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VALENCIA (CP/EP). La Iglesia de San Pablo, ubicada en el Casco Histórico de Zaragoza, acogerá visitas durante los fines de semana, a partir de este sábado y hasta el 26 de octubre, para que vecinos y turistas conozcan las obras de restauración del retablo mayor, obra de Damià Forment (1480-1540). Considerado como el mejor escultor del siglo XVI en España, el valenciano, que falleció en La Rioja, desarrolló toda su carrera por todo el país, pero especialmente en Aragón.

El proyecto de construcción, montaje de las puertas y restauración de los lienzos del retablo Mayor de la iglesia de San Pablo en Zaragoza (segunda fase), tiene un periodo de ejecución de 18 meses y una inversión de 336.380 euros. Los trabajos se iniciaron en el mes de septiembre de 2013 y está previsto que concluyan en el mes de marzo de 2015. 

Todas las acciones de conservación y restauración en los lienzos, así como la construcción de la estructura portante tienen como objetivo recuperar las puertas del retablo mayor de la parroquia de San Pablo, restituir a su lugar las pinturas que se encuentran desmontadas y devolver la función que estas tuvieron en origen. Con ello se recuperará todo lo que rodeaba y daba esplendor al retablo de Forment.

El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y la coordinadora del proyecto, Ana Carrassón, han visitado los trabajos este viernes. Según explicó Carrassón, los cuatro lienzos que estaban a la vista cuando las puertas se abrían "no estaban mal", pero sí las grisallas, que estaban "fatal, enrolladas, con la pintura hacia adentro, aplastadas, con humedades". Tras la intervención, se ha mejorado "bastante". Los restauradores han trabajado para "minimizar" los daños y que "tome protagonismo la pintura".

Una vez tratadas y ubicadas las puertas de nuevo en el altar, el retablo Mayor de San Pablo se convertirá en uno de los escasísimos ejemplos de retablos con puertas que subsisten en la actualidad en Aragón y el único en la ciudad de Zaragoza, según ha informado la Secretaría de Estado de Cultura en una nota de prensa.

UNA OBRA DE PRINCIPIOS DEL XVI

El retablo es una obra de principios del siglo XVI realizado en madera dorada y policromada por Forment. En 1524, el entallador Juan Vierto realizó unas puertas para protegerlo y se decoraron en 1596 por los pintores Antón Galcerán y Jerónimo de Mora. Fueron desmontadas en los años 80 del siglo pasado.

El bastidor había desaparecido y se ha encargado uno nuevo a un carpintero siguiendo el método con que se construyó el original en el siglo XVI. Para llevar a cabo esta tarea, los restauradores han visitado varios retablos similares en Paracuellos de Jiloca, Longares, Ibdes y Añón del Moncayo. Ha sido "uno de los retos importantes".

Carrassón ha dejado claro que "se está haciendo un trabajo que es para el ciudadano" y que este patrimonio "tiene que ser conservado por todos", añadiendo que cuando se ponen en valor estas obras la ciudadanía aprende a conservarlo y respetarlo.

La iglesia parroquial de San Pablo Apóstol fue declarada Monumento Artístico Nacional el 3 de junio de 1931. Por su singularidad, la Comunidad de Aragón le ha otorgado la clasificación de Bien de Interés Cultural y en 2001 la UNESCO la incluyó como monumento representativo de la arquitectura mudéjar de Aragón, incorporándola a la lista de Patrimonio de la Humanidad.