Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA (CP). Cuando muere su padre, cuatro hermanos mayores, golpeados por sus vidas de adultos, se ven obligados a volver a su casa de la niñez y vivir bajo el mismo techo durante una semana, tal y como manda la tradición judía, junto con su excesivamente habladora madre y una gran variedad de cónyuges, ex parejas y antiguos pretendientes.

Confrontando su historia y el estado fragmentado de sus relaciones entre las personas que los conocen y que más les quieren, conectan en último término de una forma emocionalmente afectada e histérica entre el caos, el humor, el dolor y la redención que solo las familias pueden proporcionar.

Adaptación cinematográfica del libro homónimo de Jonathan Tropper, quien también se ha encargado de la escritura del libreto, la dirección corre a cargo del cineasta Shawn Levy (Los becarios), un experto en el género de la comedia de palomitas.

El reparto lo encabeza Jason Bateman al que acompañan varias caras conocidas como Rose Byrne, Adam Driver, la televisiva Tina Fey y, sobre todo, ese mito del cine de los años 70, Jane Fonda, reconvertida de unos años a esta parte en una vieja gloria en un estado físico envidiable.

Precisamente, uno de los puntos fuertes de esta comedia es el humor con el que la actriz se ríe de sí misma en diversas ocasiones a lo largo de la pelícuia. Ella protagoniza varias de las secuencias más divertidas y, junto al más que destacable trabajo de Bateman y Fey, se convierte en uno de los atractivos de este irregular largometraje.

Conocida por sus interpretaciones de papeles dramáticos, como El síndrome de China, En el estanque dorado o Julia, la actriz de 76 años interpreta esta vez a una matriarca sin pelos en la lengua. Fonda tiene una frase de diálogo improvisada que provocó las carcajadas de la audiencia durante el estreno, pero confesó que se la había robado a Tina Fey. "No tengo cerebro" para improvisar comedia, confesó.

La película, agridulce, se presentó en la última edición del Festival de Toronto y pasará a la pequeña historia del cine por ser el primer film en el que la irreverente y en su día contestaria actriz da su primer beso lésbico.

Ácida y en ocasiones divertida, obvia y previsible en otros momentos, Ahí os quedáis tiene algunas virtudes pero, como ha resaltado la crítica estadounidense, tiene graves carencias y cierta tendencia a caer en tópicos y clichés que hacen que resulte muy vista.