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VALENCIA (EP). La Nau de la Universitat de València ha inaugurado esta semana la exposición Anzo experimental, que recopila un total de 16 obras de este autor valenciano que han sido restauradas durante un año por el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals (Ivacor) de CulturArts y que muestra la faceta más "visionaria" de este creador "injustamente tratado en vida".

Así lo ha manifestado el comisario de la muestra, Juan Ángel Blasco Carrascosa, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el vicerrector de Cultura de la institución académica, Antonio Ariño; el director de actividades del Patronato Martínez Guerreicabeitia, Juan Pedro Martínez Guerreicabeitia; y la responsable del Ivacor CulturArts, Carmen Pérez.

Esta muestra profundiza en la línea de reivindicación de José Iranzo Anzo (Utiel, 1931-Valencia) que está llevando a cabo el Patronato Martínez Guerricabeitia en colaboración con la Fundación Anzo, que dirige la hija del pintor Amparo, y que se inició hace cinco años con la muestra Memoria de Anzo, que se pudo ver también en la UV.

Ahora, la selección que se podrá visitar hasta el próximo 3 de diciembre, repasa la trayectoria y etapas diversas de su producción artística, además de recuperar una serie de piezas hasta dejarlas "como recién salidas del taller del artista". 'También a ellos les gusta tricotar' (1965), 'Vida con muñeca' (1965), 'Señorito, cómpreme este ramito' (1965), 'El beso' (1966), 'Mesa de letras valencianas' (1976), 'Aislamiento 30' (1968) o 'Aislamiento 44' (1968) son algunos de los títulos escogidos.

DEL POP A LA GEOMETRÍA

De este modo, los visitantes tendrán la oportunidad de revisitar la época más pop de Anzo, sus famosos aislamientos, en los que retrató la soledad del ser humano ante un mundo cambiante y cada vez con más presencia tecnológica, y su gusto por la abstracción, que le había atrapado en los últimos años de actividad, ha explicado el comisario.

A pesar de que se trata de obras que tienen unas décadas, presentaban ya algunos problemas de conservación, puesto que el autor valenciano fue pionero en el uso de materiales y técnicas cuya perdurabilidad era desconocida en aquel momento, como el acero, el metacrilato o la pintura al chorro de arena.

Por esta razón, la labor que ha tenido que desarrollar la restauradora Maite Pastor, y que se explica con textos junto a las piezas expuestas, ha constituido "todo un reto", ya que cada piezas ha requerido de una intervención distinta, ha subrayado Carmen Pérez, quien ha rememorado la amistad personal que le unió al pintor. "Una simple huella digital que en otro cuadro pasaría inadvertida en las obras de Anzo desequilibran todo el cromatismo uniforme que ideó", ha agregado.

De hecho, el título de la exposición, Anzo experimental, presenta una dualidad: la experimentación que realizó el propio artista pero también la que ha tenido que hacer la restauradora para conocer de qué estaba hecho cada cuadro y poder tratarlo.

FALTA DE REPRESENTACIÓN EN EL IVAM

Este gusto del pintor valenciano por al experimentación es una de las principales razones que explican el trato "injusto a nivel local (logró más reconocimiento en Italia en los años 60 y 70 que en Valencia)" que recibió en su época, cuando las visiones más estrictas del género pictórico le dejaron fuera de esa etiqueta. "Anzo fue el mejor exponente de que uno no es profeta en su tierra", ha aseverado Juan Pedro Martínez, quien ha calificado de "incomprensible" la falta de representación de este creador en un museo como el IVAM.

La exposición, que ha contado con el patrocinio de Banco de Santander y la colaboración de la Fundación Cruzcampo, se completa con un servicio gratuito de a actividades didácticas y visitas guiadas, así como un catálogo editado dentro de la serie Trobades amb la col·lecció Martínez Guerricabeitia.