Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. El gobierno de Estados Unidos, ahora en manos de los Nuevos Fundadores de América (NFA), autoriza una "purga" anual de doce horas para conseguir mantener el crimen por debajo del uno por ciento. Las comisarías y los hospitales cierran sus puertas, y durante una noche cada uno es libre de hacer lo que quiera sin temer consecuencia alguna. No existen los crímenes.

Tras The purge: La noche de las bestias, llega su secuela tan solo un año después. En esta ocasión cuenta la historia de cinco personas que descubrirán en el transcurso de esa noche de caos hasta dónde son capaces de llegar para salvarse, primero a sí mismos y después a los demás.

Con un presupuesto tres veces mayor que el de su primera entrega, o sea, nueve millones de dólares, el film de James DeMonaco ha recibido tan buenas críticas como malas y ha dividido a los profesionales tanto en Estados Unidos como a este lado del océano.

Por el contrario, la respuesta del público ha sido tan buena como con el primer film, que protagonizó Ethan Hawke, y ha logrado en apenas unas semanas casi 40 millones de dólares de taquilla. Las previsiones que manejan los analistas de Hollywood es que alcance cifras similares a las logradas por su predecesora y supere los 100 millones de dólares en todo el mundo.

Guionista del remake de Asalto al distrito 13 y del excelente film de acción Negociador, DeMonaco ha decidido sacar la tensión de la película a la calle, a diferencia de la primera que transcurría principalmente en interiores. Con John Carpenter como modelo, el largometraje se articula en torno a un viaje al corazón de la noche de unos personajes acosados en todo momento por posibles asesinos y obligados a tomar decisiones extremas.

Según reveló el actor Frank Grillo, protagonista del filme, en una entrevista para MSN, cuando se plantearon la película tenían como modelo "los filmes de género de los setenta". Con una estética sucia que recuerda al cine más violento de aquella década, Anarchy: La noche de las bestias se estructura hábilmente en torno a las historias cruzadas de sus cinco protagonistas, cada uno con sus motivaciones, que viven la violencia de una noche en la que se hace realidad ese viejo aforismo de que 'el hombre es un lobo para el hombre'.