VALENCIA. Los 22 componentes del grupo literario valenciano El Cuaderno Rojo han elegido los 22 arcanos mayores de la baraja de tarot como excusa para desarrollar su nuevo proyecto creativo: el libro de cuentos Del Loco al Mundo (Editorial Acen).
"El tarot es un juego de naipes compuesto por veintidós Arcanos considerados mayores y cincuenta y seis menores. En cada uno de ellos podemos reconocer un arquetipo y al mismo tiempo, todos ellos se han utilizado como cartas de juego o instrumento de adivinación", recuerda la prologuista Mila Villanueva.
Ya Raimundo Lulio fundamenta su Ars Magna (1290) en el tarot; y desde Petrarca hasta Fernando Arrabal, pasando por Yeats, Elliot, Kafka, Panero o Isabel San Sebastián, muchos otros han utilizado este juego como fuente inspiradora.
Jordi Llobregat comienza la andadura con El Loco. Su personaje, valiente y protector, muestra cualidades inherentes al arquetipo sin número. De Miguel Ángel Badal llega El Mago, perverso, que sumerge al lector en un macabro juego de rol partiendo del significado negativo del arcano.
Por su parte, Joana Chilet describe el mundo profundo de La Sacerdotisa de Isthar y el poder de la feminidad. La Emperatriz, guerrera sin espada, es encarnada en el relato de Santiago Álvarez por Elvira, madre del autor; mientras que El Emperador, sumido en la ignorancia para Amparo Andrés, debe ajusticiar a un reo sabio; justamente el significado de este arcano cuando aparece al revés.
DEL SUMO SACERDOTE A LA TORRE
Con el Arcano V, María Vicenta Porcar presenta diferentes maestros llenos de sabiduría, generosidad y respeto, cualidades que se atribuyen al Sumo Sacerdote. En Los Enamorados, Enrique Huertas juega a ser antropólogo y después, en El Carro, Yolanda León conmueve con un paseo ambientado en las postrimerías del siglo XVIII.
Ya en nuestro siglo, Maritza Germain lleva a una reflexión sobre los caprichosos caminos de La Justicia con la intrincada historia en la que se ve envuelto el psiquiatra llamado Jonás, y Marta Querol inventa un peculiar Ermitaño que resulta providencial solo para sí mismo.
Con La Rueda de la Fortuna, de Miriam Jiménez, se descubre que los encuentros fortuitos pueden marcar nuestras vidas, y con La Fuerza, Ángeles Pavía muestra el poder y la supremacía del ser más débil, bien sea mutilado, despreciado o abandonado. Mateo, personaje principal del relato de Vicente Marco, se ve impotente ante una situación vital que lo oprime, atado de pies y manos como El Colgado.
Para el arcano sin nombre, La Muerte, encontramos a Azrael, escrito por Raúl Borrás con intriga, sorpresa y derroche de oficio. La Torre de Marina Lopéz, Lomar, se convierte en cárcel y todo el relato en un mundo de cataclismo que honra su significado en una narración surrealista, intimista y profunda.
Y DEL DIABLO AL MUNDO
Sebastián Roa, con su arcano XV, describe un Diablo admirador de Baudelaire, apodado Lucio Fer, que respira azufre y aire ardiente. El autor parece hacernos un guiño, tal como sucede con el diablo azul que aparece en la carta.
Jose Luis Rodríguez refiere desde el futuro la librería Bibliocafé y, justamente, muestra la carta de La Templanza entre los dientes de un hombre momificado. A continuación, descubrimos el resplandor de La Estrella, representante del destino, en el brillante cuento del más puro Bernardo Carrión.
La Luna asoma bellamente reflejada en el mar en el relato de aventuras de Alejandro Mohorte, con su luz blanquecina, el agua y las sombras. El pánico, los recuerdos y los sueños pueblan esta historia de pasiones refrenadas.
«Oh Sol poderoso, no me abandones, no me dejes», grita el personaje del relato que encarna el arquetipo XIX y pretende, retando así a la muerte, ver su último amanecer. En esta bella historia, Eva María Marcos habla de libertad y compromiso y describe la luz rosácea de su naipe con singular enfoque de color literario. También Txema Gil, en El Juicio, habla acto seguido de libertad, de la libertad de elección en situaciones de tradición y conciencia.
Cierra el libro el complejo Mundo de Medi, un relato hermoso y sobrecogedor propio del enorme talento de Elena Agúndez. Gobernados por la carta que marca su derrota, en todos los relatos asoman otros ascendentes e influencias. Así, el Arcano XIII y la Torre están presentes en muchos de ellos; también el Loco (con su humor o su desvarío), o el niño como parte de la Estrella. También sutilmente afloran la Templanza, el Sol, la Luna o la Emperatriz... Y el Carro discurre en sus múltiples facetas en este trayecto Del Loco al Mundo.
Un libro muy interesante desde luego!
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