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MADRID (EFECOM). Desde comienzos de año, la fiebre por las sociedades cotizadas que invierten en el mercado inmobiliario (socimis) ha sido más que notable, con varias salidas a bolsa y a la espera de más en los próximos meses, aunque con la duda sobre si hay un exceso de dinero fresco, básicamente extranjero, para la poca oferta disponible.

En un contexto marcado por la alta liquidez, fundamentalmente en manos de fondos, las socimis se han convertido en un vehículo fiscalmente muy atractivo para aprovechar las oportunidades que ofrece el sector inmobiliario español, cuyos precios han experimentado un fuerte ajuste desde los años del "boom".

A pesar de que las socimis constituidas actualmente no llegan a la decena, se espera que el número de estas sociedades crezca significativamente a lo largo del año, entre ellas la de la gestora portuguesa Norfin, que en cuatro meses podría estar cotizando con una valoración de unos 300 millones.

De hecho, el director nacional de Research de la consultora inmobiliaria CBRE, Patricio Palomar, apunta a que de cara al futuro el capital movilizado por las socimis en España podría alcanzar los 2.500 millones.

"Estamos en el momento más oportuno del ciclo inmobiliario para entrar en nuestro mercado. Todos los inversores están anticipando que nuestras rentas han tocado fondo y que la economía va a ir a mejor", señala en declaraciones a EFE.

Las ventajas que presentan para el inversor (están exentas del pago del Impuesto de Sociedades aunque deben distribuir en dividendos el 80 % del beneficio no reinvertido) conducirán probablemente a los bancos a crear sus propias socimis, a las que transferirán sus activos inmobiliarios, señala.

Además, las socimis podrían llegar a acuerdos con promotores para desarrollar nuevos edificios que se destinarán luego al alquiler y también a alianzas con los propietarios a fin de "lavar la cara" del edificio para buscar inquilinos y luego comprarlo, asegura.

Se espera que con el paso del tiempo las socimis constituyan una alternativa como sicav inmobiliaria a patrimonios privados y posteriormente para el pequeño ahorrador, indica el director de consultoría estratégica de JLL, Rafael Powley.

La llegada de las socimis al mercado, añade, abre una oportunidad al vendedor para enajenar sus inmuebles a un precio más cercano a sus expectativas, ya que la importante liquidez, sumada a la baja rentabilidad de productos alternativos al inmobiliario presiona sus precios al alza, explica.

Desde la Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI), su presidente, Ricardo Martí-Fluxá, considera que estamos alcanzando el volumen adecuado de socimis, aunque no cree que ahora el mercado tenga capacidad para asumir mucho más, dado que compiten con muchos inversores y el producto es limitado.

"Quizá algún fondo internacional deje España, pero sin duda será reemplazado por otro", añade Martí-Fluxá, que advierte de que los que inviertan ahora mismo en España ganarán dinero.

El director del gabinete de Estudios de Pisos.com, Manuel Gandarias, cree que los fondos extranjeros presentes en las socimis estarán un mínimo de cinco años. "El dinero está llegando y se está moviendo en España, lo que está animando la economía y dando optimismo al mercado".

El jefe de estudios de Idealista.com, Fernando Encinar, cree que las socimis presionarán a las Administraciones Públicas a sacar su producto inmobiliario, lo que ayudará a sanear las arcas.

Desde Fotocasa llaman a la prudencia y subrayan que la recuperación del sector no llegará solo por la demanda foránea. "Necesitamos que los españoles vuelvan a comprar casas y para ello es imprescindible que haya más financiación y se recupere el empleo".