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VALENCIA. Saber cómo sacar el mejor partido al tiempo que muchas mujeres destinan al cuidado y la belleza también se aprende. Los expertos cuentan con sus trucos y existe una serie de errores comunes que es conveniente evitar para que superar los 35 años no signifique perder atractivo personal.

Seguir con los mismos hábitos de hace años o intentar imitar a las quinceañeras no sólo puede privarnos de los resultados que buscamos sino que termina por desacompasar la presencia a la propia experiencia, perdiendo con ello muchas virtudes y ventajas desde un punto de vista estético.

El maquillaje, la peluquería, la ropa... pueden ser armas a favor de la satisfacción personal que toda mujer puede aprovechar. La cuestión es "sentirse guapa" y estar radiante para una misma, sin tener que entenderlo como una obligación para ganar la aceptación ajena.

TRUCOS DE MAQUILLAJE

Sin discutir lo bueno que puede tener salir de casa sólo "con la cara lavada", si se opta por el maquillaje, no se debe utilizar como máscara sino para resaltar lo mejor de una misma.

Por ejemplo, muchas mujeres utilizan de forma habitual una base densa o polvos compactos, cuando la primera acentúa las arrugas en lugar de cubrirlas, especialmente al final del día; y los segundos resecan la piel, lo que tiene un efecto perjudicial incluso a corto plazo. Mejor una crema hidratante con color.

Lo mismo ocurre con el corrector que, en demasiada cantidad no sólo evidencia las arrugas, sino que puede dar la sensación de generar otras nuevas. En ese sentido, es mejor una base ligera en el conjunto de la cara y aplicar el corrector exclusivamente en las ojeras.

Y hay que tener cuidado con el colorete. Tonos rosados y siempre en el punto más alto del pómulo, si no queremos correr el riesgo de parecer una muñeca pepona y perder en naturalidad lo que nos puede servir para ganar frescura.

DULCIFICAR LA MIRADA

Aunque una quinceañera quiera convertir su mirada en un relámpago felino, los años enseñan que se puede dejar a un lado la moda pasajera de las revistas y optar por el estilo. A partir de los 35 se gana más con un eye line gris o marrón para hacer más dulces los rasgos que estar atada a los rigores del lápiz negro. Además, hay que recordar que sólo un toque de rimmel también puede aportar luz a la mirada.

Lo mismo ocurre con las cejas. Aunque la moda actual es lucirlas muy pobladas, no se debe olvidar que lo importante es que estén bien definidas. Esto no significa ir a contra corriente y llevarlas muy finas, ya que queda anticuado, sino enriquecerse con lo nuevo cuando conviene.

También hay que tener cuidado con los labios. Dependiendo del estado de ánimo con el que se afronte el día y la impresión que se quiera transmitir, hay que recordar que los tonos muy intensos marcan en exceso los rasgos y los efectos de la edad. Sin embargo, los tonos rosa, melocotón y brillantes, sin abusar del lip gloss, aportan volumen a la sonrisa, especialmente con un perfilador del mismo color.