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LA GRAN FRANQUICIA

Terminator celebra 30 años y cumple su promesa: Vuelve

C. A.. 28/10/2014 La saga regresa con Schwarzenegger en junio de 2015; curiosamente, Cameron no le quería como protagonista

VALENCIA. El 26 de octubre de hace ahora 30 años se estrenó en Estados Unidos Terminator (1984, James Cameron). Fue el primer gran éxito de su director y la consolidación en el firmamento hollywoodiense de Arnold Schwarzenegger. Ahora, tal y como dijo cuando pronunció a su frase más célebre, el 'I'll be back' que el Terminator espeta antes de destruir la comisaría de policía y que se ha convertido en cliché, la franquicia vuelve este próximo verano a los cines. El 26 de junio de 2015 llegará a las pantallas españolas Terminator: Génesis, la quinta entrega con su protagonista pero sin su creador, desvinculado de la saga desde la tercera película.

Si bien hoy está considerada como un clásico de la ciencia ficción y se halla de hecho entre las 250 mejores películas de la historia en el puesto 208 según IMDB, la producción de Terminator tuvo un devenir azaroso. En primer lugar, por su protagonista. Tal y como admitió Cameron en su día, el director se oponía a que la protagonizase Schwarzenegger, a quien despectivamente llamaba Conan. Fue el austriaco el que le convenció con su simpatía y sus dotes de seducción durante una comida que coronaron con unos puros habanos de los que tanto le gustaban al actor. Años después Cameron recordaba que tras fumar esos puros se puso malo y tuvo que vomitar. Aún así, perdonó a Schwarzenegger y le convirtió en el protagonista de una franquicia que se resiste a morir.

La propia financiación no fue fácil. Cameron sólo había rodado una película tres años antes, la muy mediocre Piraña 2 (1981), de la que siempre ha renegado porque, decía, le despidieron al poco de comenzar el rodaje y éste fue por completo responsabilidad del director de origen griego Ovidio G. Assonitis. Daba igual lo que dijera: Cameron tenía fama de ser mal director y nadie le quería contratar. Con el apoyo de su entonces pareja y después mujer, la productora Gale Anne Hurd, coguionista también del film, consiguieron reunir los 6,4 millones de dólares que tuvo de presupuesto Terminator y vencer las reticencias de los inversores.

Desde el mismo día de su estreno la película demostró tener hechuras de éxito, pero no todo fueron parabienes para Cameron. El director fue acusado de plagio y se vio obligado a incluir al escritor Harlan Ellison en los créditos. El argumento era muy similar a dos episodios de Más allá de los límites de la realidad, en concreto ‘Soldier' y ‘Demon with a glass hand', escritos por Ellison. El escritor, al oír hablar del argumento mucho antes de que se produjera, solicitó una copia del guión. No se le dio y se le negó la asistencia a los pases para críticos. Aún así logró colarse en uno y sus temores se confirmaron. Los cinco primeros minutos eran exactamente un calco de ‘Soldier', y muchas de las ideas de la película provenían de esta historia y de ‘Demon'. Incluso el concepto de Skynet parecía sacado de la novela No tengo boca, y debo gritar, publicada por Ellison en 1968. Finalmente la productora le abonó 65.000 dólares de la época y se le incluyó en los agradecimientos en los títulos de crédito.

La película recaudó más de 78 millones de dólares en todo el mundo. La historia, ya conocida, narra como un Terminator y un rebelde son enviados por un agujero en el tiempo desde 2029 a 1984 con objetivos diferentes. El robot, hecho con piel humana y de aspecto humano, quiere matar a Sarah Connor (Linda Hamilton) antes de que dé a luz a John Connor, líder de la resistencia humana contra las máquinas que dominan el mundo gobernadas por la inteligencia artificial Skynet. El rebelde, encarnado por Michael Biehn, intentará salvarla.

El éxito fue tal que parecía inevitable realizar una secuela. Cameron se negó y curiosamente optó por dirigir otra secuela, la de Alien (1979, Ridley Scott). La película se llamó Aliens, el regreso (1986) y le consagró de tal modo que pudo rodar la película que él más deseaba hacer, Abyss (1989). Esta superproducción, que fue un relativo fracaso, le llevó a volver a la franquicia Terminator y, finalmente, en 1991 veía la luz Terminator 2: El juicio final, una secuela que, como sólo ocurre en contadas ocasiones (El imperio contraataca, El Padrino II...) ha conseguido ser mejor valorada que la original.

Es la más taquillera de las cuatro entregas de la franquicia y es también la más apreciada tanto por la crítica como por los profesionales. Así, se encuentra en el puesto 39 de las mejores películas de la historia, según la biblia digital del sector IMDB, y atesora cuatro Oscars. Con una pegadiza banda sonora que incluía una canción de los entonces en boga Guns n' Roses, ‘You could be mine', se convirtió en un fenómeno de masas.

En esta ocasión el Terminator había sido reprogramado para proteger a John Connor de una nueva versión de los Terminator, el temible T-1000 hecho con mercurio que se puede transformar cual camaleón en cualquier persona u objeto con sólo tocarlo. Para el recuerdo, escenas de persecución como la del canal de Los Ángeles River o el salto desde un edificio del T-1000 en moto sobre un helicóptero.

La película recaudó casi 520 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo y se convirtió en todo un icono. Fue parodiada hasta por el propio Schwarzenegger en El último gran héroe (John McTiernan, 1993). Como anécdota local, los dobladores españoles reconvirtieron el ‘Hasta la vista, baby' original en ‘Sayonara, baby' sólo para España.

Pese a que estaba predestinada a ser un gran éxito, Cameron dejó escrito un final que cerraba la saga, de un cursi tan lamentable que visto hoy da vergüenza ajena. Sin embargo el productor Mario Kassar alteró el montaje y optó por una conclusión más abierta y épica, curiosamente más coherente con el resto del film y que remitía al final de la primera. No pensaba en términos narrativos: aspiraba a que le permitiera retomar la franquicia. En este caso, y de manera excepcional, la avaricia sirvió al arte.

Pero a pesar del éxito no fue hasta 2003 cuando se completó la trilogía con Terminator 3: La rebelión de las máquinas, una cinta en la que James Cameron se desentendió por completo de la franquicia. La responsabilidad de dirigir recayó en manos del artesano Jonathan Mostow, quien tan sólo logró un producto entretenido, sin más.

Recaudó 433 millones de dólares, gracias en buena parte al tirón de un Schwarzenegger que estaba a punto de iniciar su carrera como 38 gobernador de California. Pese a ello, la película palidecía en comparación con sus antecesoras. De nuevo la calificación en IMDB es esclarecedora: la más baja de la saga, un 6,4 sobre 10.

Terminator 3: la rebelión de las máquinas ya no contaba con Sarah Connor y se centraba en un John ya adulto, convertido en un marginado social. Salvo el apasionante final que daba sentido a toda la trilogía y cerraba el círculo, la película carecía de entidad y era una mera acumulación de escenas de acción; algunas brillantes, las más repetitivas. Muchos dieron por muerta la franquicia. Habría sido un buen final.

Hubo un intento fallido de realizar una serie de televisión con los personajes de la saga, Terminator: Las crónicas de Sarah Connor, en el que Lena Headey encarnaba a la sufrida protagonista. Igualmente, hubo una nueva entrega cinematográfica en 2009 con Terminator: Salvation (McG), la única película de la franquicia que no ha contado con Schwarzenegger.

El reparto estaba encabezado por Christian Bale (como John Connor) y Sam Worthington, quien encarnaba a un Terminator hecho con partes humanas, y la película estaba plagada de rostros conocidos como Anton Yelchin, Bryce Dallas Howard, Moon Bloodgood, Helena Bonham Carter o Michael Ironside. Inclusó contó con un cameo de Schwarzenegger. Con un presupuesto de 200 millones de dólares, recaudó 370, una cantidad muy por debajo de las expectativas del estudio. No era mala ni buena; simplemente, parecía no tener nada que ver con Terminator salvo la premisa de que las máquinas y los humanos están enfrentados. 

Ahora la saga intenta relanzarse con un Schwarzenegger en edad de jubilación (cumplió 67 años el pasado 30 de julio). El título de la nueva entrega será Terminator: Génesis y Cameron se ha desentendido de ella una vez más. Cuenta en su reparto con las presencias ya confirmadas del propio Scharzenegger, Emilia Clarke, Jason Clarke, Jai Courtney y está dirigida por otro artesano, Alan Taylor, responsable de Thor: El mundo oscuro. La filmación concluyó el pasado mes de agosto. Eso significa que, en apenas unos meses, el Terminator hará honor a su palabra y volverá.

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