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VALENCIA. Por segundo año consecutivo Valencia ha presentado su candidatura a la capitalidad gastronómica, y por segundo año consecutivo no lo ha logrado. El fracaso es indiscutible, más aun cuando el nivel gastronómico de las ciudades que nos vencen es claramente inferior al de Valencia.

Hace una semana, Cáceres obtenía el distintivo de Capital Española de la Gastronomía 2015, ni su mejor embajador, Toño Pérez, del restaurante Atrio, se lo esperaba 10 minutos antes de la decisión. Varios productos de calidad, una ciudad histórica y una buena lista de apoyos dentro del sector 'gastro', les ha bastado parar superar a la propuesta presentada por Valencia.

¿Qué es lo que ha pasado?

Lo primero que debemos tener en cuenta es qué es esto de capital española de gastronomía. Pues muy fácil, un 'invento' de una asociación de periodistas especializados en turismo (Fepet) y de la Federación Española de Hostelería. Vamos, que tampoco es para tanto, ganar o perder no significa tener mejor o peor cultura gastronómica, ni mejores o peores restaurantes o productos. Digamos que es algo más complicado.

Si analizamos el perfil de las ciudades que han ganado hasta ahora, Logroño, Burgos, Vitoria y Cáceres, es fácil darse cuenta que son todas ciudades del mismo tamaño y con las mismas potencialidades. Está claro que Valencia juega en otra liga, tanto en gastronomía como en turismo.

¿Es una estrategia equivocada presentarse a este concurso?

Tanto la decisión de presentarse, como el liderazgo de la candidatura, ha sido dirigida por la fundación 'privada' (el 50,34% de su capital es privado) Turismo Valencia Convention Boureau, presidida por José Salinas. Personalmente creo que esta historia de la capitalidad no es tan importante como la pintan, sobre todo sus organizadores, que cobran 120.000 euros de la ciudad que gana, aunque un montón de cifras sobre el impacto en la economía local digan lo contrario. En Valencia tenemos experiencia en estos juegos de cifras que intentan justificar errores estratégicos o torpezas de nuestros dirigentes.

Discutible o no, una vez tomada la decisión de presentarse, ¡había que ganar! y presentar el mejor dossier posible, ¿verdad? ¡Pues no! Comparando los dossiers de Valencia y de Cáceres las diferencias objetivas entre ambas ciudades quedan diluidas. Parece que la gastronomía de Cáceres está al mismo nivel que la de Valencia y que aquí lo único que tenemos es sol y paella. Algo ha pasado en la elaboración del dossier: ¿improvisación, falta de estrategia, exceso de confianza, consenso con cocineros?  ¿o es que los del jurado nos tienen manía?

Hace ya varios años que la gastronomía valenciana es la que más ha evolucionado del país y sin duda estamos en el foco de todo el sector gastronómico como un tercer polo de influencia entre vascos y catalanes. Congresos de gastronomía y proyectos editoriales buscan a nuestros profesionales, los galardones no dejan de llegar a Valencia, estrellas Michelin, soles Repsol, premios nacionales a cocineros, jefes de sala y sumilleres.

Está claro que todo esta fuerza no se ha sabido transmitir a los miembros del jurado en una memoria que terminaba en un anexo económico poco detallado y ambiguo, algo demasiado común en una vieja Valencia que se diluye sin remedio.

¿Cuál es la realidad?

Sin irnos muy atrás en el tiempo, podemos analizar lo ocurrido en los últimos 10 días: eventos, jornadas o aperturas del sector gastronómico en la ciudad de Valencia para valorar nuestra situación real y concluir que lo que importa es la iniciativa privada, el valor de profesionales que luchan por sus empresas. A pesar de lo que hagan los viejos gestores públicos, Valencia se puede consolidar como referente de la gastronómica mediterránea.

¿Quién debe liderarlo? La unión de todos será fundamental y el territorio nuestro valor diferenciador. Se trata de hacer cultura, primero dentro y luego fuera, dejando de lado las cifras y los objetivos a corto plazo. ¿Quien se apunta?

En los últimos 10 días

El espacio gastronómico del Mercado de Colón parece que ya se consolida, ¡ahora o nunca!, la apertura del Ma Khin Café de Steve Anderson ha levantado muchas expectativas, espero probarlo pronto. En pocos días abrirá allí también el muevo Momiji, que está llamado a ser el mejor de los japoneses de la ciudad, la mirada de su shusi-man Diego Laso así lo predice.

Los top chef Begoña Rodrigo en la Salita y Victor Rodrigo en Samsha revientan sus restaurantes con nuevos clientes que se acercan a la gastronomía de calidad gracias al tirón de la televisión. Valencia triunfa en la gastroTV. No se pierdan estas navidades Master Chef Junior, ahí lo dejo.

Dos grandes cocineros, tranquilos y muy valencianos se unen para cocinar a sus clientes fieles, Julio Colomer de Ciro y Vicente Patiño de Saiti. Sin duda lo que cocinan estos dos, no lo hacen en otro lugar de España, y esto no es nada fácil, señores, gastronomía valenciana auténtica a 30 euros. No se lo piensen.

Trabajo también de mucho valor el que realiza Belén en La Pitanza. Esta semana ha realizado una vertical con seis platos de arroz, sensacional el de pato, anguila y café. El restaurante Lienzo se renueva con su dirección gastronómica dirigida por María José Martinez y Juán José Soria.

Catas de lujo como las que han inundado esta semana la ciudad de la mano de Dicoval y del Grupo LVMH, con sus champagnes para los más sibaritas en el Hotel las Arenas o en el restaurante Vertical donde se abrieron botellas de Dom Perignon Rosé Vintage 2003 y, por primera vez en España, el exclusivo Dom Perignon Blanc P2 Vintage 1998, todo dirigido con la explicaciones de Xavier Monclús.

'Tasta la nit al mercat', en el mercado de Ruzafa, a reventar de gente a la que le interesa la gastronomía y que quiere que cocineros y profesionales les enseñen a comprar y a cocinar. En definitiva, a comer mejor.

Esto es solo una parte de lo que ha pasado en los últimos 10 días, todo lleno de gente apasionada por la gastronomía e impulsado desde iniciativas privadas. Según se sepa aprovechar esta fuerza, conseguiremos hacer que deje poso y que el tiempo pase para bien. Crear cultura entre todos y que esto no sea otra burbuja más, otro gran evento que deje más cadáveres que alegrías.

Les dejo dos preguntas para que quien quiera se las responda: ¿Qué define la cultura gastronómica de la Comunitat Valenciana? ¿y la de Euskadi o la de Cataluña?