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MADRID. La 60ª edición de la pasarela -cojan aire- Mercedes-Benz Fashion Week Madrid comenzó hace unos días su ritmo trepidante de desfiles, eventos, fiestas y chismes. Y moda, claro. Porque aunque algunos periodistas amantes de las frases hechas, escriban que "durante esta semana en Madrid, la auténtica protagonista no es otra que la moda", muchas veces viendo todo el ruido que la acompaña,  cuesta creerlo.

Menos mal que aún quedan diseñadores como Etxeberria, Alvarno o Juan Vidal que consiguen con sus colecciones que la dichosa frasecita no sea equivocada y recuerdan a los asistentes el motivo principal por el que están ahí. Algunos no lo recordarán porque quizás nunca lo supieron, pero bueno. 

Digo esto porque probablemente sea la edición de MBFWM -antes Pasarela Cibeles- más comentada por aspectos ajenos a la moda, aspectos más de front row que de backstage. Para que me entiendan,  más de flashes que de aguja e hilo.

El programa empezó con expectación por el desfile de Desigual, esa exitosa marca de estampados psicotrópicos que tanto gusta a guiris y profesoras -esto último es cosa mía, no hagan caso-. La firma catalana se trajo a la top model Alessandra Ambrossio para que luciera sonriente los coloridos modelitos y todo el mundo quería comprobar si al natural es para tanto, somo así.

"La vida es chula", es el lema de la firma. En cambio, su ropa, no tanto. O será que me falta su buenrollismo para apreciarla, no sé.

Los periodistas y fotógrafos continuaron muy atentos en el desfile de Francis Montesinos que volvía a la pasarela tras unos angustiosos meses de declaraciones y tribunales. Al diseñador valenciano, a pesar de todo, todavía le quedaron fuerzas -tiene mérito- para presentar su colección inspirada en los azules del mar, las redes de los pescadores y las diosas oceánicas.

Entre el público contó con un gran número de amigos que se levantaron en un fuerte aplauso al final del desfile. No  tanto por la colección, sino como una muestra de cariño y apoyo. Un emocionado Francis Montesinos salió a saludar rodeado de niños. 

Otra firma que ha pasado por malos momentos aunque por motivos muy distintos, en este caso, económicos, es Devota&Lomba que tras haber entrado a formar parte del grupo español Kangaroos, ha superado por ahora los problemas financieros que arrastraban desde hace tiempo.

Los sencillos vestidos de su colección iban acompañados por unas nada novedosas sandalias gladiadoras realizadas en colaboración con Coronel Tapioca -firma del grupo Kangaroos-. Todo sea por recuperarse y continuar...

Mantener una firma propia es una tarea complicadísima que requiere mucho esfuerzo y una gran inversión económica que muchos diseñadores no han podido afrontar viéndose obligados a echar el cierre o, en el mejor de los casos, uniendo fuerzas con colaboraciones aunque en ello pierdan parte de su individualidad en favor de las ventas. Juanjo Oliva, en cambio, lo lleva muy bien y  volvió a presentar su propuesta Elogy en colaboración con El Corte Inglés.

Unos que se unen y otros que se separan. Es el caso de Miguel Palacio que se ha desvinculado del grupo Hoss Intropia para volver a diseñar en solitario. Viendo la colección elegante y equilibrada, parece que ha tomado la decisión más acertada. En la moda como en la vida, hay que saber decir adiós a tiempo.

El minimalismo, "fiel a su estilo" -que diría el cronista redicho-, de Ángel Schlesser reunió a tres guapas en front row: Martina Klein, Eugenia Silvia y Mar Flores.  Otras modelos, las que desfilaron para Maya Hansen, no sabemos si eran tan guapas como ellas ya que la diseñadora ocultó sus rostros tras unas máscaras de red. Este detalle, la inspiración bondage y los corsets, nos despertaron un poco del sopor tras tanta sencillez y vestiditos anodinos de los desfiles previos.

Muchas veces tengo la impresión, como si de un déjà vu se tratara, de que muchas de las creaciones de algunos diseñadores ya las he visto en el Vogue Colecciones de la temporada pasada. El problema claro, es que lo que presentan ellos en pasarela es lo que se llevará el verano que viene. No sé si captan el decalaje temporal y el kit del asunto. Ahí lo dejo.

Mientras estoy en el kissing room -lugar donde se va tras el desfile a felicitar al diseñador y/o a brindar para olvidar-, pongo la antena y escucho a un grupo de respetables periodistas de moda comentar que en la MBMFW falta creatividad, que hay colecciones aburridísimas y que parece el día de la marmota. Digo yo, que algo de razón no les faltará y que además para eso son expertos de los que "se cuelan en el backstage" -otra frase común estos días-

En el kissing room, además de beber y escuchar conversaciones privadas, puedes dedicarte a uno de mis pasatiempos favoritos, observar a la gente. 

Es de lo más variada la fauna de MBFWM. Un juego divertido es adivinar a qué se dedican por su modo de vestir. Las directoras de revistas de moda siempre van vestidas discretas pero con prendas de grandes firmas y el bolso más deseado de la temporada colgado del brazo. Pululando cerca de ellas suele haber alguna joven promesa del diseño con look muy estrafalario, técnica infalible para llamar así su atención y quizás iniciar una conversación autopromocional.

Los bloggers son los más fáciles de identificar porque suelen ser un compendio de todas las tendencias de esta temporada, juntas y revueltas. Además suelen llevar una cámara colgada al cuello y les sale humo de los pulgares comentando todo en las redes sociales. Editoras de moda muy modernas. Modelos con camisetas raidas y jeans rotos, porque ellas lo valen y la que es guapa, es guapa con lo que sea.

Fotógrafos de streetstyle con complejo de modelo. Actrices de moda, de la última serie de moda. Tan última que puede que ni siquiera las reconozcas. Carmen Lomana enamorada y otras señoras enjoyadas. Los que se han colado y van cargados con las revistas que regalan fuera. Buenas clientas del diseñador de turno -las hay, sí- . Y así puedes entretenerte si el desfile anterior no da para muchas celebraciones ni comentarios.

Por suerte, sí que ha habido desfiles que merecen brindar con un cóctel y felicitar al diseñador. Menos mal.

Tras haber desfilado por primera vez en la semana de la moda de Nueva York, Etxeberria presentó una colección femenina compuesta por prendas de cortes sencillos todas ellas confeccionadas en distintos tipos de piel muy bien trabajada. Amaya Arzuaga insiste en jugar con la geometría en sus prendas y hace muy bien. A los jóvenes como Rabaneda hay que apoyarlos porque siempre intentan innovar con sus propuestas.

La firma Alvarno, formada por los diseñadores Arnaud Maillard y Álvaro Castejón, siguen sin darnos disgustos y aciertan de nuevo con una colección muy cuidada y chic inspirada en Vasarely. 

Pero si ha habido un desfile que nadie quería perderse, ese es el de el alicantino Juan Vidal, merecido ganador del Premio L'Oreal a Mejor Colección dos veces consecutivas. El diseñador siempre sorprende con sus colecciones, cada mujer que le da nombre es distinta y logra enamorarnos. Esta vez, se llama Álex y representa la fusión perfecta de femenidad y rebeldía. Blazers príncipe de Gales, vestidos babydoll, rayas y apetecibles fresas estampadas.

Tejidos y acabados cuidados al máximo, marca de la casa. La pasarela se llenó de energía y nos dejó a todas suspirando por convertirnos en la Álex de Juan Vidal el próximo verano.

La firma Duyos cumple 15 años y para celebrarlo sorprendió a los asistentes con una fantástica puesta en escena. Un grupo de bailarinas del Ballet Nacional de España lucieron sus diseños en una danza al ritmo de la música de Björk.

La colección inspirada en las Islas Canarias parecía flotar sobre la pasarela gracias a los movimientos de las bailarinas, un baile hipnótico que los asistentes siguieron sin perder detalle. Y es que, por desgracia, pocas veces se ve una puesta en escena tan bonita en la pasarela madrileña. 

Otro tipo de espectáculo que nada tiene que ver con el arte y muy poco con la moda, es el que tuvo lugar en el desfile de Davidelfín. Todo porque Belén Esteban era la invitada especial en el front row del diseñador, musa de esta colección, dijeron algunos. A saber, pero allí estaba la Esteban en primera fila más contenta que unas castañuelas rodeada de Alaska, Rossy de Palma, Bibiana Fernández y otros incondicionales del diseñador.

Era su primera vez en MBMFW. Y también la primera vez que se veían tantos flashes dispararse al unísono y tantos periodistas reunidos a pie de pasarela.  La asistencia de Belén Esteban distrajo la atención de lo importante, que es la ropa. Sin embargo, visto lo visto, no hay mal que por bien no venga.

En realidad, poco importan los chismes de pasarela, eso tampoco llega más allá de nuestro país. Desagraciadamente, la repercusión internacional de MBFWM es practicamente nula y para empeorar las cosas, esta edición ha coincidido en el calendario con London Fashion Week.

Tenemos muchos diseñadores con talento pero algo falla, algo tiene que cambiar en IFEMA para conseguir que sea verdad eso que escriben tanto -vuelvo a la frasecita- "durante esta semana en Madrid, la auténtica protagonista no es otra que la moda". Que así sea.