VALENCIA (EP/CP). El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia ha inaugurado este martes la exposición Goya-Barjola Tauromaquias Obra Gráfica, una muestra que se adentra en el "sentido dramático de la tauromaquia" a través de los grabados de ambos autores, separados por un siglo de historia, ha destacado el comisario de la exposición, Luis Rubio. La presentación ha estado encabezada por la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català; la directora del museo, Paz Olmos; y el comisario de la exposición, Luis Rubio.
La exposición, que se podrá visitar hasta el 7 de septiembre, cuenta con 40 grabados de Goya y otros 30 de Barjola con el objetivo de "unir a dos artistas que han trabajado en el mundo de los toros", ha explicado el especialista. Concretamente se exhiben tres series de Tauromaquia de Goya edición de 1921, que consta de 40 grabados; Tauromaquia (1970) de Juan Barjola, estampada por Casariego con versos de Rafael Alberti, que consta de 20 litografías y Tauromaquia mortal 1936 (1991) de Juan Barjola, estampada por Víctor Galán, compuesta por 10 grabados. Las primeras obras pertenecen a la colección de la Fundación Fuendetodos, mientras que las de Barjola han sido cedidas por el hijo del pintor, José Antonio Gadea, presente en Valencia.
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) fue evolucionando de forma evidente desde su primer grabado, La huída Egipto, hasta la incorporación de todas las técnicas para los grabados de sus cuatro grandes series. El comisario de la exposición ha asegurado que "el arte español a partir de Goya está lleno de grandes obras del arte taurino".
De estos grabados que se presentan en la exposición se han hecho ocho ediciones. La que se expone en la pinacoteca valenciana es la quinta (1921), editada por el Círculo de Bellas Artes de Madrid, debida a Francisco Esteve Botey, que consiguió comprar, en París, los cobres originales, hoy depositados en la Calcografía Nacional.
Goya encontró en el grabado la forma de expresión libre de las ataduras del encargo para dar salida a su portentosa imaginación y observación. El formato apaisado le permitió resaltar las suertes del toreo.
Por su parte, la interpretación de Juan Antonio Gadea Barjola (1919-2004) sobre la tauromaquia exaltaba la monstruosidad por encima del arte y la gracia y, por ello, pintó perros descarnados, caballos a lo Guernica o ganado aullante.
Las veinte litografías que se exhiben de la Tauromaquia (1970) tienen el color caliente, el aire sudoroso, polvoriento e inevitablemente trágico de las corridas, mientras que los diez grabados de Tauromaquia. Mortal 1936 (1991) presentan un grafismo terrible, agitado, con planos que se dislocan y todo reducido al blanco y negro con matices de la difícil gama de los grises, que recuerdan a la obra de otro de los grandes pintores españoles, Antonio Saura.
"LAZOS ESTÉTICOS"
La consellera Català ha expresado que se trata de "una muestra entre dos referentes del arte español separados por un siglo cronológicamente pero unidos por lazos estéticos como la visión sobre la tauromaquia". También ha añadido que la muestra "supone un nuevo impulso a la trayectoria de este museo que constituye todo un referente a la cultura y al arte españoles".
Asimismo, ha destacado el crecimiento de San Pío V y, en este sentido, ha señalado que el centro cultural continúa creciendo en numero de visitantes. "Seguimos dotándolo de contenidos, seguimos apostando claramente por él y estoy convencida que seguiremos haciendo un buen trabajo porque este museo merece toda nuestra dedicación y esfuerzo", ha manifestado la titular de Cultura.
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