VALENCIA. La moda es uno de los arietes de la economía para buena parte de Europa. En términos generales, los años de la crisis solo han servido para acelerar los ciclos de consumo y hacer aún más grandes a corporaciones locales como Inditex (16.724 millones de euros de facturación), Mango (1.846 millones de euros de facturación) o Grupo Cortefiel (946 millones de euros de facturación), según sus datos de 2013.
Sin embargo, la trazabilidad de sus productos todavía está muy lejos de cumplir con los niveles de transparencia que muestran, por ejemplo, sectores como el de la alimentación. Cuando desde diferentes asociaciones se realiza un examen ético sobre la producción de ropa, los resultados son cuanto menos difusos y a menudo negativos, poniendo en entredicho la participación de niños en el trabajo, la discriminación de mujeres en las fábricas, la contaminación sin control de las factorías y el incumplimiento de un salario digno a partir de la situación de cada país.
El colapso de un edificio de trabajadores en Daca, la capital de Bangladesh, reabrió en 2013 -aunque tímidamente tras sus 1.127 muertes- un debate "extremadamente complicado", según Fernando Contreras, responsable Territorial de Intermón Oxfam en la Comunitat Valenciana. El compromiso económico de diferentes empresas por mejorar la seguridad de los trabajadores del centro derruido sigue sin llegar a los afectados.
UN PROBLEMA DE DERECHOS, PERO TAMBIÉN DE MERCADO
"Siempre hemos querido acercar nuestra actividad hacia el mundo textil, pero hay que tener en cuenta que la realidad de los pequeños artesanos con los que trabajamos hace difícil la conexión con un mercado tan dinámico como el de la moda", apunta Contreras. El consumidor reclama cada vez más información sobre los productos que consume o utiliza, según el responsable de IO en la Comunitat, pero en el caso de la moda "hace especialmente complicado que las empresas que producen de forma justa con sus trabajadores y su entorno puedan ‘conectar' con la rapidez de las tendencias y la agilidad de la distribución".
Esta barrera ha provocado que las diferentes iniciativas de ‘Ropa limpia' estén cada vez más volcadas en la reutilización de textiles, la confección de productos costumizados y la autoproducción. De hecho en la ciudad de Valencia aparecen iniciativas de talleres en barrios como el de Benimaclet, alguno de ellos surgidos de la interacción entre la ONGD Setem y la Escola d'Art i Superior de Disseny de Valencia. La asociación Rudraksha, situada en la calle Doctor Monserrat de Valencia, es una Asociación de Utilidad Pública en la que algunas mujeres reciben formación e inserción laboral y confeccionan prendas de comercio justo (entre otras actividades). "Una de las vías más accesibles en la ciudad para tener ropa de consumo responsable es la autoproducción", asegura Heidi Gil, portavoz de la organización en Valencia.
-¿Pero es cierto que no puede competir un sistema productivo justo con el deslocalizado y antiético sistema actual?
-"Hay que tener en cuenta también cuánto perciben los intermediariarios en todo el proceso. Entre la persona que fabrica una camiseta y el pago del consumidor hay una serie de aumentos del precio que los separan, exactamente del 0,18% que percibe ese trabajador al 100% de su precio de venta", asegura Gil.
Una de las principales guías de referencia en Valencia para la práctica del consumo responsable es precisamente obra de Setem. Editada en 2011, actualmente se encuentra en proceso de actualización aunque Gil apunta: "no han aparecido muchas nuevas tiendas en torno al comercio justo de ropa". Por su parte, Contreras añade: "el consumo de comercio justo ha decaído durante la crisis, pero casi con toda seguridad en menor medida que el consumo convencional. La razón es que los consumidores responsables de ‘ropa limpia' así como de otros productos de comercio justo son fieles porque se rigen por principios y compran de forma consciente".
LAS OPCIONES PARA COMPRAR `ROPA LIMPIA' EN VALENCIA
Tienda Oxfam Intermón Segunda Oportunidad
C/San Vicente, 106, Valencia
Una de las últimas opciones para la compra de ‘ropa limpia' en Valencia se encuentra en la calle San Vicente, 106, cerca de la Iglesia de San Agustín. Presente también en Barcelona y países como Reino Unido, Alemania, Irlanda o Bélgica, la tienda pone en circulación ropa de segunda mano en perfectas condiciones. La iniciativa, "que está funcionando realmente bien", según Contreras, lleva desde principios de año en Valencia.
Intermón Oxfam
C/Marqués de Dos Aguas, 5, Valencia
Teléfono963 527 644
La flag store de Oxfam en la calle Marqués de Dos Aguas es otra de las opciones para la compra de ‘Ropa Limpia', incluyendo la colección Veraluna diseñada por Hoss Intropia.
BBCO - Regalos ecológicos para el Bebé
Web
Esta tienda online ofrece regalos y detalles ecológicos para el bebé. Con especial atención al uso de materiales orgánicos 100% naturales, desde el establecimiento se asegura que las prendas no contienen sustancias químicas, colorantes o aditivos desconocidos en su producción.
Rudraksha
C/Doctor Monserrato, 19, Valencia
Teléfono 661 251 279 - web
Esta Asociación de Utilidad Pública sin ánimo de lucro trabaja en la reinserción de mujeres indias a través de la formación y la inserción sociolaboral. Entre otras actividades, confeccionan ropa que es vendida con parámetros de comercio justo.
La Tenda de Tot el Món
Pasaje Vicente Moliner, 4 Bajo, Puerto de Sagunto (Valencia)
Teléfono 962 679 026
En esta tienda situada en la población al norte de la provincia de Valencia se puede comprar ropa de Comercio Justo. Constituida como una asociación sin ánimo de lucro en 1998, es una de las tiendas más conocidas sobre consumo responsable.
EL PESO DE LA CAMPAÑA ‘ROPA LIMPIA'
Con fondos europeos y la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Setem coordina ahora en España la campaña ‘Ropa Limpia'. Creada en los años 90 en Holanda, el trabajo de concienciación y movilización de consumidores hace accesible en este momento informes en torno al proceder laboral y productivo de marcas Adidas, Asics, United Colors of Benetton, G-Star o Levi's, entre otras, y los resultados no pueden ser más desalentadores. Para la organización, los criterios fundamentales que ha de resolver de forma positiva cada una de las empresas son los siguientes:
1. ¿Qué tipo de fibra textil componen las prendas, natural o artificial?
2. ¿Cómo han sido producidas? Con especial atención a si se han utilizado fertilizantes o residuos químicos
3. ¿Cuál es el impacto de esta producción sobre el medioambiente?
4.¿En qué país ha sido fabricada la prenda?
5.¿Dónde se ha confeccionado la ropa, en un taller informal, en una fábrica, en el domicilio de los trabajadores recurriendo a la subcontratación?
6.¿La marca tiene su propio código de conducta?
7.¿Está garantizado por parte de la empresa el derecho aa filiarse a un sindicato y a recibir un salario digno?
8.¿Existen informes disponibles para las personas consumidoras sobre las fábricas donde se produce la ropa?
Aun así, las principales preocupaciones previas a la campaña y que se consolidan pese a la presión creciente de organizaciones e instituciones son la discriminación salarial, formativa y de producción, el no reconocimiento de las condiciones de trabajo seguras, higiénicas y no tóxicas, el control de la sexualidad sobre las mujeres para evitar sus embarazos y el abuso verbal, acoso sexual y violaciones con respecto a estas trabajadoras y también hacia los niños que participan de la producción.
Como una extensión muy próxima de esta campaña, el blog 'Roba neta' nos ofrece una información interesante en torno al consumo responsable a partir de la actualidad menos visible de estos métodos de producción.
Creo que os olvidáis de la ropa de segunda mano, que es una buena opción para evitar que se siga produciendo ropa. Cada vez hay más oferta pero las pioneras, al menos en Valencia fueron las tiendas @rropa de Cáritas y la Fundación José María Haro-INTRA.
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