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VALENCIA. Todo comenzó hace ya casi medio siglo. Un joven cantante español se presentó a unas pruebas en Viena. El maestro Herbert von Karajan escuchó a su asistente que, saltándose los protocolos y haciendo gala de toda la confianza que existía entre ellos, le recomendó vivamente que lo seleccionara.

–Es muy bueno. Puedes apostar por él.

Karajan miró al cantante, miró a su asistente, asintió y dio el papel al joven español. El cantante se llamaba Plácido Domingo, y la asistente que le recomendó Helga Schmidt.

La anécdota se la recordó hace unos meses el propio Domingo a Schmidt. Fue su forma de decirle que él nunca se olvida de que ella apostó por él, de que ella siempre creyó en él. Y Domingo, que es una persona leal, agradecida, no le va a abandonar.

Al tenor español se le adora en el Palau de les Arts. Se le adora prácticamente en todos los sitios por donde pasa, pero en Valencia ese respeto bordea la veneración. Es, posiblemente, el mejor cantante de ópera de la historia. El más completo. Este mismo lunes la BBC le presentaba como "una de las grandes voces de todos los tiempos".

Y el Palau de les Arts es su proyecto más personal, más cercano. Por varios motivos. Uno de ellos es que allí tiene su sede el Centre de Perfecionament que lleva su nombre y cuya función es descubrir nuevas voces. Otro, que es el escenario donde más veces actúa al año en todo el mundo.

Y, finalmente, que él ha sido una de las claves de todo el proyecto. Él fue quien recomendó a Schmidt al entonces conseller Francisco Camps para que ejerciera las funciones de directora de la producción del concierto en el Palau de la Música de las arias de Luna, la ópera inconclusa de José María Cano. Aquel montaje supuso el primer trabajo de la austriaca en Valencia.

La reunión de este martes entre Domingo y Schmidt ha sorprendido en la Conselleria de Cultura. Pese a que desde el coliseo aseguran que estaba prevista en la agenda, el encuentro entre ambos, que tuvo lugar en Florencia, según confirmaron fuentes del Palau, ha sido un golpe de mano de Schmidt en la crisis abierta tras la marcha de Zubin Mehta.

Nadie del equipo de la consellera María José Català estaba al corriente de la reunión. Es más, sorprendió habida cuenta el maestro español se encontraba apenas horas después este mismo miércoles en Valencia para asistir a las audiciones finales del Centro de Perfeccionamiento que lleva su nombre. Domingo podría haber hablado con Schmidt en Valencia si sólo era para plantear cuestiones relacionadas con la próxima temporada, razonan.

Domingo será el gran protagonista de la próxima temporada del Palau de les Arts, la de la transición, la primera tras la marcha de Mehta. El tenor estará por partida doble en el inicio del nuevo curso en sus dos facetas: como director de la ópera Manon Lescaut de Puccini, que se tuvo que suspender por la caída del trencadís, y como protagonista de Luisa Fernanda del maestro Federico Moreno Torroba.

Este último montaje estará dirigido por el alcoyano Jordi Bernàcer, uno de los directores valencianos por los que apuesta la Conselleria de Cultura como candidato para la batuta del Palau de les Arts, y una persona de la total confianza de Domingo. Ambos se entienden con una mirada.

LA CONTINUIDAD DE DOMINGO ES INCUESTIONABLE PARA CULTURA

La Conselleria de Cultura sigue de cerca estas reuniones. A diferencia del caso de Mehta, en el que parte del departamento de la avenida de Campanar no veía con malos ojos la marcha del maestro indio, la continuidad de Domingo se ha convertido en la piedra angular para la reconversión del complejo. "Él sí que es rentable, sí que tiene un coste ajustado", comentan. "Ojalá todos hubieran sido como él", añaden.

"Tenemos que imponer racionalidad", dicen desde el departamento de Campanar. Y por ello entienden una reducción de costes para hacer sostenible el centro. En ese plan de futuro la presencia de Domingo es incuestionable, imprescindible prácticamente.

El tenor se ha convertido ahora en el primer defensor del Palau de les Arts. Su inquebrantable lealtad ha vuelto a ponerse de manifiesto ahora que el complejo pasa su peor momento al quedarse sin director titular ni aparente relevo.

Con todo, insisten desde el Palau, la reunión no fue más que para concretar cuestiones de programación. Y advierten de que que no hubo ofrecimiento de batuta a Domingo, algo previsible ya que el propio tenor se desmarcó de esta carrera por la dirección en febrero de este año.

En la Conselleria de Cultura observan con atención los movimientos de Schmidt. La austriaca tiene prevista una reunión en los próximos días con el equipo de la consellera para aclarar cuáles son sus propuestas para la dirección de la Orquesta de la Comunidad Valenciana.

Con el proyecto del Palau de les Arts puesto en duda, tras la aprobación del ERE y la marcha del maestro Mehta, la confianza demostrada por Domingo ha sido poco menos que un balón de oxígeno para un complejo necesitado de buenas noticias. Si Valencia continuará teniendo una ópera de gran calidad será gracias a él, reconocían fuentes del coliseo.

Como indica una fuente consultada, "el Palau de les Arts tuvo una primera etapa con Maazel, quien se fue; después ha tenido otra con Mehta; y ahora tendrá una tercera en la que su figura de referencia será Domingo". El hecho de que Domingo esté tutelando esta transición se observa de manera "muy positiva", casi como un alivio, dicen.