VALENCIA. "Me gustaría también ayudaros. Voy a decirlo, voy a pedir que el Ministerio [de Cultura] os ayude más". Plácido Domingo le habló así a la intendente del Palau de les Arts, Helga Schmidt, la semana pasada cuando se encontraron en Florencia. Fue decirlo y hacerlo. En cuanto tuvo tiempo, el madrileño aseguró este lunes en el Teatro Real que los 400.000 euros que concede cada año el INAEM al complejo valenciano son insuficientes.
La relación de Domingo con Valencia es muy intensa. Como le recordó a la propia Schmidt, en Valencia ha cantado y dirigido más que en ningún otro teatro del mundo en 2013. Y el tenor comparte la tesis de Schmidt de que el Palau de les Arts "no puede pagarlo todo el gobierno local".
El Palau de les Arts se encuentra ahora en una difícil tesitura. La rigidez económica impuesta desde el Consell ha hecho que la escasa contribución de Madrid sea aún más evidente. Y más, insisten desde el complejo, si se compara con el Teatro Real de Madrid o el Liceo de Barcelona. En el complejo confían en que esta ayuda se incrementará, que subirá un poco. "El apoyo de Madrid sería fundamental". En la Conselleria de Cultura lo consideran imprescindible si se quiere seguir manteniendo abierto el Palau de les Arts.
Pese a todo en Les Arts son optimistas. De ahí que avancen en que confían que los próximos encuentros de Català con el Ministerio les ayudarán a salir de este trance que consideran injustos. "No somos el último teatro de ópera de España. Lo que hacemos tiene nivel internacional", dicen. "Somos uno de los mejores teatros de ópera del mundo", sostiene sin ambages la propia Schmidt. Y como tal quieren que se les trate.
ESTRATEGIA: MINISTERIO, MENOS PAGOS... Y SIN PRISAS EL DIRECTOR
La intendente pretende aprovechar ahora el fuego que encendió este lunes Domingo. Quiere hacerle llegar al ministro José Ignacio Wert que su concurso es fundamental para conseguir mantener a flote el proyecto. Porque, y eso lo tiene claro Schmidt, si se mantienen las actuales condiciones "es muy difícil salir adelante". Es por eso que la propia Schmidt no oculta que la alternativa de marcharse está sobre la mesa. Cuando se le pregunta sobre su posible continuidad, responde con un críptico: "Vamos a ver, vamos a ver...". E insiste en una vieja idea: "Quiero al Palau, el Palau es mi casa, ha tenido todo mi tiempo...".
La prioridad ahora es ganarse al Ministerio. "Espero mucho del cambio del Ministerio, que reconozcan lo que estamos haciendo y espero que la Generalitat pueda hacer algo más pero es difícil porque ellos tienen que costear la Sanidad, la Educación...".
Tras ello, en segundo lugar, se ha pedido que se libere al Palau de les Arts de pagar el canon anual de un millón de euros a la Ciudad de las Artes y las Ciencias por el uso del edificio, buscar una fórmula que devuelva esa cantidad al presupuesto.
Asimismo, Schmidt no quiere prisas a la hora de buscar un director titular. "No fue tan fácil encontrar a Lorin Maazel", recuerda a quién se lo pregunta. "Para llegar a un acuerdo con él tuve que viajar por todo el mundo", añade. En este sentido insiste en que busca a alguien que esté a la altura de lo que ella considera que necesita la orquesta.
INTERCAMBIO DE PRODUCCIONES CON EL REAL, MÁS CONCIERTOS POP
Las peticiones por parte de la consellera María José Català de que aumente la programación no caen en saco roto. "Ella dice: ‘Es una lástima que sólo programes cinco óperas'. Evidentemente que quiero hacer más actividad, pero necesitaría más dinero para ello", se excusa Schmidt. "Abrir una sala como la Martín y Soler es dinero, cuesta. Y no es tan fácil", agrega.
Por el momento Schmidt apuesta por recurrir a algunas producciones que ya se realizaron en el coliseo, como ha sido la Turandot que se ha presentado en la última edición del Festival del Mediterrani. Igualmente, quiere amortizar estas producciones también con intercambios con otros teatros líricos españoles.
Así sucederá con la Luisa Fernanda que protagonizará Domingo en Valencia y que supondrá la primera zarzuela del tenor en este teatro. Esta será la producción que se realizó en el Teatro Real. A Valencia sólo le supondrá de coste el transporte de los decorados y vestuario y los seguros correspondiente. A cambio, el Teatro Real programará la producción de Fidelio con la que se inauguró el Palau de les Arts. El coste para el teatro madrileño será, igualmente, sólo el transporte y los seguros.
Como opción de futuro desde el Palau de les Arts no se ve con malos ojos la política de abrir el auditorio a todo tipo de conciertos pop porque "pagan para entrar en el Palau". Esa vía si la contemplan Schmidt y su equipo. "Pero aumentar la actividad de ópera con las actuales condiciones [económicas] es imposible. Si no tienes la calidad pierdes las entradas", dice la intendente.
Y por ahora la principal garantía de calidad que tienen es el apoyo de Domingo. Así lo reconoce la intendente quien recuerda que el cantante español considera a Valencia como una de sus casas. Y como ejemplo de ello cita su colaboración desinteresada con la Banda Primitiva de Llíria, a la que dirigió y con la que cantó este mes de febrero.
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