acidez como tendencia. Lo ácido, o lo agrio, siempre es difícil, de ahí que cuadre muy bien con los tiempos de crisis.
Más invitados. Carmela Ribes Soribes y las modelos Sara de Antonio, Karina Budek y Brigitta Bettina se llevaron el palmarés a las más bellas de la noche. También hubo mucha gente de la moda como los diseñadores Ana de Miguel, Isabel Rubio y Rafa Sánchez, además de Alejandra Montaner y el estilista Jesús Mocholí. Saludé a Corinna Heilmann y a Sara Romero y a hosteleros como Manuel Manzano, Guillermo Querol y Valentín Sánchez, que el próximo martes inaugura su nuevo restaurante, ‘Al Tuntún'.
En resumen: llenazo hasta la bandera, ambiente festivo y cerveza gratis en sesión continua. Comer, beber. De eso se trata, mayormente. Lo de rezar y amar es de otra película.
Preciosa fiesta-¡¡¡¡¡
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