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VALENCIA. Los llamados 'bancos de cajas' y las dos únicas cajas de ahorros que quedan (Ontinyent y Pollença) han frenado sus peticiones de 'dinero barato' a la ventanilla del Banco Central Europeo (BCE), siguendo así las directrices impuestas por Mario Draghi y los suyos. Los mismos a los que no les tembló la mano el pasado 5 de junio cuando tomaron la histórica decisión de cobrar a la banca por guardar su dinero en la institución monetaria europea.

Por lo pronto los once grupos bancarios bajo el paraguas de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) redujeron la apelación al BCE hasta los 101.400 millones de euros al cierre del primer semestre del año, según los datos publicados antes de ayer por la patronal de las cajas, cuando no hace muchos meses que la senda alcista era una constante.

Una cifra que representa un descenso del 15% respecto a los poco más de 118.000 millones del último día del pasado ejercicio.

LA NUEVA ABANCA

Conviene tener en cuenta que la CECA ya recoge a Banco Ceiss dentro de Unicaja como a NGC Banco bajo la nueva denominación de Abanca.

"Las entidades están haciendo caso a Draghi no solo a la hora de pedirle dinero sino también de dejarlo allí ante las 'recomendaciones' del BCE de que el dinero inyectado debe fluir en la economía real, es decir, entre pymes y particulares", apuntan desde una gestora de fondos de inversión consultada por este diario.

"Además la situación ha cambiado porque ahora la banca española puede salir a financiarse con garantías a los mercados, a la vista del interés de los inversores extranjeros ante la notable mejoría experimentada por la economía doméstica", añaden.

Y no les falta razón porque ayer, sin ir más lejos, el Tesoro Público volvió a hacer historia al colocar por primera vez una emisión de bonos a cinco años por debajo del... ¡1%! Como también hizo lo propio con sus obligaciones a diez años, cuyo tipo marginal se redujo al mínimo histórico del 2,07%.

MENOS DEPENDENCIA DEL BCE

De ahí que las entidades no tengan tanta dependencia del BCE porque pueden salir con garantías a captar dinero de inversores -básicamente institucionales como fondos y aseguradoras- a menores intereses aunque siempre por encima de los simbólicos tipos que ofrece la autoridad monetaria de la Eurozona.

Los datos de la CECA no tienen nada que ver con las peticiones realizadas hace tres semanas por la banca española al BCE en las conocidas como 'litronas' en la jerga financiera (LTROs), que ahora se han convertido en TLTROs añadiendo la 't' de Target (objetivo).

Una vez más, y ya la cuenta se ha perdido, BFA-Bankia lideró el 'apetito' de las entidades adheridas a la patronal de las antiguas cajas de ahorros.

BANKIA, AL FRENTE

Concretamente captó 47.141 millones de euros frente a una cifra total de 101.400 millones.

Todo ello pese a que el grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri redujo su apelación en un 15% hasta los 47.141 millones desde los 55.559 millones del último día de 2013.

La Caixa fue la que más levantó el pie del acelerador, puesto que los 20.049 millones que había pedido a 31 de diciembre del pasado año se habían reducido hasta los 12.447 millones, según las cifras semestrales consolidades de la CECA. Todo lo contrario que Catalunya Banc, cuyas peticiones se duplicaron desde los 1.519 hasta los 3.521 millones de euros.

CAIXA ONTINYENT Y CAIXA POLLENÇA (COLONYÀ)

Números bastante más discretos -lógicamente por su tamaño- fueron los que presentaron las dos únicas cajas de ahorros puras y que siguen 'solteras'. Así, la valenciana elevó sus peticiones en casi un 16% hasta los 296,03 millones; mientras que la mallorquina lo hizo en un simbólico 0,1% hasta los 16,22 millones. 

A la hora de valorar estos datos conviene tener en cuenta que corresponden al balance de final de mes.

SIN VENCIMIENTOS

De ahí que se desconozca el volumen medio pedido, únicamente que el último día de junio de 2014 el BCE tenía prestada esa cantidad a cajas y 'bancos de cajas'.

Unos importes que se vienen reduciendo también "ante la ausencia de vencimientos que tantos quebraderos de cabeza dieron hace un par de años, cuando parte de la banca española tuvo que ser socorrida por el BCE", recuerdan desde la gestora de fondos contactada por Valencia Plaza.