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VALENCIA. 'Blue Orchid' es una de las canciones más populares que The White Stripes publicaron durante sus casi quince años de carrera. En el vídeo, de estilo burtoniano, aparece una altísima pelirroja a la que algunos podrán reconocer como súpermodelo, aunque ella, Karen Elson, también ha hecho sus giras como cantante y guitarrista.

La chica del vídeo (a destacar en lo musical su versión del Je t'aime moi non plus de Serge Gainsbourg interpretado junto a Cat Power) fue esposa y es madre de dos hijos del imparable Jack White, del que pidió una orden de alejamiento el pasado mes de agosto de 2013. Una historia turbia de ruptura de pareja que el portal TMZ consiguió decorar con la filtración de algunos correos electrónicos en los que el compositor y músico estadounidense 'rajaba' de forma deliberada a The Black Keys. La acusación llegó, por cierto, en mtiad del litigio por la custodia de sus hijos Scarlett y Henry Lee.

Al calor de esta polémica, más o menos silenciada y soslayada por entenderse que partía de unas declaraciones personales sobre el trabajo de Dan Auberbach y Patrick Carney, dúo que compone la citada banda, en la revista Rolling Stone no dejaron pasar la ocasión en una extensa entrevista a White para preguntarle acerca de su opinión sobre ellos. Ahora, el creador de himnos tales como 'Seven Nation Army' o álbumes como Consolers of the Lonely (Warner, 2008 / con The Raconteurs), reconoce que debería no haber hecho comentario alguno sobre aquello, pero la realidad es que, como se expresa en el argot taurino, entró al trapo.

UNAS DISCULPAS... A SU MANERA

En la entrevista de portada, White ahondaba en la idea de que Auberbach le copiaba y que se veía obligado a escuchar sus canciones en las que reconoce sonidos. Lo explicaba de esta forma:

"En el colegio hay chicos que visten como otros porque no saben cómo hacerlo y en la música sucede lo mismo. Escucho anuncios en televisión [con su música] que parecen canciones mías, hasta el punto de que realmente creo que me pertenecen. La mitad de esas veces, son canciones de The Black Keys"

Los tres veces ganadores de un Premio Grammy de la música no fueron el único objeto de su rechazo profesional. También aseguró, en una autoreferencia por no haber inventado el blues, que "el soul blanco" no fue cosa de Amy Winehouse, aunque de no haber sido por ella no hubieran existido Duffy, Lana del Rey o Adele. Además -y no es la primera ocasión-, dejó entrever su distancia con Meg White de la que vuelve a referirse en la entrevista que viene de portada en el último número de Rolling Stone que es una mujer gélida. 

Por todo ello, el pasado sábado el que es uno de los guitarristas más influyentes de las últimas décadas, publicó una carta a través de su web para relajar las tensiones despertadas tras la entrevista. En ella se disculpaba muy a su manera con The Black Keys, a los que desea permanezcan tantos meses como sea posible en el 'Top 10', en una clara referencia a su visión pro-comercial del dueto asentado en Nashville. Por otro lado, extendía las disculpas a Danger Mouse, uno de los músicos a los que contratan The Black Keys (productor y compositor) para sus álbumes, en otra referencia gracias a la que deja ver su distancia sobre ese proceso de 'externalización' compositiva de los discos del popular grupo.

Mucho más sinceras suenan todas sus respuestas con Meg White, de la que dice que solo "traté de explicar lo difícil que era poder comunicarnos entre nosotros debido a nuestras diferentes personalidades". Por otro lado, White hizo referencia a las "montañas" de entrevistas y declaraciones en las que ha elogiado "la fuerte presencia femenina en el rock and roll" que la ex White Stripes ha supuesto.

Con respecto a Duffy, Lana del Rey y Adele, lo primero que quiso dejar claro es que tiene todos sus discos y que sus "poderosas voces femeninas" le inspiran. Finalmente, la carta se cierra con unas disculpas a todos los ofendidos en un tono que entre líneas destila ironía y con el cual no se sabe si finalmente ha profundizado en sus distancias con algunos de sus 'enemigos', pero con la que está claro ha querido cerrar algunas heridas abiertas por sus declaraciones.