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MADRID (EFE). La Seguridad Social contaba en mayo con 2,29 cotizantes por cada pensionista, lo que representa una mejora de cuatro centésimas respecto a la tasa registrada en enero, cuando marcó el mínimo de los últimos 14 años.

A principios de mayo había 8.341.124 pensionistas en España, lo que supone un incremento de 1.386 personas respecto al mes anterior.

El número de afiliados a la Seguridad Social se situó en las 19.063.928 personas, de las que 16.643.364 eran ocupados y el resto desempleados.

De esta forma, la relación entre afiliados y pensionistas se situó en mayo en el 2,29 %, es decir, que la tasa ha aumentado 4 centésimas respecto a enero (2,25 %) "lo que muestra una progresión muy positiva para el sistema", ha explicado el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos.

Burgos ha asegurado que "el sistema ha recuperado 477.627 afiliados desde su punto más bajo", una tendencia de mejora que "sigue firme y sólida y que seguirá afianzándose en los próximos meses".

El pasado mes de enero, la relación entre cotizantes y pensionistas alcanzó su tasa más baja desde el año 2000, aunque habría que remontarse a finales de 1996 para encontrar el mínimo histórico, ya que entonces apenas había dos cotizantes por cada pensionista.

LEJOS DEL RÉCORD DE FINALES DE 2007

Sin embargo, la relación entre afiliados y pensionistas en mayo aún está muy lejos de la registrada a finales de 2007, cuando había 2,71 cotizantes por cada pensionista, la tasa más elevada de los registros.

Según consta en la ley de reforma de las pensiones, la esperanza de vida de los españoles aumentará en los próximos años y está previsto que para 2052 el número de pensionistas alcance los 15 millones, casi el doble que en la actualidad.

El sistema de pensiones español está basado en un sistema de reparto, en el que tiene una especial influencia la tasa de dependencia, es decir, el número de personas que perciben pensiones por cada cotizante.

RETIROS ANTICIPADOS

Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Empleo, la edad de jubilación ha aumentado hasta los 64,2 años (frente a los 63,9 años a cierre de 2012) debido al incremento de trabajadores con 65 años o más y al retroceso de los retiros anticipados.

En 2013 y tras la aprobación del real decreto ley de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo, se produjeron 311.450 nuevas jubilaciones y, de éstas, 119.115 fueron anticipadas (el 5,5 % menos que un año antes).

Sólo en los cuatro primeros meses del año se han registrado 108.229 jubilaciones nuevas, de las que el 40% han sido anticipadas, una tasa que tiende a reducirse.

A este retroceso se suma el incremento de aquellos que continúan trabajando más allá de la edad de jubilación, de forma que el pasado año aumentó un 63 % respecto a 2007 el número de personas que se retiraron con 65 años o más, gracias a los incentivos introducidos para alargar la edad de jubilación.

Hasta mayo, 13.354 personas compatibilizaron su trabajo con la percepción del 50% de la pensión de jubilación y, de éstas, el 80% eran trabajadores autónomos.