Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. El Archiduque Carlos de Austria llegó a Valencia el 30 de septiembre de 1706 a la una del mediodía en un carro de seis caballos, acompañado por el duque de Liechtenstein, que era su preceptor, y una pequeña comitiva. Cuando llegó se encontró a un arquitecto alemán, Konrad Rudolf, que pasó a formar parte de su corte.

Rudolf estaba trabajando en Valencia construyendo la puerta barroca, que actualmente se conoce como la de los Hierros. El desarrollo de la Guerra de Sucesión obligó al arquitecto a salir de Valencia con el archiduque, primero a Barcelona y después a Viena. Su obra, su gran obra, se quedó inconclusa y se concluyó en 1740, treinta y tres años después.

Durante mucho tiempo se ha hablado del prodigio arquitectónico que es esta puerta, su belleza, su brillante aprovechamiento del espacio siguiendo las líneas marcadas por arquitectos como Francesco Borrimini, pero muy poco se ha hablado de la puerta original, la que fue suprimida.

El arquitecto conservador, Salvador Vila, ha dado con ella, o eso cree. Vila considera que la actual puerta de acceso a la Capilla del Santo Cáliz era "la antigua puerta de entrada situada a los pies de la Catedral de Valencia". Según él, en el siglo XVIII, cuando Rudolf construyó la Puerta barroca de los Hierros, "se trasladó esta puerta gótica al pasadizo".

Así lo cree tras haber dirigido las últimas obras de restauración de la Catedral de Valencia que han recuperado la fachada gótica que recae en la Plaza de la Reina y parte del interior de la capilla del Santo Cáliz. Las obras están a punto de finalizar. Han sido financiadas íntegramente por fondos propios del Cabildo catedralicio y van a permitir disfrutar de uno de los espacios más bellos de la Catedral de Valencia.

En un reportaje realizado para el Arzobispado por DocumentArt, Vila explica su creencia de que la puerta de la capilla del Santo Cáliz "era la que estaba anterior a la Puerta de los Hierros que hizo Konrad Rudold, y que cuando comenzó la obra [de la Puerta de los Hierros] la debió desmontar y traer a aquí [a la capilla del Santo Cáliz] porque su belleza es impresionante".

LLENA DE DETALLES

Con la limpieza de esta puerta gótica se puede por fin observar la precisión de todas las esculturas que la componen, entre las que destaca sobre todo la figura de la Virgen con el Niño, de una gran calidad en los detalles y en la labra de la piedra.

En esta nueva intervención se ha rehabilitado también todo el pasadizo de acceso a la capilla del Santo Caliz y sus dos capillas laterales, obra de Pere Compte, de sus ayudantes y de Francesc de Baldomar. A lo largo de la historia ha sufrido constantes modificaciones y los restauradores se han encontrado con capas de pintura que superaban el centímetro de grosor que impedían apreciar esta obra.

Los trabajos de restauración han recuperado también toda la bóveda del pasadizo de entrada a esta capilla. A más de diez metros de altura se pueden admirar las imágenes esculpidas en piedra de los ángeles músicos que evocan las pinturas del altar mayor. En el centro de la bóveda se ha recuperado íntegramente la clave central gracias a una fotografía que se ha localizado en el Archivo Mas de Barcelona. Esta pieza central representa a la Virgen protegiendo con su manto al Cabildo catedralicio.

Entre los elementos que también se han recuperado en el pasadizo destaca una espectacular vidriera de cuatro metros de diámetro que estaba totalmente cegada y cubierta por una ventana cuadrangular de madera. Ahora se ha construido una vidriera inspirada en el falso rosetón de la puerta con la que se enfrenta y en la que se ha utilizado un vidrio muy translúcido y transparente para aprovechar la máxima entrada de luz.

DESCUBRIR LA ANTIGUA PUERTA QUE DABA ACCESO

Las obras de recuperación del gótico de la Catedral han permitido también descubrir la antigua puerta que daba acceso desde la nave central al pasadizo. Esta puerta gótica estaba escondida y tapada por los elementos neoclásicos y se trata de una puerta única en la catedral porque su arco es de la última fase del gótico y no hay ninguno igual en el templo.

Por último, la actuación ha permitido reconstruir la ventana que Pere Compte diseñó en el siglo XV para esta fachada situada al lado de la Puerta de los Hierros, puerta de entrada de miles de turistas. Esta ventana estaba cegada y muy deteriorada y desde esta semana ya se puede contemplar toda su belleza desde la plaza de la Reina.

Los maestros canteros han reconstruido fielmente toda la tracería, el parteluz, los capiteles y el guardapolvo de esta obra maestra del gótico valenciano que es muy similar a las ventanas que Pere Compte construyó en la Lonja de Valencia. La ventana luce en la nueva fachada de la catedral que se ha restaurado por completo desde la Puerta de los Hierros hasta la Capilla del Santo Caliz.