X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
Domingo 22 diciembre 2024
  • Valencia Plaza
  • Plaza Deportiva
  • Cultur Plaza
culturplaza
Seleccione una sección de VP:

Operación Triunfo: la insostenibilidad (española) del sueño americano

JORGE SALAS. 09/10/2014 Repaso al decadente balance del reality justo antes del concierto de Vega el sábado en Matisse

VALENCIA. A nadie se le escapa ya que la noción de "sueño americano" terminó por trascender sus límites y connotaciones geográficas cuando, de hecho, la cultura norteamericana se popularizó hasta el paroxismo en Occidente. A través del cine, la televisión, la literatura y la economía se exportó un concepto viciado de "sueño americano", muy distinto al original de James Truslow Adams en su ‘The Epic of America' de 1931; el nuevo sueño americano alimentaba el deseo, no ya de conseguir esa vida igualitariamente mejor que sostenía Adams, sino de hacerlo a lo grande. A lo Tony Montana en ‘Scarface'. A lo ‘Fame'. Efectivamente, la fama cuesta, pero no solo se paga con sudor, que diría Lydia Grant.

En la versión del sueño americano español que abrazaron los más de 130 concursantes de Operación Triunfo entre 2001 y 2011 entraban en una academia, o eso les dijeron; y se olvidaron de que formaban parte de un producto. Los alegres participantes de la primera edición del programa tenían una media de 22 años; en esa horquilla de amateurismo juvenil se movió el programa durante toda su existencia, llegando incluso a bajar en su antepenúltima edición hasta los 20 años.

Salvo casos contadísimos como el del norteamericano Chipper Cooke, tercero en la edición de 2008 con 34 años y un curriculum de más de una página en su país, el programa se nutría de juventud. De esa que aún cree en el sueño americano español. De la que piensa que los 15 minutos de fama de los que hablaba Andy Warhol son prorrogables en el tiempo cuando, en realidad, ni lo son ni dependen de uno mismo. De ese amateurismo ilusionado, al fin y al cabo, que acepta las condiciones de una banca que, en efecto, siempre gana.

Para el tándem financiero Gestmusic-Vale Music (discográfica oficial del programa) eran todo ventajas. "No gané lo que debía. En 2003 me dieron 120.000 euros, pero eso no era el premio del concurso, sino un adelanto de royalties de lo que vas a producir después", afirmó este mismo año Ainhoa Cantalapiedra, ganadora en 2002, en una entrevista en El Mundo.

Wayne Jamison habla en sus libros sobre OT, o al menos en uno de ellos porque el otro está secuestrado judicialmente, de contratos sin copias para los concursantes y cantantes que, al final de la jornada, acababan pagando más de 1.000 euros por cantar. Lo explica en esta entrevista en el programa de radio Sospechosos Habituales.

Se trata, pues, de un modelo de negocio que no se sostenía en la calidad del producto, sino en la cantidad de euros que generara el fenómeno fan a posteriori. Vale Music, que fue adquirida en 2006 por Universal y cerró en 2011, vendió más de 10 millones de discos a nivel mundial gracias a Operación Triunfo y a artistas que, como David Bisbal, David Bustamante, Chenoa o Rosa, sí pudieron materializar el sueño americano español. Más o menos.

La mayoría de los participantes de la primera edición del programa, a rebufo de la novedad, han conseguido en mayor o menor medida subsistir gracias a la música, lo que ya es un sueño bastante húmedo en este país. Algo parecido ocurrió con los seis "mejores" de la segunda entrega del programa: Manuel Carrasco, Hugo Salazar, Beth Rodergas y Miguel Nández han cultivado una jugosa carrera discográfica, en cuanto a cantidad, con más de 20 referencias discográficas entre todos. Hasta que el mercado dijo basta.

MUSICALES Y SIMULACROS

Las salidas profesionales de los participantes de OT, ajenas a carreras discográficas, han tenido un protagonista indiscutible. En este país, los musicales de los últimos diez años han sido un cálido y acogedor nido para los neófitos surgidos de la Academia. Àlex Casademunt, Naím Thomas, Elena Gadel, Tessa Bodí (valenciana que, posteriormente, se dedicó seriamente a la interpretación), Borja Voces, Cristina Esteban, Noelia Cano o José María Requena son algunos ejemplos. Aunque el caso más paradigmático es el de Gisela Lladó que, tras presentarse en 2008 a Eurovisión con Andorra habiendo hecho lo propio en 2002 con España junto a Rosa, desarrolló una densa carrera en el teatro musical y ha acabado cantando en varias películas de Disney y Filmax.

Otra de las salidas más dignas, independientemente de la calidad de las mismas, se encuentra en el ilusionismo de estilos con un predicamento menor en España que en el resto de Europa. El pistoletazo de salida de los simulacros de indie lo dio la primera expulsada de la segunda edición de OT: Mai Meneses se asoció con Kim Fanlo para Nena Daconte y no le va mal, ni siquiera ahora que se ha quedado con el nombre en solitario; también lo intentó sin muchas ganas Beth, y más recientemente Nika, que ha fichado con Münik en Warner.

El dance y el house han sido otros subterfugios recurrentes: Isabel Fernández, primera eliminada en 2003, pasó de la copla al dance en 2012 con el nombre de Dona Dreams y un claro leitmotiv (‘I don't wanna work today'); Janina Foronda, que también abrió la veda de expulsiones en 2005, hizo lo mismo el año pasado y ahora es Jia Miles. Cristie Sánchez (2002), Sandra Criado (2008), Patricia Navarro (2009) y Sira Mayo (2011) entran en la misma saga.

EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS O LA RETIRADA A TIEMPO

Otra de las alternativas al fin de Operación Triunfo señala aún hoy claramente y con luces de neón el camino hacia el triángulo de las Bermudas de la fama. Se empieza con otro reality, se sigue con una portada de Interviú y se acaba en uno de esos programas de debates tan poco edificantes en Telecinco.

Por Supervivientes, en busca de más cuota de pantalla, pasaron Verónica Romero, Iván Santos, Guillermo Martín, Jesús de Manuel o Javián Antón, que luego repitió en El Reencuentro. La lista de candidatas a estrellas de la música que han acabado en portadas poco decorosas también es destacable.

La nómina es larga, y en ella están Verónica Romero, Mireia Montávez (que ahora tiene un proyecto de canciones infantiles), Tania Gómez, Miriam Segura, Diana Tobar, Encarna Navarro, Nuria Robles, Mercedes Durán y Esther Aranda, que también pasó por Sálvame.

Por supuesto, Operación Triunfo también ofrece la salida que ofrecen todas las cosas en la vida: la retirada a tiempo. Algunos de los participantes han terminado por aceptar el sueño americano español de una forma menos excesiva. Otros, como Juan Camus, no. Desde Londres, el cántabro, que versiona a Britney Spears en sus ratos libres, ha creado su propia línea de perfumes (Venus&Adonis, "tras largos meses de investigación", dice en su web), relojes de lujo (a 139 libras la pieza) y cosmética: Genetica Cosmetics.

Diferente a lo que ha hecho Danni Úbeda, que regenta una tienda de plantas artificiales junto a su mujer en la capital de Ecuador, país donde ha sido jurado de ‘talent shows' del corte de OT; Ramón del Castillo, segundo en 2003 tras el valenciano Vicente Seguí, se retiró en 2010 y desde el año pasado trabaja en Seefood TV.8, una productora de Oslo; Tony Santos, tras ser imagen de Tenerife y una cadena de restaurantes de comida rápida, no se sabe si a la vez, desapareció durante siete años y no ha reaparecido hasta este año cantando discretamente en ‘Río 2', una película de animación.

Entre el resto de nuevos anónimos hay peluqueros, dependientas de perfumerías, parafarmacias y centros comerciales, una administrativa en una empresa de transporte por carretera, algún soldador y un par de asalariados en la más famosa franquicia de menaje del hogar sueca

VEGA, UNA RARA AVIS

Vega es una rara avis in terris. Desde 2006 se desvinculó de Vale Music para poder elegir con libertad las piezas de su mosaico discográfico. Cinco referencias la observan desde 2003, elevando a la práctica el concepto de música independiente con su propia editora y con la grabación de discos que, como La cuenta atrás, salían de su propio bolsillo.

La nominación de Wolverines, su último disco, al mejor álbum pop/rock en los Grammy Latinos ha terminado de certificar que se puede llegar al mismo destino sin transitar los caminos de la obviedad y la perpetuación de los tópicos de la música "latina".

La cantante actuará en directo este sábado en la sala Matisse de Valencia.

Comparte esta noticia

1 comentario

Babyboom escribió
09/10/2014 12:54

Qué articulo más malo y desinformado...! Es mejor programa sobre sucesos o crónica rosa no? vaya tela

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad
publicidad
C/Roger de Lauria, 19-4ºA · Google Maps
46002 VALENCIA
Tlf.: 96 353 69 66. Fax.: 96 351 60 46.
[email protected]
quiénes somos | aviso legal | contacto

agencia digital VG