VALENCIA. Aristóteles decía que la tragedia es la combinación de la piedad y el temor. La frase la cita el autor y director teatral Javier Sahuquillo a la hora de hablar de su Fedra, una obra nacida a partir de Eurípides y de Séneca, una pieza creada con el ojo puesto en Racine pero en también en las versiones más recientes de Sarah Kane (El amor de Fedra) y Juan Mayorga.
Piedad, temor y también emoción son parte del adn de una producción que se estrenará en El Pati de Russafa el próximo 19 de septiembre, donde se representará hasta el 28 del mismo mes, y que también está previsto que se interprete en el teatro Rialto en enero del año que viene.
Sahuquillo, dicen muchos, es uno de los nombres a seguir de la escena teatral valenciana actual. Su interesante carrera con su compañía Perros Daneses, que creó junto a sus inseparables Jéssica Martínez y Laura Sanchis, tuvo su aldabonazo con el éxito de Un entre tants. Homenatge a Vicent Andrés Estellés, una obra que estrenaron el 5 de diciembre de 2013 en el Teatro Tivoli de Burjassot, localidad natal del poeta valenciano.
La obra fue premiada como mejor espectáculo del año por el público de la sala Russafa. Asimismo Sahuquillo también ha logrado el Premio CulturArts al mejor texto por Mogadur, dentro de la convocatoria realizada por el año Jorge Juan.
Ahora en Las Naves de Valencia el director y autor teatral afronta los últimos ensayos de una Fedra con la que lleva trabajando mes y medio con su reparto, compuesto por Enric Juezas, Laura Romero, Laura Sanchis, José Juan Sevilla, Santiago Martínez, Roberto Hoyo y Raquel Rubiano.
Juezas junto a Romero es uno de los grandes atractivos de una pieza que retrata a Fedra como la mujer del apático coronel que sostiene la defensa de Ática, el último bastión del Norte en el Sur. "He cogido la esencia de las historias clásicas y de las revisiones contemporáneas del mito de Fedra y las he introducido en un contexto, que es el que a mí me interesa, que es el de la valla de Melilla", explica Sahuquillo. "Quería explicar cómo viven los que guardan la valla", añade.
Los guardianes que nos guardan de los bárbaros que han de venir, que glosaba Cavafis, guardianes que han de reflexionar sobre su esencia, sobre qué son, y lo hacen en un territorio fronterizo. Porque a Sahuquillo, dice, le interesan las fronteras, los espacios geográficos que separan lo que no está separado. Ya el año pasado escribió la aún inédita Alimento para mastines, que trata sobre la Guerra de Secesión estadounidense, y "ahí también estaba el concepto de frontera, qué es el Norte, qué es el Sur, si el Norte es democracia o no..." recuerda.
Su Fedra, que estrena la IV edición del Festival Rusafa Escénica, "trata de tener los ingredientes de la tragedia: hay una relación con los dioses, con la ciudad... que en este caso son los soldados", explica. "No se sabe por qué", sigue relatando, "sólo hay niños soldados. Fedra les ha desmilitarizado. Son una sociedad utópica pero sin adultos, que saben que tienen que estar allí. Son poco soldados y están sin una misión, sin función".
Obra multimedia, los espectadores ya pueden contemplar en internet el espectacular montaje realizado por el fotógrafo David Linuesa para la obra, autor también del retrato del director, en el que se puede vislumbrar por qué Fedra está llamada a ser una de las producciones locales más destacadas de la nueva temporada teatral.
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