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VALENCIA. El borrador del pliego de condiciones para la subasta de Ciudad de la Luz lleva redactado desde hace dos años. Las condiciones más importantes, si se vendía entera o por lotes, ya se han resuelto. Será por lotes, tal y como reclamaba la Unión Europea, para evitar la presencia de fondos buitres. Las dudas y matices son lo que están postergando la subasta. La Comisión Europea demora constantemente la salida a la venta con preguntas que el Consell tiene que responder.

Es tal el retraso que desde la industria audiovisual se ha llegado a especular con que esta subasta no tendrá lugar hasta después de elecciones. El motivo: una posible inquietud por parte de la administración valenciana por si la venta finalmente se formaliza muy por debajo del precio de coste, 265 millones de euros. De hecho ésa fue la principal condición que puso el comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, que saliera a la venta por el mismo dinero que invirtió el Gobierno autonómico en la construcción del complejo. Con eso precio de salida, dicen, es "imposible" que se venda en la primera puja.

La dilación ya ha tenido sus primeras consecuencias. Tanto los estudios británicos Pinewood como un grupo de inversores estadounidenses, que se mostró interesado por adquirir los estudios, se han apartado de la carrera, según confirmaron este jueves fuentes de la Conselleria de Hacienda. Igualmente, se ha diluido la candidatura española, auspiciada por el productor y director José Luis García-Berlanga, hijo del creador de los estudios, el cineasta Luis García Berlanga. Aunque el listado de candidatos es aún considerable, según señalaron estas mismas fuentes, el número se va reduciendo de manera paulatina.

En el caso de Pinewood, los estudios británicos están en proceso de expansión y han iniciado este verano unas obras de ampliación por valor de 200 millones de libras, tras ganar una apelación. Según informa la prensa del Reino Unido, el proyecto de ampliación, conocido como el Marco de Desarrollo de Estudios Pinewood (PSDF), duplicará los estudios existentes, sumando un total de 100.000 metros cuadrados de nuevas instalaciones, que incluyen 12 grandes escenarios, talleres y oficinas de producción. Ante esta circunstancia, la carambola que hubiera supuesto que Pinewood adquiriera Ciudad de la Luz tras denunciarla ante la UE se hace más inviable. Pinewood ya no necesita comprar los estudios alicantinos para crecer.

En este contexto toma más fuerza si cabe la candidatura de los estudios alemanes Babelsberg, la que se considera con más posibilidades entre los profesionales de la industria audiovisual, tal y como apuntaba el año pasado el diario estadounidense Variety. Los principales ejecutivos de los estudios alemanes han visitado al menos en tres ocasiones las instalaciones de Alicante y llegaron a plantear una opción de compra, si bien su primera intención era sólo la gestión, según ha podido confirmar ValenciaPlaza.com de personas que tomaron parte en las negociaciones.

Las cifras de venta estarían muy lejos de lo que habrían estado dispuestos a pagar los responsables de Babelsberg en primera instancia. "Puede que se haya enfriado un poco su interés, pero yo no los descartaría nunca", aseguraba este jueves una persona cercana a las primeras negociaciones. "Son los candidatos lógicos", añadía. Se da por segura su presencia en la puja final. De hecho, este jueves se admitía desde el Consell que estaban entre los posibles candidatos. La opción alemana sería una de las mejor valoradas tanto por los profesionales como por la propia administración.

Junto a los estudios Babelsberg se dispone de una propuesta "asiática", según la describieron estas mismas fuentes, que tendría ciertas garantías de salir adelante. La captación de los posibles candidatos la está realizando la consultoría Ambers & CO, empresa que fue absorbida por Ernst & Young. Aunque existen ya informes de posibles compradores y se han celebrado algunas reuniones para analizarlos, desde el Consell no quieren adelantar un listado concreto todavía.

Todas las candidaturas están a expensas, dicen, de la prontitud con la que se celebre una subasta que está bloqueada en Bruselas. La respuesta de la Comisión Europea no tiene todavía fecha y es esa indefinición la que más malestar está causando. De hecho, desde el Consell, aseguran las fuentes consultadas, "hay prisa por ventilar" el complejo, desembarazarse de una iniciativa que jamás se ha sabido gestionar.

"Ha sido un fracaso en todos los sentidos", admitía una de las fuentes consultadas. "Fracasaron las expropiaciones, no funcionó el modelo de negocio, Aguamarga fracasó y el complejo está en una situación patrimonial espantosa", enumeraba. Así pues la subasta, más que un mal, se considera una solución, la mejor salida. Pero ahora es Europa la que no tiene prisas.

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