VALENCIA. La pequeña localidad de Silverton asiste a una jornada sin precedentes cuando una oleada de tornados azota sus tierras, un hecho que hará que los ciudadanos entren en pánico mientras que los cazadores de tormentas competirán por conseguir la foto más cercana de esos letales fenómenos meteorológicos.
Dirigida por Steven Quale (Destino final 5) y protagonizada por Richard Armitage (El Hobbit) y Sarah Wayne Callies (The Walking Dead), En el ojo de la tormenta recupera el pulso de películas ya clásicas de desastres naturales como Twister (1996, Jan de Bont) o La tormenta perfecta (2000, Wolfgang Petersen).
Producida por la filial de la Warner Bros New Line Cinema, en asociación con la australiana Village Roadshow Pictures, responsable de éxitos como Mátrix (1999, hermanos Wachowski), Ocean's Eleven (2001, Steven Soderbergh) o The Dark Knight (2008, Christopher Nolan), En el ojo de la tormenta se ha convertido en uno de los éxitos sorpresas del verano, con casi 70 millones de dólares recaudados en todo el mundo en apenas un mes, pese a recibir críticas más bien malas; es más, ha habido críticos que la han comparado con la inefable saga Sharknado, pero sin risas.
En el ojo de la tormenta ha tenido un presupuesto de 50 millones de dólares. En su equipo creativo entre bastidores se encuentran varios componentes de la lista de títulos de crédito de Destino final 5, entre ellos el director de fotografía Brian Pearson, el diseñador de producción David Sandefur, el montador Eric Sears y el compositor Brian Tyler, autor a su vez de bandas sonoras como 300.
Quale, quien dirige la película a partir de un guión de John Swetnam, indicaba recientemente en una entrevista que una de sus referencias a la hora de realizar la película fue el cine de catástrofes de los años setenta, con clásicos en mente como El coloso en llamas (1974) de John Guillermin o Terremoto (1974, Mark Robson).
"Una de mis primeros recuerdos cinematográficos fue ver de pequeño El coloso en llamas con mis padres en una matinée", explicaba el cineasta. "Lo recuerdo especialmente porque me sorprendió mucho que, al finalizar la película y salir a la calle, ¡fuera de día! Era algo inconcebible para mí, ¡tenía que haber sido de noche porque en la película era de noche! Había sido totalmente substraído por ella. Ahí me di cuenta de lo poderoso que podía ser el cine a la hora de llevarte a vivir otras vidas", añadía.
Contada a través de los ojos y de los objetivos fotográficos de cazadores profesionales de tormentas, aficionados en busca de emociones y valientes vecinos de la pequeña ciudad, la película busca atrapar al espectador haciéndole próximos los personajes, poniendo de relieve los aspectos más dramáticos del argumento.
Así, el cineasta sostenía en la misma entrevista que "para que una película sea realmente emocionante tiene que parecer algo real; más aún si es profundamente fantástica, como es el caso de En el ojo de la tormenta, necesitas tener un anclaje dramático que convierta el visionado de la película en una experiencia emocional de primer nivel". "Mi idea", agregaba, "no era sólo hacer una película sobre una catástrofe natural salida de madre, sino representar el drama íntimo de una familia. Aunque claro, hay explosiones y edificios volando por doquier".
Puedo decir que esta película me gustó en partes, la verdad no es de mis preferidas, pero por el reparto y los efectos empleados, es una opción entretenida que se pude disfrutar en un fin de semana y te mantendrá a la expectativa de lo que pasará con los personajes.
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