MADRID (EP). La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender "cautelarmente, con efectos inmediatos", la cotización de Codere "por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones" sobre el valor.
Los títulos del grupo de juego privado caían un 12,33% en bolsa, hasta los 0,64 euros, minutos antes del cierre de mercado, momento en que el supervisor bursátil adoptó su decisión de suspender su cotización.
Esta caída se producía después de que las acciones de Codere hubieran llegado a registrar a lo largo de la jornada subidas por encima del 12%, tras haberse disparado en la sesión de ayer casi un 20% al confirmar que continuaba negociando con sus acreedores la reestructuración de su deuda con el fin de evitar el concurso.
Codere amplió el pasado 3 de septiembre por decimocuarta vez el plazo para negociar con sus acreedores, cuya prórroga concluye esta madrugada, a las 5.00 horas.
EN CONVERSACIONES
En un hecho relevante remitido ayer a la CNMV, la compañía explicó que siguen en curso "sin interrupción" las conversaciones tendentes a la reestructuración de su pasivo, "sin que a la fecha de dicha comunicación exista acuerdo aprobado por los órganos de la firma, ni la compañía tenga constancia de haberse alcanzado un acuerdo con un número suficiente de los acreedores".
La compañía prevé un resultado bruto de explotación (Ebitda) consolidado en el rango de 190-210 millones de euros para el ejercicio 2014. Para el segundo trimestre del año, el grupo de juego privado indicó que su Ebitda se situará en el rango de 43-47 millones de euros, "comparado con 53,4 millones ex no recurrentes en el primer trimestre de 2014".
Codere presentó el preconcurso de acreedores a principios del pasado 2 de enero, por lo que el plazo de cuatro meses para llegar a un acuerdo o acogerse al concurso expiraba a principios de mayo.
El grupo de juego privado agotó el pasado 6 de febrero el plazo que tenía para la extensión de su crédito senior sin haber podido alcanzar un acuerdo con al menos la mitad de sus bonistas, condición que era necesaria para la ejecución de la prórroga.
OFERTA DE LOS ACREEDORES
En su oferta, los acreedores ofrecían una inyección de 400 millones de euros (200 millones de euros mediante un contrato de financiación senior y otros 200 millones de euros de una ampliación de capital) para pagar deudas vencidas y financiar sus iniciativas, en una reducción de su endeudamiento, que asciende a 1.039,6 millones de euros, en cerca de 365 millones y en permitir diferir en el tiempo, hasta en cinco años, futuros vencimientos.
Para ello, los bonistas, que se habían mostrado dispuestos a aceptar una quita del 35%, exigían recibir el 96,8% del capital de la sociedad, mientras que los actuales accionistas pasarían a ser titulares del 3,2%.
CONTRAOFERTA
La oferta de los acreedores ha contado desde el principio con el rechazo del consejo de administración de Codere, controlado por la familia Martínez Sampedro, principales accionistas de la compañía con una participación del 63,7%.
De hecho, la compañía respondió con una contraoferta en la que se planteaba una nueva propuesta en la cual no se requería ninguna inyección de fondos y se recogía un periodo de carencia de intereses en los bonos emitidos en euros y dólares de 5,5 años (hasta diciembre de 2019), incorporando al monto adeudado lo debido por los cupones impagados desde diciembre de 2013.
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