VALENCIA. En Barón de Cárcer, esa avenida tan extraña que conecta y fractura Valencia con muchas partes, con cierta atmósfera irreal, la Galería Punto de los Agraït-Zaragozá hizo realidad desde el 72 el perpetuo intento, en lo que era un erial, de comenzar a elevar el perfil contemporáneo de esta nuestra ciudad. La obra de Adami, Arroyo, Barceló, Carmen Calvo, Chillida, Dalí, Equipo Crónica, Equipo Realidad, Julio González, Hockney, Lichtenstein, Man Ray, Joan Miró, Picasso, Renau, Saura, Tàpies o Warhol se apeó en Barón de Cárcer gracias a la voluntad inasequible de Miguel Agraït y su mujer, Amparo Zaragozá.
Y en Barón de Cárcer, su hijo, Nacho Agraït, siguiente generación en la saga, recuerda aquella vez en París, ciudad que les terminaría entregando la medalla de plata al compromiso cultural: "Estábamos en el museo Pompidou, había una inauguración y al llegar a la puerta el portero no nos dejaba pasar porque no teníamos entrada y se encontraba una visita oficial.
Le dijimos que nos la habíamos dejado, si era posible pasar... El portero se negó y en esos momentos la directora del museo pasó por delante y dijo: ¡cómo es posible que no dejéis pasar a estos señores, cuando son uno de nuestros colaboradores con uno de los grupos más interesantes del arte actual español! Una vez dentro nos agasajaron por la obra prestada de Equipo Realidad. Y diez años después nos entregaron la medalla de plata de la Villa de París a la colaboración de una galería al arte contemporáneo francés".
En la calle Bonaire, que es de esos pequeños reservados que se entrecruzan a las dos orillas de la calle La Paz luce la galería Luis Adelantado, en un edificio de varias plantas con aires de palacete moderno, y que toma el nombre del patriarca, ahora en México velando por la expansión internacional del negocio. Su hija Olga mantiene el vigor de la galería en Valencia, "mirando más que nunca al entorno y trabajando para él".
Desde la terraza, un mirador de la ciudad, donde la vieja Valencia se enmaraña y las antenas lucen como saetas, Olga Adelantado recuerda cómo fue vivir con un tótem del arte contemporáneo, en una casa bien parecida a la trastienda de un museo: "compartía mi cuarto con mi hermana María, y era una suerte de gimnasio lleno de estructuras con las camas flotando y una mesa larguísima para estudiar. El resto de la casa estaba llena de obras de arte que mi padre solía cambiar y muebles de diseño que hacían las delicias de nuestros juegos.
El pasillo que llevaba al comedor era lo que más me gustaba, porque se iba llenando de los dibujos y cuadros que los artistas dedicaban a mi padre, y ha terminado convirtiéndose en un muro de recuerdos, una especie de árbol genealógico que explica el paso de los artistas por la galería y los momentos vividos con ellos. Recuerdo especialmente a Susana Solano y sus largas conversaciones sobre arte; recuerdo cuando el mundo se paralizaba y tenía que dejar lo que estuviera haciendo porque era la semana de montaje e inauguración y había que ayudar en la galería; recuerdo construir junto con Cabrita Reis la gran torre de Babel que llegaba hasta el primer piso, conocer a Sophie Calle, trabajar en el mural de Ferrán García Sevilla...".
Ellos dos representan el relevo, la continuidad, la transición. En mayo pasado la Galería Punto estrenaba su nuevo espacio, Área72, ubicado en el subsuelo y destinado a dar cabida a artistas que nacieron a partir de 1972, año de fundación de la Punto. Esa noche Amparo Zaragozá, dama cómplice, madre de Nacho y Amparo Agraït, estaba especialmente presente: "fue la última que se fue de la mesa de agasajo a los coleccionistas y artistas. Al acabar nos dio su beneplácito diciéndonos: ya me puedo ir tranquila porque nuestro sueño está en buenas manos. Y a la noche siguiente nos dejó".
Si el otro día le escuchaba comentar a uno de los hombres fuertes de LaVac -la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunidad Valenciana, que preside Olga Adelantado- la ventaja competitiva de su disciplina en Valencia -por unión y cantidad- respecto a sectores culturales todavía más depauperados, fundamentalmente es por tipos pioneros como Miguel Agraït y Luis Adelantado.
Luis Adelantado vive en México al frente de una galería homónima que aprovecha la efervescencia del momento en el mastodonte norteamericano. "Las galerías se han internacionalizado mucho más si cabe, eso es una premisa incuestionable. Seguramente somos el sector que ha salido más de España difundiendo su trabajo y generando intercambio", dice Olga, su hija, artista antes que galerista. Las dos extremidades de la Adelantado unen a dos generaciones a través de los bastiones del DF y Valencia, "donde poco a poco voy dejando mi huella", y donde parece especialmente abierta a su lugar de nacimiento: "A mi modo de ver las galerías tienen más que nunca una función de vital importancia, que es mantener y alimentar el tejido cultural de su ciudad".
En la Galería Punto el alma rebelde de sus años setenta circunda el proyecto tras la vuelta de Amparo Agraït, después de dirigir Punto en Múnich y la apertura de Área72. "Nos estamos reinventando -manifiesta Nacho- tomando como referencia las acciones que realizaron mis padres en los años 70, los más difíciles, con una dictadura a la espalda y cuando no existían prácticamente galerías de arte contemporáneo en España. Nosotros nos enfrentamos a estos años con el mismo espíritu. Y con la templanza que nos da la experiencia de 40 años. Aquí vimos pasar muchas crisis, muchos profetas, muchos predicadores que nos decían cómo valorar el arte... Finalmente el ayer y hoy en lo esencial no cambia".
En el ayer, en casa de los Agraït solían haber sorpresas diarias. "Mi padre presentaba con la mayor naturalidad a artistas, críticos, coleccionistas, de la talla de Tàpies, Miró, Genovés, Saura o comisarios de la Bienal de Venecia, directores de museos, estudiantes o asistentes que hoy dirigen museos internacionales. Era sorprendente que los artistas cuanto más encumbrados o consagrados estaban, más humildes eran".
Ni uno ni otro, ni Agraït ni Adelantado, en plena continuidad de la saga, deslizan un solo lamento, sino más bien una ligera esperanza por ver a su ciudad ganar músculo artístico, en plena expectación ante el nuevo IVAM. "Mi padre", explica Olga, trazando el mapa mental de los suyos mientras la luz se cuela por las persianas, "siempre hablaba con cariño de la Galería Punto. También muy importante la labor de Tomás March, los primeros junto con mi padre en ir a la feria de Basilea; la Galería Charpa, El diente del tiempo...y por supuesto no puedo dejar de nombrar al IVAM".
-¿Qué consejo le daríais a quien os fuera a suceder?
-Nacho Agraït: Que es una carrera de fondo y que la locura no se cura. No hay vuelta atrás. Como dijo George Bernard Shaw: si has construido un castillo en el aire, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él.
-Olga Adelantado: Le podría decir que cada vez la profesión de galerista se parece más a la de artista o curador. Y que hay que seguir creyendo, que sólo se puede continuar si el arte forma parte de tu vida.
-¿Qué os han enseñado vuestros padres?
-Olga Adelantado: Con él he aprendido que la primera persona que tiene que apostar por su proyecto es uno mismo, sin dejar nunca de ilusionarse.
-Nacho Agraït: Me comentó que si alguna vez no podía dar una propuesta lo suficientemente innovadora y coherente, que cerrara la galería. En aquel momento me parecieron unas palabras demoledoras, pero el paso del tiempo me hizo comprenderlas y ver su sabiduría.
-¿Por qué debería ser importante el arte contemporáneo para una ciudad como Valencia?
-Olga Adelantado: Lo que me parece extraordinario del arte contemporáneo es que nos enseña a ser tolerantes. No podemos descalificar a nadie porque nadie tiene la respuesta correcta. Creo que el arte ahora más que nunca trata de cuestionar más que de responder, y eso me parece fascinante. Nos hace pensar, nos pide implicarnos y entender o rechazar. Seguro que eso es bueno para cualquier sociedad.
-Nacho Agraït: Escuchamos música actual y vestimos con vaqueros. No vamos con túnicas romanas. El arte contemporáneo es el lenguaje de nuestro tiempo. Con información y las motivaciones adecuadas podemos viajar utilizando todos los sentidos. El arte contemporáneo necesita de reflexión, y la sociedad valenciana necesita reflexionar. El resto de la respuesta os la dejo a vosotros.
Y, por supuesto a nuestra querida Amparo Zaragozá, coprecursora de Galería Punto,..
Ciertamente, en los tiempos que corren, es un esfuerzo considerable y loable por mantener a los artistas, los autorres, el arte... vivos,, en la calle, en las casas, en las galerías y exposiciones, en las personas, en nuestras retinas en definitiva. Un recuerdo al precursor M.Agraït e hijo Gracias y adelante!!
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