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VALENCIA. Serena, la tercera película que Jennifer Lawrence y Bradley Cooper protagonizan juntos, llega este viernes en España rodeada del halo de malditismo que la ha convertido en un fracaso antes de su estreno. El carisma de su pareja protagonista y el talento de su directora no han sido argumentos suficientes para salvar un largometraje que parecía estar condenado desde que se inició su producción.

Las noticias en torno a los problemas de Serena se remontan a 2011. Entonces se rumoreaba que el director de la cinta sería Darren Aronofsky (El cisne negro) y la protagonista Angelina Jolie. El primero se centró en su megaproducción Noé (2014) y la segunda en Maléfica (2014, Robert Stromberg) y el proyecto cambió por completo.

Tras coincidir en El lado bueno de las cosas, de David O. Russell, el trabajo por el que Lawrence ganó el Óscar a la mejor actriz y Cooper fue nominado como mejor actor, actriz y actor se pusieron a las órdenes de la cineasta danesa Susanne Bier, ganadora de un Óscar por En un mundo mejor (2010), para llevar a la pantalla esta adaptación de la novela de Ron Rash.

Si bien fue la segunda película que rodaron juntos, los avatares de producción y, sobre todo, de distribución, la han retrasado hasta la fecha. Concretamente Serena se rodó casi un año después del estreno de El lado bueno de las cosas y un año antes que La gran estafa americana, también de David O. Russell. Ni el atractivo de su pareja protagonista ni su fama convenció a los distribuidores.

Desde diciembre de 2013 hasta mediados de este año, CAA, la principal agencia de talentos de Estados Unidos, organizó hasta tres pases privados en los que presentó tres versiones distintas de la cinta para intentar seducir a las principales distribuidoras.

Según uno de los ejecutivos que asistió a estos pases, "la película estaba tan remontada que no tenía ningún sentido". Otro de ellos, citado por The Hollywood Reporter en una información recogida por Efe, fue más lejos y aseveró que las actuaciones de los protagonistas eran "irregulares, particularmente el descenso a la locura de [Jennifer] Lawrence".

Finalmente Magnolia Pictures se hizo con los derechos sobre el filme en EE.UU. y ha decidido no presentarlo en las fechas habitualmente establecidas para los títulos con más opciones a los Óscar. Tras presentar Serena en el London Film Festival y después en Bombay, la película viajará por todo el mundo y se estrenará el 27 de marzo en las salas americanas, seis meses después que en Europa.

La historia de Serena se ambienta a finales de los años 20 y gira en torno a un apasionado matrimonio de recién casados formado por George (personaje que encarna Bradley Cooper) y Serena (Jennifer Lawrence). Ambos se trasladan desde Boston a las montañas de Carolina del Norte para poner en pie una empresa de extracción de madera. Tras unos duros inicios, conseguirán adaptarse a la nueva vida. Pero la felicidad se tornará en turbación cuando la protagonista femenina conoce que no puede tener hijos y descubre que su marido tiene un hijo ilegítimo, al cual decide asesinar.