VALENCIA. "¿Hasta dónde es capaz de llegar una pseudociencia?", se planteó hace cinco años Fernando Cervera, entonces estudiante de segundo curso de Biología, una tarde de sábado entre amigos y bromas sobre ciencia. Y una tarde fue lo que le costó crear el "fecomagnetismo", una mezcla de biomagnetismo, homeopatía y falsas propiedades curativas de las heces como parodia sarcástica sobre el fraude de los remedios revestidos de ficticia bata blanca.
De su escatológico invento, que acaba de tomar forma de libro bajo el título de El arte de vender mierda, mana un relato solo en apariencia humorístico cuyo trasfondo advierte de los riesgos de recurrir a falsas terapias a la desesperada.
"Los científicos dicen que crear una pseudociencia es fácil, pero nadie antes lo había demostrado haciéndose pasar por un pseudocientífico. La idea nos pareció muy curiosa para ejemplificarlo y ofrecer datos reales", recuerda el autor de libro que explica una hazaña juvenil más que socarrona. Cervera, joven biólogo valenciano de 27 años, concede la entrevista en el Jardín Botánico, entre pausas al congreso de la IV Jornada Científica del Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, a la que acude como emprendedor de una empresa en biotecnología dedicada a material para laboratorio.
El origen de las cosas más serias a veces puede partir de una simple broma. Esto fue lo que le pasó a Cervera a raíz de un comentario sobre el biomagnetismo, cuya hipotésis defiende que los campos magnéticos alteran el pH de los líquidos, en el foro de una web sobre biología que había montado con otros amigos. "Entonces no sabíamos muy bien qué una pseudociencia. Buscamos información y bromeamos sobre la mierda. A un amigo, Mariano Collantes, le hizo mucha gracia el comentario y abrimos una nueva página para reírnos con los amigos".
LA VERDADERA HISTORIA DEL FECOMAGNETISMO
El esbozo inicial evolucionó al encontrar creyentes de su nueva terapia basada en excreciones, el fecomagnetismo, que nació en una tarde, muy diferente del coste temporal de entre diez y quince años para sacar al mercado cualquier fármaco. "Nunca lo hicimos por vender nada. Queríamos presentarnos a otros pseudocientíficos para comprobar si nos daban credibilidad. Cuando decidimos dar el paso en serio, nuestro planteamiento fue ver cuán lejos podía llegar esta historia estúpida, intentando introducirnos en las plataformas de las terapias alternativas para probar que en ellas tiene cabida cualquier cosa".
La composición del falso tratamiento tomó como modelo la sustancia argumentativa de la homeopatía, el biomagnetismo, la acupuntura y testimonios varios de pseudocientíficos y "estafadores manifiestos" cañís, extrayendo toda la gama de perlas pseudocientífica hiladas en forma de falacias, incoherencias y argumentos de autoridad fraudulentos o fabulas conspiranoicas en torno a la comunidad científica.
"Nos propusimos seguir los pasos de cualquier pseudociencia. Afirmamos que las heces contienen metabolitos cuyas propiedades curativas se potencian con imanes para mejorar su capacidad médica, revistiéndolo con técnicas homeopáticas como ‘el agua tiene memoria'. Todos son principios falsos. Hubiera sido más fácil, como científicos, haber escogido un argumento enrevesado que lanzarnos con algo totalmente soez".
Para acabar de perfilar el producto, los jóvenes biólogos añadieron los ingredientes que toda cocina pseudocientífica lleva en el recetario: apelar a antecedentes históricos, el sello de garantía de profesionales médicos de nombre extranjero y falsos testimonios de pacientes que Cervera bautiza como el "a-mi-me-funcionismo"; si le funcionó a fulano, ¿por qué no me va a funcionar a mí?.
EL PODER SANADOR DE LAS EXCRECIONES
Al igual que la uroterapia, que asegura que los romanos bebían su propia orina como método curativo, el fecomagnetismo recurrió al Damar Tantra, un texto real escrito en sánscrito, añadiéndole el poder sanador de las excreciones. "Elegimos dos actores americanos, por lo de otorgar autoridad a los científicos de fuera, famosos por interpretar a médicos, Hugh Laurie, de Doctor House, y Leslie Nielsen, el doctor Rumack, y cambiamos sus nombres convirtiéndolos en Hugh Nielsen y Leslie Laurie".
El recorrido de esta terapia a base heces que prometía tratar casi todo tipo de enfermedades, cardiovasculares, sistema nervioso, dermatológicas, disfunciones glandulares, gastrointestinales, osteomioarticulares y respiratorias, trascendió por España y Sudamérica en forma de conferencias, colaboraciones en las principales plataformas de venta y promoción de tratamientos y la llegada de unas sesenta peticiones de potenciales pacientes a las que nunca contestaron.
"Nos contactó el ex asesor científico, y cuñado, del que fuera presidente de México, Luis Echeverría, que actualmente es uno de los mayores promotores de la homeopatía en su país. Este hombre nos envió un correo para saber más acerca del fecomagnetismo y para que le enviásemos heces con destino a distribuirlas allí. Que un asesor científico llegara a este límite muestra que muchas veces no existe un criterio racional a la hora de elegir a los expertos científicos, y comprobamos que era muy fácil moverse en otros países contando mentiras".
Entre los eventos a los que fueron invitados Cervera y su compañero de batalla Mariano Collantes para departir en público sobre las virtudes de su terapia de ficción figura la Feria Esotérica y Alternativa de Madrid, una de las concentraciones más conocidas en el mundo de las terapias alternativas a escala nacional. Recuerdo de aquella experiencia es una captura de pantalla, en la que aparecen sus rostros sonrientes y un título de ponencia propio de Cuarto Milenio El fecomagnetismo, la nueva frontera, relato de toda una historia de sutil provocación.
"Un año antes nos habían entrevistado para la revista Science Careers, la sección dedicada al trabajo de los científicos, en relación con las lamentables condiciones de los becarios en España. Las mismas fotos que publicó Science las mandamos a la Feria de Madrid. Nos parecía gracioso pasar de una revista de prestigio internacional a salir en la feria esotérica con la misma foto".
EN EL PRECIPICIO DE LA DESESPERANZA
No solo hay que encontrarse en el precipicio de la desesperanza para caer en la trampa de la pseudociencia. Desesperación, asombro y miedo son las tres claves, señala este joven biólogo, que definen el estado de ánimo de las presas fáciles que recurren a la ayuda yerma de las terapias alternativas. "A un enfermo terminal o un paciente crónico no le importa gastarse lo que sea si puede salvar o mejorar su vida. Del mismo modo que puede hacerse pagar por acontecimientos extraños sobre extraterrestres o fantasmas por su capacidad de asombro, el miedo puede ser muy efectivo en casos como los movimientos contra la vacuna triple vírica argumentando que ocasionan autismo. Los tres recursos tergiversan la realidad, y constituyen un arma muy potente cuando no se tiene información".
–A veces la línea roja entre las terapias alternativas y la ciencia es demasiado tenue para los profanos en ciencia.
–Una pseudociencia se define como disciplina con apariencia científica que no se somete al método científico. Lo más importante para nosotros no fue si nos creía mucha o poca gente, lo preocupante era que nos dejaran entrar en el sistema de las pseudociencias. Para que la frontera esté clara es muy importante el trabajo de los científicos como divulgadores para el conocimiento de la sociedad, pero el factor clave está en los legisladores. El peligro reside en tener un Parlamento en el que los políticos legislan sobre sanidad y salud desde el desconocimiento.
Cuenta Cervera que en su aventura pseudocientífica investigó, cual sociólogo, durante tres meses la formación curricular de nuestras señorías parlamentarias para estudiar el "el nivel científico del Congreso. "El 7% de los diputados no tiene ningún tipo de formación y el 2% son titulados en disciplinas científicas. Después nos preguntamos qué opinarían los integrantes de la Comisión de Sanidad y enviamos por e-mail una encuesta que incluía cuestiones sobre homeopatía, fecomagnetismo y otras terapias. Solo respondió una diputada de CiU, afirmando que creía en la homeopatía y en su inclusión en la sanidad pública y que el efecto placebo era una invención de los científicos para desprestigiar a la homeopatía".
–¿Cuándo llegó el momento de acabar vuestra ficción?
–Cuando la creamos nunca pensamos en que llegaríamos tan lejos hasta el punto de que una mujer desesperada nos pidiera ayuda para tratar el carácter violento de su marido, que la maltrataba a ella y a su familia. Nunca respondimos a nadie. Ponerse en la piel de un pseudocientífico con la ignominia de decir que la podía ayudar me ardía por dentro. Cuando comprobamos que hubo gente capaz de creérselo por desesperación lo dejamos, porque hasta entonces solo era una historia de coña.
La ciencia nunca es neutra, recuerda Cervera. "Si tiene un valor, como decía el físico Richard Feymnan, es el de poder hacer algo. La pseudociencia no tiene más que el de hacer confundir a la gente. La ciencia mata o salva a millones de personas en función de nuestras decisiones, y muchas veces depende de la buena divulgación científica que se haga".
Quiero denunciar a este señor, reiteradamente se le ha puesto en evidencia de tener conflictos de intereses con la industria de los medios de divulgación "científica" y marketing escéptico. Por favor, consulten el siguiente link con referencias de fuentes arbitradas que desmonta punto por punto los presupuestos de Fernando respecto de la homeopatía: http://homeopatiayseudoescepticismo.wordpress.com/2014/08/01/el-arte-de-vender-libros-critica-al-charlatan-de-fernando-cervera/
Vaya, parece que tenemos a un pseudocientífico que quería informarse sobre el fecomagnetismo, y se indignó al leer algo que se le escapa de las manos.
Leí el panfleto que escribió el pseudobiólogo... es de anotar que caer en la charlatanería para demostrar ciencia compite con una falta de ordenamiento de la mente en la búsqueda del conocimiento.. si el tema es demostrar que el biomagnetismo carece de unas bases en el contexto de la ciencia y que no circunda la biología, creo que sería conveniente agotar al menos la literatura sobre el particular y entre ello lo concerniente a peter kulish...lástima tanta inversión del estado en educar a este tipo de personas que no dejan claro que pasó en los pasillos de la universidad y su afán de hacer ciencia..en el contexto de la chalatanería..desde el trastorno metabólico que se le nota por encima, debe tenerlo en cuenta para lo que le espera en tiempos donde el organismo no resistirá a lo que su boca dice.. y de la ciencia que tanto pregona no va a tener argumentos serios para mantenerlo como una persona sana..
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